¡°El Stoke es el m¨¢s ingl¨¦s¡±

La principal virtud de Dealbert es la concentraci¨®n. ¡°Hay jugadores muy buenos que, en determinados momentos, se van del partido. Yo trato de evitarlo. Puyol es el ejemplo de jugar al 100% los 90 minutos¡±. El entrenador, Unai Emery, pone a Dealbert como referencia de humildad y compromiso, siempre dispuesto a ocupar el puesto cuando se le requiere. ?No se cansa de pasar del campo a la grada sin rechistar? ¡°Tengo mi car¨¢cter y claro que me duele quedarme fuera. Lo pagan mis compa?eros en el entrenamiento de la ma?ana siguiente¡±, bromea.

Esa atenci¨®n m¨¢xima, despu¨¦s de tantas horas visualizando el encuentro, tiene su parte negativa. ¡°Me cuenta mucho dormir antes de los partidos. Le doy muchas vueltas. Demasiadas. A veces le pido una pastilla al doctor para dormir. Pero no puedo evitarlo: va dentro de m¨ª y siempre ser¨¢ as¨ª¡±.

La presi¨®n de Mestalla es implacable, especialmente con un defensa como ¨¦l, al que muchas veces la grada le expresa desconfianza con un runr¨²n cuando recibe el bal¨®n. ¡°Mestalla es exigente y as¨ª lo ser¨¢ ante el Stoke despu¨¦s de lo de Barcelona¡±. Emery, adem¨¢s, quiere que los centrales saquen siempre el bal¨®n jugado. ¡°Es su filosof¨ªa¡±. Aun as¨ª, Deabert dice sentirse reconocido, sobre todo por los compa?eros y el entrenador, quien ense?¨® en el vestuario un v¨ªdeo de Dealbert cercando a Crouch como muestra de autoexigencia y esfuerzo.

El Stoke ser¨ªa comparable a Osasuna, pero con m¨¢s f¨ªsico

Aunque vive en Castell¨®n, Dealbert regresa en cuanto puede a Benlloch, un pueblo del interior de poco m¨¢s de 900 habitantes, a 32 kil¨®metros de la capital de La Plana. ?l empez¨® a jugar en el campo de su localidad antes de atreverse a probar, junto a unos amigos, en el San Miguel de Castell¨®n, que ten¨ªa un convenio con el club blanquinegro. ¡°Lo veo con mucha tristeza. Es el equipo de mi vida¡±, dice Dealbert en alusi¨®n a la situaci¨®n desesperada del Castell¨®n, en Tercera Divisi¨®n y al borde de la desaparici¨®n. All¨ª lleg¨® a los 15 a?os y estuvo hasta los 25, fichado para el Valencia por Fernando G¨®mez, que hab¨ªa sido director general del conjunto castellonense. Simpatizante de ni?o del Madrid, Dealbert idolatraba a Fernando Hierro a?os antes de admirar a Ayala y a Puyol. Fan¨¢tico ahora de baloncesto, recibe todas las revistas especializadas en la canasta. Y ve todos los partidos que puede pese a las protestas de su mujer. ¡°Ricky ha causado un gran impacto¡±, dice tras confesarse seguidor de Minnesota y Los?ngeles Lakers.

Esta noche, tras haber repasado cientos de veces el duelo en su cabeza, le esperan una dura pelea con los delanteros ingleses ¡ªJohn y Walters¡ªy el veredicto de Mestalla. La concentraci¨®n siempre est¨¢ de su parte.