La lupa del Apoel
Jovanovic, que entrena a un grupo sin jerarqu¨ªas, realiza interminables sesiones de v¨ªdeo
Al tiempo que los jugadores se tiraban el agua por encima, cantaban y bailaban al ritmo del Ai se eu te pego de Michel Tel¨® en las entra?as del estadio Petrovski, de San Petersburgo, la casa del Zenit, las calles de Nicosia se inundaban de c¨¢nticos y bufandas para festejar el pase hist¨®rico del Apoel a los octavos de final de la Champions. En el vestuario, a escasos metros del alborozo, su t¨¦cnico, el serbio Ivan Jovanovic, asent¨ªa con una sonrisa, entremezclada la felicidad y la satisfacci¨®n. Su lupa no hab¨ªa fallado, sus interminables sesiones de v¨ªdeo hab¨ªan valido la pena porque su grupo, tan sencillo como falto de jerarqu¨ªa, hab¨ªa superado en la fase de liguillas al mismo Zenit, Oporto y Shakhtar. Ahora aguardan al Lyon despu¨¦s de perder (1-0) en la ida.
La naturalidad del Apoel se explica en muchos detalles. Sobre todo, porque no hay intransigencia alguna; porque no hay normas estramb¨®ticas ni castigos por llegar tarde, entre otras razones porque no ha habido un solo jugador que se durmiera para la sesi¨®n matinal. La ¨²nica obligaci¨®n es la de pasar cada semana por la b¨¢scula de la dietista, que les pesa y mide la grasa. Pero tampoco se pagan las tarjetas, no se desayuna o se come en la ciudad deportiva ¡ªtiene dos campos¡ª y el presidente, Phivos Erotokritou, no se entromete en nada, hasta el punto de que nadie le vio por el vestuario del estadio Petrovski para descorchar botellas de champ¨¢n. ¡°No le gusta. ?l prefiere el modelo de gesti¨®n ingl¨¦s, el de dejar hacer¡±, revela Urko Pardo, un espa?ol que era el portero titular hasta hace cuatro jornadas. Un modelo que funciona porque con el presupuesto m¨¢s bajo del torneo ¡ªpoco m¨¢s de ocho millones de euros¡ª fich¨® jugadores que le han dado una gran rentabilidad ¡ªJahic, Belaid, Kak¨¢, Adorno, Urko...¡ª y solo se gast¨® 640.000 euros. Quiz¨¢ por eso, porque ninguno tiene la aureola de estrella, el vestuario no es piramidal. ¡°Es un grupo muy abierto, en el que se escucha la opini¨®n de todos¡±, dice el delantero Esteban Solari. ¡°No hay un l¨ªder. Quiz¨¢ esa sea la fuerza de este equipo¡±, apostilla Urko.
Solo manda Jovanovic, que suele dar las charlas en griego a la vez que el segundo entrenador las traduce al ingl¨¦s. ¡°Pero en el vestuario se habla el portu?ol¡±, explica Urko. ¡°Porque hay mucho brasile?o y portugu¨¦s, adem¨¢s de nosotros y el paraguayo Aldo¡±, apunta Solari. Y, reinante el buen ambiente, las bromas est¨¢n a la orden del d¨ªa, como en el cumplea?os de Urko, cuando la plantilla le cogi¨® y troce¨® los calzoncillos que usa para los entrenamientos y los partidos. ¡°Pero al siguiente d¨ªa me trajeron unos nuevecitos, ?eh?¡±, cuenta. Tambi¨¦n se persigue atinar con el mejor doble de los futbolistas, re¨ªrse de una prenda nueva de ropa... ¡°Somos ni?os, al fin y al cabo¡±, suelta el meta. Unos ni?os que est¨¢n haciendo toda una hombrada en Europa. Quiz¨¢, porque nada les sorprende.
Cada semana, el m¨ªster re¨²ne a los jugadores en la sala de la ciudad deportiva para una sesi¨®n de v¨ªdeo. ¡°Suelen ser largas¡±, comenta Solari. Y no es raro que sean dobles. ¡°Le gustan mucho¡±, aclara Urko, ¡°y eso es lo que le diferencia del resto de entrenadores. Siempre sabemos lo que nos encontraremos delante¡±. Sobre todo, en la Champions, cuando no es raro que los jugadores se pasen tres horas atados a la silla porque Jovanovic les pone partidos completos y les remarca ciertas jugadas. ¡°Porque en Europa nos toca defendernos¡±, reconoce Urko. ¡°Porque tiene una gran capacidad para analizar los rivales y resumir los puntos buenos y malos de los rivales¡±, agrega Solari.
El conjunto chipriota, que ha hecho historia en Europa, aplica en todo la naturalidad
La lupa de Jovanovic, en cualquier caso, no funciona igual en la Liga chipriota, en la que van los terceros, a cuatro puntos del l¨ªder, el AEL Limasol. Circunstancia que ha puesto de u?as al p¨²blico, que ha convertido en t¨®nica el abucheo. ¡°Los hinchas son sorprendentemente efusivos y pasionales¡±, puntualiza Solari, ¡°pero no conflictivos. Es l¨®gico que est¨¦n reacios porque estamos flojos en nuestra competici¨®n, en la que te¨®ricamente somos superiores¡±.
No as¨ª en Europa, donde son la revelaci¨®n, donde tienen la lecci¨®n aprendida al dedillo. Hoy, como siempre hacen en el vestuario antes de jugar un partido, los jugadores gritar¨¢n tres veces ¡°?Apoel!¡± al un¨ªsono. Juegan contra el Lyon. ¡°Ganarle es posible¡±, dice Urko. ¡°Estamos convencidos¡±, remarca Solari. Tienen claro que el rival, m¨¢s all¨¢ de las genialidades individuales, dif¨ªcilmente puede sorprenderles.
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