El Valencia sestea ante el PSV

Tan temido en otras ¨¦pocas, el f¨²tbol holand¨¦s inspira ahora ternura, con equipos tan inocentes como el PSV, blando en las ¨¢reas. Hasta los minutos finales, cuando seste¨® el Valencia y desaprovech¨® la goleada, despertando la ira de Mestalla. Porque antes el Valencia hab¨ªa aprovechado la energ¨ªa y la calidad de Parejo para liquidar aparentemente al PSV. En una noche tan pl¨¢cida, hasta la amonestaci¨®n por la que Soldado se perder¨¢ el partido de vuelta hab¨ªa sido bienvenida. Inopinadamente, lo estrope¨® en parte en el ¨²ltimo suspiro.

Fue tan superior el Valencia que no pod¨ªa creerlo. El rudo Stoke hab¨ªa ofrecido much¨ªsima m¨¢s resistencia. El alabado e hist¨®rico PSV result¨® un azucarillo en la boca valencianista. Alimentada por futbolistas poco habituales con hambre atrasada. Parejo al frente de la cocina. El mediocentro madrile?o jug¨® de manera elegante, abriendo el bal¨®n a un lado y a otro, buscando los pasillos interiores, con la inestimable colaboraci¨®n de Pablo, d¨¢ndole el buen uso a la pelota ausente en las dos ¨²ltimas dos citas ligueras. Barrag¨¢n se present¨® como tercer invitado.

Percuti¨® por la banda derecha media docena de veces, aprovechando la biso?ez del lateral izquierdo, Willems, de tan solo 17 a?os, sustituido por el t¨¦cnico holand¨¦s, Rutten, antes del descanso. Pablo prob¨® con ¨¦xito el uno contra dos: su centro al segundo palo lo cabece¨® V¨ªctor Ruiz. Poco despu¨¦s, Barrag¨¢n tambi¨¦n se escap¨® de dos rivales antes de centrar raso para que Soldado, en su t¨ªpico desmarque al primer palo, rematara de un toque a gol. La defensa holandesa era una invitaci¨®n permanente a la glotoner¨ªa. Con la zaga supuestamente colocada, Piatti, sin llegar al 1,70, cabece¨® junto a la l¨ªnea peque?a un centro de Barrag¨¢n. Jonas tambi¨¦n tuvo permiso para internarse en el ¨¢rea, recibiendo la patada de Strootman. El penalti lo transform¨® Soldado.

Los chicos del PSV se conjuraron en un c¨ªrculo antes del comienzo del segundo tiempo. Mertens chispe¨® un par de acciones por la izquierda, pero nada m¨¢s lejos de la realidad. Parejo ote¨® el horizonte, vio la carrera prevista de Piatti y le envi¨® un pase de 30 metros a la espalda de la zaga. El peque?o argentino resolvi¨® con templanza. El Valencia, tan grandull¨®n, hab¨ªa abusado tanto de un rival tan tierno que se confi¨®. Y lo pag¨® en el ¨²ltimo tramo.