Rory McIlroy ya es el n¨²mero uno

Era cuesti¨®n de tiempo, muy poco tiempo, que Rory McIlroy se convirtiera en el n¨²mero uno del golf mundial. Las apuestas no rondaban ya sobre su coronaci¨®n, como si el hecho se diera por descontado, sino en saber el d¨ªa y el lugar de la puesta de largo. Y ese d¨ªa ha llegado. El genio norirland¨¦s es ya el mejor golfista del planeta en la clasificaci¨®n, despu¨¦s de imponerse en el Honda Classic. El futuro ya est¨¢ aqu¨ª. En un deporte que a?ora el poder¨ªo de Tiger Woods, McIlroy es una bendici¨®n no solo por su juego fino y natural, sino sobre todo por el carisma que transmite su peque?a figura de cabellos rizados.

Con 22 a?os y 10 meses, McIlroy no es el n¨²mero uno m¨¢s joven de la historia (el orden como tal se instaur¨® en 1986). Ese privilegio todav¨ªa est¨¢ en las manos de Tiger Woods, que en junio de 1997 se aup¨® a lo m¨¢s alto con 21 a?os y seis meses. El Tigre, ahora en horas bajas, colecciona a¨²n el r¨¦cord de semanas totales como rey del golf (623), y el de semanas consecutivas (281, entre 2005 y 2010). Pero sus tiempos de dictador han pasado y ahora el que manda es McIlroy, un golfista de un talento natural, de swing delicioso y juego sencillo, que sin poseer el cuerpo de un pegador manda la bola a mucha distancia. A su edad ya ha ganado un grande, el Open de Estados Unidos de 2011 ¨Cy ha estado a punto de llevarse un par m¨¢s-, m¨¦rito que por ejemplo no cuenta en su palmar¨¦s el jugador al que ha sucedido como n¨²mero uno, el ingl¨¦s Luke Donald.

McIlroy no ha trabajado en toda su vida en otra cosa que no sea jugar al golf. En el colegio se aburr¨ªa, aunque no fuera mal estudiante, aplicado en las materias cient¨ªficas, siempre pensando en dejar las cuatro paredes de la clase y coger los palos. La fama le lleg¨® muy pronto y a los 10 a?os ya daba entrevistas. Poco despu¨¦s de superar la veintena, ya se hab¨ªa comprado 14 o 15 coches. Un capricho de un joven millonario que ahora parece tener los pies en la tierra. Rory juega como los ¨¢ngeles, es pareja de la tenista Caroline Wozniacki -con la que ha participado tras su ¨¦xito en una exhibici¨®n de la tenista en el Madison Square Garden-, tiene a Rafa Nadal como modelo y ha encandilado a veteranos y noveles, admirado por gente como Jack Nicklaus, que le invit¨® a jugar en su club privado, y por la muchachada, que le sigue en las redes sociales. Hasta Ballesteros le escribi¨® varias cartas de apoyo y consejos es sus primeros torneos. McIlroy es universal.

Dentro de un mes, Augusta abre las puertas de su maravilloso campo. McIlroy se dispone a llegar como n¨²mero uno del mundo. El 16? desde que se instaur¨® esta clasificaci¨®n, en 1986. El primer norirland¨¦s en llegar a lo m¨¢s alto sigue un listado de jugadores en que est¨¢n Langer, Ballesteros, Norman, Faldo, Woosnam, Couples, Price, Lehman, Els, Duval, Singh, Woods, Westwood, Kaymer y Donald.

Woods, con la mejor vuelta final de su carrera (62), remont¨® en el Honda Classic hasta ser segundo y acechar la victoria de su joven oponente, que se impuso con dos golpes de ventaja. Como si el Tigre se resistiera panza arriba a que McIlroy llegara al n¨²mero uno mundial. Woods sabe que ahora se abre una nueva era.