El dilema de Ra¨²l

Ra¨²l tiene a Alemania en vilo. Hace apenas tres meses se llevaba la mano al coraz¨®n tras marcar el tercer gol que completaba su hat-trick al Werder Bremen. Poco despu¨¦s explicaba en la cadena de televisi¨®n ZDF el significado de su gesto: ¡°Quer¨ªa agradecer a la gente el cari?o que me tiene. Venir a este equipo ha sido una experiencia maravillosa. Todos me tratan con much¨ªsimo respeto y es algo que no me esperaba. Soy feliz jugando al f¨²tbol aqu¨ª y me gustar¨ªa quedarme¡±. Aquel d¨ªa el delantero andaba exultante. Se atrevi¨® incluso a responder a una pregunta en un macarr¨®nico alem¨¢n y se subi¨® por segunda vez desde su llegada al Schalke a la grada (la primera vez lo hizo tras la clasificaci¨®n del equipo a semifinales de la Champions por primera vez el a?o pasado) para corear un canci¨®n con los aficionados: ¡°No sabr¨ªa traducirla, pero s¨¦ m¨¢s o menos c¨®mo se canta¡±, relataba.

Ahora las cosas han cambiado. Las especulaciones sobre su futuro son constantes: casi todos los d¨ªas aparecen en los medios alemanes nuevos detalles sobre su situaci¨®n y en las ¨²ltimas semanas la balanza se inclina por su salida de la Bundesliga: ¡°Ra¨²l es extraordinario, pero dudo de que el Schalke vaya a hacer un gran sacrificio econ¨®mico por un jugador de casi 35 a?os¡±, manifiesta Christof Kneer, redactor del S¨¹ddeutsche Zeitung. En la misma l¨ªnea se expresa el director del programa de deportes Sportschau de la cadena ARD, Steffen Simon, a trav¨¦s un reciente art¨ªculo con olor a despedida: ¡°Gracias, se?or Ra¨²l Gonz¨¢lez Blanco¡±, titul¨® en castellano. Luego escribe que el madrile?o ¡°lleg¨® como una leyenda y se ir¨¢ como un h¨¦roe¡± y concluye con un ¡°todos tenemos que estar agradecidos por haber disfrutado de un futbolista como ¨¦l¡±.

Uno de los escollos para la renovaci¨®n es que Ra¨²l quiere prolongar su contrato dos a?os y el Schalke solo le ofrece uno. Adem¨¢s, est¨¢ el problema de su ficha: hasta ahora el Real Madrid aportaba dos millones de euros de los cerca de siete que cobra cada a?o, pero dejar¨¢ de pagar esta subvenci¨®n a final de temporada. A pesar del secretismo sobre las cifras, los medios dan por hecho que para quedarse el futbolista tendr¨ªa que renunciar a un buen pellizco de su salario. Un dinero que no le iba a faltar en caso de iniciar la aventura a Catar, EE UU o Rusia.

Por si fuera poco, los diarios apuntan a que su bajo rendimiento desde que comenz¨® la segunda vuelta est¨¢ haciendo mella en la negociaci¨®n. Como si quisiera desmentirlo, Ra¨²l volvi¨® a marcar ayer en la victoria de su equipo ante el Kaiserlauten (4-1). Su t¨¦cnico, Huub Stevens, ha respaldado a su pupilo, pero no se ha cortado a la hora de expresar dudas sobre su futuro rendimiento: ¡°Tiene 34 a?os y en su caso se trata de que pueda mantener el nivel¡±, afirma.

En las casi dos temporadas que lleva en Alemania, el exjugador del Madrid ha jugado un total de 87 partidos y ha anotado 34 goles. Su camiseta es la m¨¢s vendida en las tiendas del club; su gol de cuchara contra el Colonia, el mejor del a?o 2011 en Alemania; su f¨²tbol hace las delicias de los seguidores y su f¨ªsico, la de muchas aficionadas: las del Schalke le han elegido jugador m¨¢s atractivo de la Bundesliga.

Le gusta vivir en D¨¹sseldorf. ¡°Es una ciudad muy agradable, m¨¢s peque?a que Madrid¡±, ha dicho. Su familia no ha tenido problemas para adaptarse al pa¨ªs: ¡°No echamos mucho de menos Espa?a. Las corridas de toros las puedo seguir por televisi¨®n¡±, asegura en una entrevista en el peri¨®dico digital DerWesten. Todas las ma?anas acompa?a a sus hijos al colegio antes de ir a entrenarse y a veces se los lleva a ver partidos de hockey sobre hielo. Es el ni?o mimado de la afici¨®n con la que ha vivido momentos inolvidables: ¡°Celebrar con ellos en las gradas la victoria contra el Inter en la Champions fue muy emocionante. En Espa?a esa relaci¨®n con el p¨²blico no existe. Uno se despide con la mano de la gente y basta¡±.

Se ha llevado los halagos de t¨¦cnicos, jugadores y medios, que destacan su talento, ¡°sencillez y profesionalidad¡±. Pero su presidente, Clemens T?nnies, no est¨¢ por la labor de pon¨¦rselo f¨¢cil: ¡°Le hicimos una oferta muy buena. Estamos conversando con su representante y toca esperar. Ahora, depende de ¨¦l¡±, ha comentado.

La pelota est¨¢ una vez m¨¢s en el tejado de Ra¨²l.