El Mallorca fulmina al Atl¨¦tico en dos minutos

A? la hora de la siesta se dieron cita el Atl¨¦tico, en su asalto a los puestos de Liga de Campeones, y el Mallorca, en su lenta pero obstinada hu¨ªda de la zona baja. Tediosa primera parte y arrebatadora segunda mitad, en la que el Atl¨¦tico acab¨® capitulando ante un equipo en inferioridad num¨¦rica.

Como de costumbre, el Mallorca cedi¨® la iniciativa al rival. Con la aportaci¨®n de Tejera, Caparr¨®s trat¨® de dotar de verticalidad y rapidez al contragolpe balear. Pero el medio catal¨¢n apenas tuvo ocasi¨®n de mostrarse. Falto de ritmo de competici¨®n, cay¨® lesionado y fue sustituido por Tissone antes del descanso.

Mientras el Mallorca se perd¨ªa en balones largos e inocentes, no andaba mucho m¨¢s fino el Atl¨¦tico, con serias dificultades para conectar con los dos hombres en punta ¨CFalcao y Adri¨¢n¨C y con Koke desaparecido en la banda izquierda. Los rojiblancos parecieron acusar el cansancio por un calendario exigente. Las imprecisiones y los fallos en la construcci¨®n del juego exigieron dos buenas intervenciones de Courtois: el meta belga salv¨® un disparo ajustado de Castro y resolvi¨® un mano a mano con V¨ªctor.

La segunda mitad arranc¨® el¨¦ctrica. Al minuto, la fortuna sonri¨® al Mallorca. Tras una buena combinaci¨®n por la izquierda, Castro recibi¨® un bal¨®n muerto, dispar¨® desviado y God¨ªn la meti¨® de tac¨®n. Dos minutos despu¨¦s, los locales volvieron a sorprender a la zaga colchonera con un veloz contragolpe, esta vez escorado a la derecha y culminado por Pereira con un fuerte disparo cruzado.

Noqueado en un santiam¨¦n, el Atl¨¦tico pudo regresar al partido casi inmediatamente, gracias a una brillante jugada de estrategia. La falta ensayada acab¨® en un barullo sobre la l¨ªnea de gol, donde Ramis se dej¨® caer sobre el bal¨®n y lo detuvo con las manos. Turienzo expuls¨® al central y se?al¨® el pertinente penalti. Pero Falcao dispar¨® suave y al centro: un aut¨¦ntico regalo para Aouate.

Al rato, el colombiano se resarci¨® de su error con una acci¨®n primorosa. Es lo que tienen los depredadores del ¨¢rea: un fallo puede multiplicar por mil su hambre de gol. Caracole¨® El Tigre en el semic¨ªrculo para deshacerse de dos rivales y luego super¨® al portero con una suave vaselina que bes¨® el travesa?o.

No fue suficiente. Frente a un Mallorca con diez y m¨¢s atrincherado que nunca, el Atl¨¦tico vio caer los minutos y se estrell¨® una y otra vez contra Aouate. La victoria se festej¨® en Son Moix como si fuera media salvaci¨®n.