El Depor de ¡®Maracan¨¢¡¯
Fran, Mauro Silva y Valer¨®n recuerdan 10 a?os despu¨¦s el ¡®centenariazo¡¯, cuando el equipo coru?¨¦s gan¨® la Copa al Madrid en el Bernab¨¦u y en el aniversario del club blanco
No hay partido en el que en Riazor no se recuerde aquel triunfo; en el que no se afine la tonadilla que glosa lo que ocurri¨®, hace ahora 10 a?os, la noche en la que el Deportivo alz¨® su segunda Copa del Rey (1-2), cen¨® en un popular asador el men¨² encargado por su rival, el Madrid, y C¨¦sar Augusto Lendoiro, su presidente, bail¨® boleros al amanecer: ¡°?Daaale, Depor! ?Dale, Deee! / Al comp¨¢s del tamboril, / la Copa del Centenario / se la ganamos al Madrid¡±.
Fue el 6 de marzo de 2002, un mi¨¦rcoles. Aquella temporada s¨ª se supo desde el inicio que la final de la Copa se jugar¨ªa en el Bernab¨¦u porque lo hab¨ªa pedido el Madrid para conmemorar que justamente en esa fecha se cumpl¨ªan 100 a?os de su fundaci¨®n. Eran tiempos de gal¨¢cticos y de excelencia para los blancos, que llevaban ocho cursos sin llegar a ese partido decisivo y convirtieron la Copa en una prioridad. La final respond¨ªa al oropel que se preve¨ªa porque enfrentaba a los dos ¨²ltimos campeones de la Liga.
REAL MADRID, 1 ¨C DEPORTIVO, 2
Real Madrid: C¨¦sar; Salgado, Hierro, Pav¨®n (Solari, m. 46), Roberto Carlos; Helguera, Makelele; Figo (McManaman, m. 83), Ra¨²l, Zidane; y Morientes (Guti, m. 67).
Deportivo: Molina; Scaloni, C¨¦sar, Naybet, Romero; Sergio, Mauro Silva; V¨ªctor (Djalminha, m. 88), Valer¨®n (Duscher, m. 63), Fran (Capdevila, m. 84); y Trist¨¢n.
Goles: 0-1. M. 6. Sergio recorta a Hierro y bate a C¨¦sar entre las piernas. 0-2. M. 38. Trist¨¢n, a pase de Valer¨®n. 1-2. M. 57. Ra¨²l, a centro de Morientes, tras una recuperaci¨®n de Solari.
?rbitro: Mejuto Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Hierro, Solari, Helguera, Mauro Silva, V¨ªctor, Fran y Molina.
¡°Sin embargo, desde Madrid se foment¨® la idea de que ¨ªbamos de comparsas¡±, recuerda Fran, el primero en levantar la Copa aquella noche. Cuando el Deportivo lleg¨® al estadio, el capit¨¢n y su inseparable Djalminha se acercaron al que fuera compa?ero Fl¨¢vio Concei??o, traspasado dos veranos antes al adversario. Este les pregunt¨® qu¨¦ iban a hacer tras el partido e hizo c¨¢balas sobre si les podr¨ªa ver porque ten¨ªa que acudir ¡°a la fiesta¡±. ¡°?Hombre!, habr¨¢ que jugar primero, ?no crees?¡±, le respondi¨® Fran.
¡°La sensaci¨®n que ten¨ªamos de que parec¨ªa que ellos ya hab¨ªan ganado antes de jugar nos hizo fuertes, pero en sus futbolistas no percib¨ª esa confianza¡±, apunta Lionel Scaloni en una visi¨®n que refrenda Juan Carlos Valer¨®n: ¡°Nos respetaron antes, durante y despu¨¦s. Era un equipazo, pero nos cogieron en un momento ¨®ptimo de juego, confianza y f¨²tbol¡±.
Una semana antes, el Deportivo hab¨ªa dado un recital en Riazor ante el Juventus, al que super¨® por 2-0 en un partido de la Champions en el que hasta pudo golear. Una semana despu¨¦s sell¨® tambi¨¦n con un 0-2 su visita al Arsenal, en Highbury, quiz¨¢s en el encuentro m¨¢s completo de aquel equipo entrenado por Javier Irureta.
¡°Era el mejor conjunto de la historia del Deportivo. Marcamos una ¨¦poca¡±, sostiene Fran. Para ilustrar el potencial, Valer¨®n recuerda que en el banquillo hab¨ªa gente como Djalminha y Makaay, y que Donato se hab¨ªa quedado, lesionado, fuera del once. ¡°Era un momento dulce, incre¨ªble, at¨ªpico. En el vestuario sab¨ªamos que no est¨¢bamos tan lejos del Madrid¡±, recuerda Sergio, autor del gol que abri¨® la final para el cuadro coru?¨¦s.
¡°Ten¨ªamos un equipazo que siempre sal¨ªa a coger el bal¨®n y dominar, pero tambi¨¦n hubo mucho de David contra Goliat¡±, reconoce Mauro Silva. El brasile?o fue el due?o de la final, el eje de su equipo con una actuaci¨®n portentosa ante una n¨®mina incomparable de la que destaca a Zidane. ¡°Era majestuoso¡±, valora.
