Button pisa el terreno a Hamilton
El ingl¨¦s se ha ganado la confianza de mec¨¢nicos e ingenieros, mientras que su compa?ero ya no es el piloto predilecto del equipo
Que las cosas est¨¢n cambiando en McLaren ya no es un secreto para nadie. Cuando en 2007 Fernando Alonso fue su primer piloto, la llegada de Lewis Hamilton acab¨® por amargarle la existencia a partir del favoritismo que el equipo ya demostr¨® en la primera carrera, aplaudiendo a rabiar el adelantamiento del brit¨¢nico sobre el espa?ol en las primeras curvas. Alonso luch¨® toda la temporada contra las ayudas subliminales, y no tanto, que recib¨ªa Hamilton en las carreras. Pero no consigui¨® cambiar la din¨¢mica de las cosas en el seno de un equipo que hab¨ªa visto nacer a Hamilton ¨Cest¨¢ con ellos desde los 13 a?os- y le hab¨ªa apoyado en toda su evoluci¨®n hasta llegar a la F-1.
Alonso se fue desenga?ado, rompiendo su contrato y enfrentado a Ron Dennis, director del equipo, que le hab¨ªa arrebatado la posibilidad de ganar el t¨ªtulo en la ¨²ltima carrera. Su baja fue suplida por Heiki Kovalainen, que pas¨® completamente desapercibido. Pero en 2010, lleg¨® al equipo otro piloto brit¨¢nico, avalado por un t¨ªtulo mundial incuestionable que hab¨ªa ganado en 2009 en un equipo por el que nadie daba un duro, el Brawn, pero que dise?¨® un coche imbatible gracias al uso de un doble difusor, cuestionado por todos los dem¨¢s equipos pero ratificado por la FIA. Y las cosas comenzaron a cambiar.
La lucha interna que tuvo que afrontar esta vez Hamilton ya no era la de un piloto de la casa contra un espa?ol que, eso s¨ª, habla un ingl¨¦s perfecto ¨Ccosa muy importante para Dennis-. Ahora se enfrentaba a un rival brit¨¢nico, con un car¨¢cter muy afable, buen conocedor de su profesi¨®n, capaz de entender perfectamente el funcionamiento de su coche y de detectar sus hipot¨¦ticos fallos, y de realizar un set-up impecable. Adem¨¢s, su tipo de conducci¨®n fina y precisa, contrastaba con la agresividad permanente y a veces excesiva de Hamilton.
Otro factor decisivo en esta lucha por el liderato del equipo fue el cambio en la c¨²pula de la escuder¨ªa. Ron Dennis, el gran protector de Hamilton, se vio forzado a abandonar el equipo para evitar males mayores por su animadversi¨®n hacia Max Mosley, entonces presidente de la FIA, y se concentr¨® en el desarrollo y el lanzamiento del McLaren para usuarios que tan buenos rendimientos econ¨®micos est¨¢ dando a la f¨¢brica brit¨¢nica. El traspaso de poder a Martin Whitmarsh cambi¨® radicalmente el panorama interno en la escuder¨ªa. El equipo abri¨® las puertas al paddock, se despoj¨® de la arrogancia brit¨¢nica y mostr¨® una actitud dialogante, inexistente hasta entonces.
En este contexto, la figura de Hamilton perdi¨® peso. Hab¨ªa ganado su primer t¨ªtulo mundial en 2008 y todo apuntaba hacia una nueva coronaci¨®n el a?o siguiente. Pero no se produjo. Y cuando Button lleg¨® al equipo, Hamilton tuvo conciencia de que ten¨ªa un problema. Su experiencia de 2007 le llev¨® a no extremar sus posiciones. La convivencia en el equipo fue buena desde el primer momento. Pero Button nunca se arrug¨® ni en la pista ni fuera de ella y siempre defendi¨® su posici¨®n. ¡°Si puedo ganar carreras lo har¨¦¡±, se?al¨® en sus primeras entrevistas. ¡°No vengo aqu¨ª para ser segundo de nadie. En el equipo no hay prioridades, los dos tenemos el mismo material y el mismo apoyo¡±.
Button lo demostr¨® en varias carreras, en las que no se amilan¨® cuando Hamilton le atacaba por detr¨¢s o cuando deb¨ªa superarle en situaciones dif¨ªciles. Nunca cedi¨® ante la agresividad de su compa?ero de equipo y principal rival. La pasada temporada, los dos se repartieron las seis victorias que consigui¨® McLaren, rompiendo el monopolio de Red Bull. Y esta temporada, Button vuelve a mostrar que no est¨¢ dispuesto a ceder ni un mil¨ªmetro. Y Whitmarsh le da confianza y le promete que no se favorecer¨¢ a Hamilton bajo ning¨²n concepto. Lo que consiga el campe¨®n de 2008 deber¨¢ gan¨¢rselo. Y la cara de enfado que mostraba en su conferencia de prensa posterior a la carrera, fue la mejor muestra de la metamorfosis que se ha producido en el interior del equipo McLaren.
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