El vendaval sevillano se lleva por delante a Unicaja

La primera sorpresa de la Copa escenific¨® un cambio de poderes en el baloncesto andaluz. Mandan Paul Davis, Urtasun, Calloway, Bogdanovic, las huestes del Banca C¨ªvica de Sevilla. Amasaron la victoria con un dominio por momentos abrumador, a costa de un extra?o Unicaja, aletargado m¨¢s de tres cuartas del partido y reavivado tard¨ªamente, pero que lleg¨® a acariciar la remontada.

La brecha se agrand¨® hasta los 17 puntos (46-63), ya entrado el ¨²ltimo cuarto. El naufragio de Unicaja result¨® de grandes dimensiones, raro en un equipo de su rango. Reaccion¨® de una manera en¨¦rgica, pero coyuntural, con todos los s¨ªntomas de la desesperaci¨®n m¨¢s que de un juego realmente s¨®lido. Lleg¨® a acercarse a cuatro puntos (61-65). Quedaban dos minutos para el final. Demasiado tarde. Al Banca C¨ªvica le bast¨® un ¨²ltimo golpe de ri?ones para sentenciar. El equipo de Joan Plaza disputar¨¢ la semifinal por primera vez desde 2004.

• UNICAJA 65 - BANCA C?VICA 77
• 12-16; 16-20; 14-20; 23-11
• Unicaja: Rowland (3), Berni Rodr¨ªguez (0), Darden (12), Freeland (8), Zoric (2) ¡ªcinco inicial¡ª; Fitch (10), Valters (12), Peric (4), Garbajosa (10), Abrines (0) y Sinanovic (4).
• Banca C¨ªvica: Calloway (16), Tepic (5), Urtasun (12), Rubio (9), Davis (11) ¡ªcinco inicial¡ª; Triguero (2), Satoransky (6), Izquierdo (0), Jasen (3), Bogdanovic (13) y English (0).
• ?rbitros: Juan L. Redondo, Antonio Conde y Llu¨ªs Guirao. Sin eliminados.
• Unos 11.000 espectadores en el Palau Sant Jordi. El Banca C¨ªvica disputa hoy las semifinales con el Real Madrid

La calidad de Freeland no apareci¨® hasta muy tarde, Earl Rowland y Berni Rodr¨ªguez apenas tuvieron incidencia en el juego y a Zoric ni se le vio. Demasiados jugadores perdidos en el trasiego que demandaba el Banca C¨ªvica, que rindi¨® con una aportaci¨®n muy solidaria y coral, como para que el Unicaja, este Unicaja que parece actuar sin alma, sin colmillo, mantuviera el tipo.

El equipo malague?o no ense?¨® las u?as m¨¢s que en ese desesperado asalto de ¨²ltima hora. Sus ataques hasta entonces acabaron desvaneci¨¦ndose, sin causar mayores da?os a su rival. La defensa del Banca C¨ªvica resisti¨® sin apenas ning¨²n susto, inc¨®lume ante la reiteraci¨®n de la propuesta malague?a. Los bloqueos eran previsibles, no desbord¨® Rowland, no logr¨® ventajas cerca del aro Freeland; tampoco anotaron apenas o nada, como Peric y Berni Rodr¨ªguez. La esterilidad fue tan absoluta que los sevillanos, sin mayores alardes ofensivos, fallando much¨ªsimo desde la l¨ªnea de tiros libres y de triples, se permitieron el lujo de llegar al descanso con una apreciable ventaja, 28-36. Tal como pintaba la cadencia del marcador, el bot¨ªn ten¨ªa un valor incalculable.

Bogdanovic, con dos triples obtenidos en carrera, a la salida de bloqueos, en muy buena posici¨®n, y Paul Davis, con algunos ramalazos de la clase que atesora y que le han convertido en el tercer jugador estad¨ªsticamente m¨¢s valorado en lo que va de temporada, mantuvieron en cabeza al Banca C¨ªvica. Los bases, Calloway y Satoranski, tambi¨¦n aportaron su peque?a raci¨®n de puntos. A¨²n as¨ª, el equipo de Joan Plaza debi¨® reprocharse por no haber sacado m¨¢s ventaja en el primer tiempo. Ocho puntos fueron poco y si no fueron m¨¢s se debi¨® a la descorazonadora irrupci¨®n de Carl English, desconocido, horroroso en sus dos intentos de canasta, uno simplemente un bal¨®n al aire; el otro, taponado sin necesidad de ning¨²n alarde por Garbajosa. Ni rastro de unos de los mejores ca?oneros de las ¨²ltimas temporadas.

El Banca C¨ªvica abri¨® brecha definitivamente en el tercer cuarto, con la aportaci¨®n de jugadores como Calloway y Urtasun, con cinco robos de bal¨®n cada uno, uno de los puntos en los que su equipo marc¨® diferencias. El Unicaja perdi¨® nueve balones m¨¢s que los sevillanos. Cuando quiso darse cuenta ya estaba demasiado lejos en el marcador. Cuando Freeland, su basti¨®n bajo los aros, empez¨® a marcar la hoja de ruta con algunos puntos y 13 rebotes y Darden, Fitch y Valters a sumar con mayor cadencia, la suerte ya estaba echada.