Triple corona en la catedral

Tiene tan arraigada en sus genes su condici¨®n de pesimista rebelde colonial cuando visita la metr¨®poli y tan pocas veces gana Gales ¨²ltimamente en Londres (solo tres con la de ayer en los ¨²ltimos 25 a?os, la anterior en 2008), que ni siquiera cuando acude a Twickenham como favorito en todas las apuestas (como ayer), cuando se complace en la velocidad de sus tres cuartos, en la fuerza de sus delanteros, en la infiltraci¨®n y en el juego a mano, y cuando se encuentra con una Inglaterra tan derrotada de antemano que (como ayer) antes del partido ya proclama argumentos para justificar su prevista derrota, es capaz de hacerlo sin sus marcas de f¨¢brica: sudor, sufrimiento, suspense.

Gan¨® Gales en Twickenham por 19-12, y con ello consigui¨® su vig¨¦sima Triple Corona (trofeo que consigue el que derrota los otros tres equipos anglosajones del Seis Naciones, Irlanda, Escocia son los otros dos) y un trampol¨ªn hacia el Grand Slam (victoria sobre los otros cinco rivales), que se jugar¨¢, previsiblemente, el 17 de marzo en Cardiff contra Francia, el otro equipo invicto, pero hasta pasado el minuto 80 no se sinti¨® con libertad como para celebrarlo. El suspiro de alivio lleg¨® cuando el ¨¢rbitro, tras largas consultas de sus ayudantes a las im¨¢genes de v¨ªdeo, decret¨® que el ala ingl¨¦s Strettle no hab¨ªa llegado a depositar completamente el oval tras la l¨ªnea de marca galesa, junto al bander¨ªn de la esquina, y por lo tanto lo que cre¨ªan ensayo se quedaba en nada. Fue el ¨²ltimo ataque ingl¨¦s, el ¨²ltimo aliento para igualar un partido que llevaban controlado, con su estilo defensivo y oportunista, hasta el minuto 71, hasta que, tras la lesi¨®n de su apertura y pateador Farrell, un golpe de Halfpenny igual¨® el marcador a 12 (cuatro golpes de castigo por banda: el pie del acad¨¦mico y pulido apertura Owen Farrell, un futuro Wilkinson, dicen, por el quince de la rosa; el del rubio e intr¨¦pido zaguero Halfpenny, por los dragones rojos).

Fue el bocinazo de partida para 10 minutos de pelea en el centro, de percusiones y callejones de salida que no hac¨ªan prever que el partido se decidiera precisamente con un ensayo y un robo. Cinco minutos antes del final, con el partido empatado a 12, primero el robo: Scott Williams, fresco y veloz, reci¨¦n entrado en el campo, le quit¨® el bal¨®n de las manos en el centro del campo a Lawes, torpe y nervioso, reci¨¦n entrado en el campo, y tir¨® para adelante: patada rasa y profunda, carrera de 50 metros y ensayo casi bajo palos, que el rubio Halfpenny transform¨®.

En el otro partido jugado ayer, Irlanda derrot¨® 42-10 a Italia, quien tratar¨¢ de evitar la cuchara de madera ganado a Escocia la pr¨®xima jornada. Hoy, en Murrayfield, Escocia-Francia.