Vuelven las ¨¢guilas de Lisboa

Si por Bela Guttman fuera nadie en Lisboa deber¨ªa de alterarse: el Benfica no volver¨¢ a reinar en Europa hasta m¨¢s all¨¢ de 2062. Es la maldici¨®n que lanz¨® el t¨¦cnico h¨²ngaro, el que hizo bicampe¨®n continental a aquellas m¨ªticas ¨¢guilas y fue despedido tras superar al Madrid en una memorable final. Fue entonces cuando, despechado, anunci¨® que el club con m¨¢s seguidores del f¨²tbol luso tardar¨ªa 100 a?os en volver a la c¨²spide. Pero en Lisboa sue?an. Se saben inferiores a Real Madrid, Barcelona o a las escuadras italianas, aunque han conseguido formar un combo estimable, pleno de alternativas en ataque. Est¨¢n en cuartos de final, cuesti¨®n nada balad¨ª para un equipo que ya lleg¨® a esa cota en 2006, pero que desde entonces atraves¨® varios desiertos, que incluso ahora, en las dos ¨²ltimas semanas, hab¨ªa deca¨ªdo para dejar en manos del Oporto el liderato en la competici¨®n nacional.

Para el Benfica la vieja Copa de Europa es una competici¨®n tot¨¦mica. Por eso el estadio da Luz casi se llen¨® para empujar a su equipo a remontar la m¨ªnima derrota (3-2) de la ida ante un Zenit que fluctu¨® entre la mezquindad y la impotencia, que sali¨® a guardar el empate y cay¨® en la tentaci¨®n de pensar que se pod¨ªa parar el tiempo y que no ocurriera nada sobre el c¨¦sped. Y algo pas¨®.

Sucedi¨® que el Benfica comenz¨® paciente. Se aceler¨® como un diesel en cuanto Maxi Pereira y Bruno C¨¦sar se activaron por la banda derecha, pero cuando pareci¨® llegar a una velocidad de crucero se encontr¨® con un partido parado, con constantes interrupciones, con la flema de Howard Webb que permiti¨® un ritmo nada brit¨¢nico. Sin argumentos ni demasiada intenci¨®n de explorar m¨¢s all¨¢ de su medio campo, pudo el Zenit encontrar premio en un error del meta Artur, pero hall¨® el castigo en los cuatro minutos de prolongaci¨®n que precedieron al descanso, cuando Bruno C¨¦sar aparc¨® sus veleidades individualistas y encontr¨® a Witsel en el coraz¨®n del ¨¢rea. Demasiado atr¨¢s el Zenit, mal defendido el centrocampista belga, que estrell¨® su remate en el portero, pero tuvo la lucidez de convertir el rechace en un taconazo que regal¨® el gol a Maxi Pereira.

Sin el luso-venezolano Danny, lesionado, y el reci¨¦n incorporado Arshavin, inutilizable por haber jugado esta temporada la Champions con el Arsenal, el Zenit tiene un importante d¨¦ficit de talento. Tom¨® la pelota, pero encontr¨® entonces sus limitaciones; abri¨® el partido y el Benfica le esper¨® al galope, con Nolito ya en el campo en sustituci¨®n de un desapercibido Rodrigo. Arriesg¨® el Zenit en lo num¨¦rico porque todo lo que empez¨® tras la pelota acab¨® delante de ella, no en lo futbol¨ªstico, aspecto en el que solo encontr¨® desborde en alg¨²n caracoleo de Fayzulin y muri¨® al borde del ¨¢rea sin ni siquiera probar a Artur antes de que Oliveira rubricara el resultado en la ¨²ltima jugada del partido.