Mauro Silva estuvo en el foco de principio a fin. Al poco de empezar el partido, se vio envuelto en una acci¨®n que anunci¨® por d¨®nde iba a ir. Scaloni entr¨® duro a Ra¨²l y este sali¨® trastabillado hacia el brasile?o. ?Centenario?... A por todas. Chocaron y se enzarzaron en la ¨²nica tangana que protagoniz¨® Mauro en casi 20 a?os de profesional. ¡°?C¨®mo no lo voy a recordar! Ra¨²l es muy pasional, pelea much¨ªsimo y en el Bernab¨¦u siempre le gustaba imponerse. Le cog¨ª por la pechera y se arm¨®¡±. De pronto, en medio de la refriega, surgi¨® Molina, que hab¨ªa dejado su porter¨ªa para recorrer 40 metros y encararse con Ra¨²l. ¡°Que una persona como Jos¨¦, tan respetuosa y correcta, reaccionara as¨ª sirvi¨® para que todos se dieran cuenta de que ¨ªbamos en serio¡±, recalca Mauro.
¡°Antes habr¨¢ que jugar, ?no?¡±, le dijo Fran a Concei??o, que ya se ve¨ªa en la fiesta local
Sergio marc¨® a los seis minutos de juego y alz¨® su camiseta para dejar ver un mensaje. Ten¨ªa una muletilla. Suele decir a modo de saludo o chanza: ¡°?Qu¨¦ pasa con el tema?¡±. En la Copa que gan¨® con el Espanyol se lo escribi¨® en una camiseta con el nombre de sus padres y sus hermanos: ¡°Al Bernab¨¦u me llev¨¦ la de ?Qu¨¦ pasa con el tema 2?¡±. Trist¨¢n rubric¨® el segundo gol a siete minutos del descanso. ¡°Se nos puso de cara y se vio claro que toda la presi¨®n la ten¨ªa el Madrid¡±, relata Valer¨®n.
Dos horas antes del inicio, los aleda?os del estadio eran blanquiazules. Djalminha, suplente de inicio, se asom¨® al campo antes de que salieran a prepararse sus compa?eros y entr¨® en el vestuario con los ojos como platos: ¡°?Ah¨ª fuera est¨¢ media A Coru?a!¡±. Toda esa gente enton¨® tras el gol de Trist¨¢n, plena de retranca, el Cumplea?os feliz.
Ra¨²l acort¨® distancias al cuarto de hora de la reanudaci¨®n, pero Irureta respondi¨® con un cambio que llev¨® las manos a la cabeza de unos cuantos por lo que transmit¨ªa de renuncia: Duscher por Valer¨®n. Pero el partido se cerr¨®. ¡°Los del Madrid se quedaron destrozados. Por eso a m¨ª no se me va de la cabeza la imagen de Ra¨²l d¨¢ndonos la enhorabuena uno a uno. Es un referente¡±, rescata Sergio. En el palco, Lendoiro recuerda c¨®mo Florentino P¨¦rez, con quien le une una buena relaci¨®n, tard¨® bastantes minutos en reaccionar y acercarse a felicitarle. ¡°Solo nos queda pedir perd¨®n a nuestros aficionados¡±, atin¨® a decir. ¡°Ganamos y... punto¡±, zanj¨® Manuel Fraga, el presidente de la Xunta.
Tambi¨¦n hubo satisfacciones ¨ªntimas, como la de Valer¨®n, que con 26 a?os hab¨ªa jugado y perdido tres finales de Copa. ¡°Los compa?eros me hab¨ªan tomado el pelo. Dec¨ªan que era gafe. Y yo pensaba: ¡®Ya he ca¨ªdo en tres y ahora voy a jugar otra contra el Madrid y en su casa¡±. No contaba con la c¨¢bala de Fran, que hab¨ªa acreditado a su amigo Isidro como fot¨®grafo con una camarita de aficionado: ¡°Hice lo mismo cuando ganamos la Copa al Valencia y el d¨ªa que logramos la Liga contra el Espanyol. No pod¨ªa fallar¡±.
La fiesta fue blanquiazul y comenz¨® sobre el c¨¦sped. All¨ª, Scaloni lo dej¨® todo antes y despu¨¦s del pitido final: ¡°Lanc¨¦ el pantal¨®n a la grada y me colgu¨¦ del larguero de la porter¨ªa con nuestra gente enfrente¡±. De fondo, los fuegos artificiales del Centenario. El argentino, que prolonga su carrera en el Lazio, resume tantas sensaciones: ¡°Es el trofeo que m¨¢s disfrut¨¦¡ Pagar¨ªa lo que fuera por volver a ponerme esa camiseta y que empezara de nuevo el partido¡±.
En realidad, algo m¨¢s que un partido. Por algo el Deportivo se sinti¨® en Maracan¨¢, como Uruguay en el Mundial de 1950 ante Brasil. Hubo un maracanazo y un centenariazo.
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