Un d¨ªa sin Messi
El Bar?a debe reiventarse hoy ante el Sporting sin La Pulga, omnipresente, y a quien Guardiola jam¨¢s cambia
La admiraci¨®n de Guardiola hacia Messi, y por extensi¨®n la decisi¨®n del entrenador de organizar el equipo en funci¨®n de las necesidades del jugador, ha aumentado con el paso del tiempo. No es solo una cuesti¨®n rom¨¢ntica, puro enamoramiento, sino que se fundamenta en las propias leyes del f¨²tbol. As¨ª, Guardiola recuerda que, poco despu¨¦s de asumir la direcci¨®n del equipo, al cuarto entrenamiento, Messi se le acerc¨® de manera disimulada para susurrarle al o¨ªdo: ¡°?M¨ªster! Ponga a este Sergio siempre en mi equipo¡±. La Pulga qued¨® prendado enseguida del sentido t¨¢ctico y tribal de Sergio Busquets y le quer¨ªa a su lado en cada pr¨¢ctica. Guardiola se congratul¨® de que Messi leyera el f¨²tbol de la misma manera y renov¨® su fe en el argentino, capaz de edificar su leyenda a partir del legado de Ronaldinho, Eto¡¯o o Ibrahimovic.
El v¨ªnculo Guardiola-Messi se ha reafirmado hasta tal punto de que se critica al entrenador por un trato de favor hacia el delantero. No le sustituye jam¨¢s ni le da descanso en situaciones que ni pintadas, cosa que aceptan sus compa?eros, incluso en el caso de los arietes como Villa. ?Hasta qu¨¦ punto la omnipresencia y competitividad de Messi como falso nueve puede haber atrofiado el instinto de los goleadores? La demanda se acostumbra a plantear en los pocos momentos de sequ¨ªa de La Pulga. Ahora, en cambio, en su mejor punto de forma, la hinchada se preocupa por su ausencia: hoy no jugar¨¢ ante el Sporting (20.00, Canal + Liga y gol TV) porque por vez primera ha sido suspendido por acumulaci¨®n de amonestaciones: simul¨® una falta, protest¨® al ¨¢rbitro y toc¨® tres veces el bal¨®n con la mano.
Aunque le cosen a patadas, es dif¨ªcil tirar a Messi, suspendido por reclamar, por intentar enga?ar al colegiado y no a los contrarios, futbolista de barrio por excelencia. Aprovechando la sanci¨®n, Guardiola le dijo el jueves que no quer¨ªa volver a verle hasta el lunes. Tambi¨¦n los descansos son extraordinarios en Messi. Ante el Sporting, no se alinear¨¢n La Pulga ni Busquets, de manera que la afici¨®n y la prensa se preguntan c¨®mo ser¨¢ un partido sin Messi. A veces se culpa al entrenador por no saber gestionar el descanso del jugador y, cuando no puede ponerle, se cuestiona c¨®mo se las arreglar¨¢ sin el mejor futbolista del mundo. ¡°El d¨ªa que descansa, quieren que juegue y cuando disputa un partido como el de ma?ana se pide que se le reserve para otras citas: ?en qu¨¦ quedamos?¡±, coinciden en el vestuario.
El argentino se ha perdido tres partidos esta temporada, los dos de Copa contra l¡¯Hospitalet y el de la Champions frente al Bate Borisov, todos solucionados f¨¢cilmente por el Bar?a. Ante la falta de un ariete cl¨¢sico, lesionado Villa y por tanto sin opci¨®n a que un delantero centro pueda reivindicar su condici¨®n de pichichi, la soluci¨®n ha sido Cesc, los extremos o Alexis. Cesc, otro falso nueve, se presenta de nuevo como la alternativa, al igual que ya pas¨® en Anoeta, el ¨²nico partido de Liga en que Messi fue suplente. La Pulga no ha dejado de jugar ni un solo encuentro importante, y las cuatro derrotas y cuatro empates del equipo en ausencia del argentino desde la llegada de Guardiola han sido irrelevantes. Hay dudas tambi¨¦n sobre si la visita del Sporting es una buena ocasi¨®n para medir la messidependencia.
La Pulga condiciona el juego azulgrana, quiz¨¢ porque no tiene competencia ni un sustituto que aspire a reivindicarse desde la suplencia, de la misma manera que su sola presencia en la formaci¨®n justifica el pago de una entrada: no hay otro capaz de jugar un partido particular en el partido de todos. El gol que marc¨® el domingo en el Calder¨®n y el triplete que le endos¨® a Suiza con Argentina auguraban una buena actuaci¨®n ante el Sporting. No podr¨¢ ser. ¡°A veces viene bien que uno solo pueda desconectar del grupo¡±, argument¨® Guardiola. ¡°Se ha esforzado mucho durante mucho tiempo¡±. Y concluy¨®: ¡°No conozco a un jugador m¨¢s determinante en los ¨²ltimos 15-20 metros. Habr¨¢ que intentar que cada jugador d¨¦ un paso adelante para que no se note su ausencia. Est¨¢ bien jugar de vez en cuando sin Leo y comprobar c¨®mo responde el equipo¡±.
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