El gran caballero de la f¨®rmula 1
Despu¨¦s de m¨¢s de 40 a?os en las carreras, Frank Williams afronta su primera temporada alejado de los circuitos
Hasta la pasada temporada, cada vez que uno entraba en el hospitality de Williams pod¨ªa ver, en un extremo de la carpa, una especie de armaz¨®n que permit¨ªa a Sir Francis Owen Garbatt Williams (South Shields, Gran Breta?a, 1942) incorporarse durante un rato para mejorar su circulaci¨®n; antes de volver a sentarse en la silla de ruedas que le ha acompa?ado los ¨²ltimos 26 a?os, desde aquel fat¨ªdico marzo de 1986. El Ford Sierra en el que viajaba desde Paul Ricard y en direcci¨®n al aeropuerto de Niza, se sali¨® de la carretera y dio varias vueltas de campana al despe?arse por un barranco, caus¨¢ndole una fractura en la columna vertebral. Las consecuencias de aquel accidente, sin embargo, no le alejaron de los grandes premios ni tampoco de sus funciones como consejero delegado de la escuder¨ªa que lleva su nombre desde que la fund¨® a mediados de los sesenta. El pasado mes de enero, el ¨²ltimo superviviente de los jefes de equipo que se rebelaron y otorgaron la batuta de la F-1 a Bernie Ecclestone, anunci¨® su retirada del circuito, por m¨¢s que siga como mayor accionista de la estructura. ¡°En abril cumplir¨¦ 70 a?os y creo que ha llegado el momento de dar paso a los j¨®venes. He dejado mi puesto en el consejo aunque asistir¨¦ como observador. Es un proceso inevitable¡±, justificaba.
Aunque comenz¨® su carrera como mec¨¢nico y piloto, pronto se dio cuenta que iba a tener m¨¢s ¨¦xito como gestor. Tras su paso por la F-2 y la F-3, Piers Courage, heredero de la cervecera brit¨¢nica, anta?o rival y despu¨¦s amigo de Williams, decidi¨® comprar un chasis Brabham para disputar el Mundial de F-1 de 1969 y que su colega lo gestionara. Juntos consiguieron dos segundos puestos, en M¨®naco y en Estados Unidos. Para la siguiente temporada, el d¨²o lleg¨® a un acuerdo para correr con el constructor italiano De Tomasso, pero Piers perdi¨® la vida en un accidente mortal en el circuito holand¨¦s de Zandvoort, al quedar atrapado dentro del coche, convertido en una terrible y gigantesca bola de fuego. Williams qued¨® muy tocado por ese accidente, aunque hubo otro, en 1994, que le dej¨® marcado de por vida.
Ocurri¨® durante el Gran Premio de Italia de 1994, celebrado en Imola, y en ¨¦l perdi¨® la vida Ayrton Senna, convertido ya en tricampe¨®n del mundo y en una especie de Robin Hood de las carreras. La justicia italiana le acus¨® de homicidio involuntario, aunque cinco a?os m¨¢s tarde result¨® absuelto por no poderse probar que la barra de direcci¨®n que se rompi¨® en el FW16 y que atraves¨® el casco del brasile?o era defectuosa. Desde entonces, todos los monoplazas de Williams lucen un adhesivo con la ¡®S¡¯ de Senna en alg¨²n lado. En el caso del actual F34, el s¨ªmbolo se encuentra en el lateral de los pilares que unen el morro con el aler¨®n delantero. Estas p¨¦rdidas motivaron un cambio de actitud del ejecutivo, que desde entonces decidi¨® tomar mucha m¨¢s distancia y alejarse emocionalmente de sus pilotos, consider¨¢ndoles como dos empleados m¨¢s de su compa?¨ªa. ¡°Me da cu¨¢l de mis trabajadores gane con uno de mis coches. Lo importante es que gane¡±, sol¨ªa decir.
En abril cumplir¨¦ 70 a?os y ha llegado el momento de dar paso a los j¨®venes. Es un proceso inevitable"
En esa misma l¨ªnea, otra de las constantes que se han repetido en su paso por la F-1 ha sido las estrecheces econ¨®micas, que m¨¢s de una vez llegaron a propiciar escenas de pel¨ªcula. En sus primeros a?os en el negocio, era habitual que la compa?¨ªa telef¨®nica le cortara la l¨ªnea de la f¨¢brica y se le viera llamar desde el pub, e incluso una vez, a principios de los setenta, hubo un mec¨¢nico que fue a reclamarle la paga y ¨¦l solo pudo hacer frente a esa deuda quit¨¢ndose el reloj que llevaba en la mu?eca y ofreci¨¦ndoselo.
En las 37 temporadas que Williams ha estado vinculado a la F-1 de forma directa y presencial, ha acumulado uno de los palmar¨¦s m¨¢s envidiables de la historia. Su ¨¦poca dorada fue en las d¨¦cadas de los a?os ochenta y noventa, en las que acumul¨® sus principales ¨¦xitos. Comenzado por el primer t¨ªtulo de pilotos, con Alan Jones en 1982, y terminando con el que Jacques Villeneuve logr¨® en 1997, este hijo de un miembro de la fuerza a¨¦rea brit¨¢nica (RAF) y de una profesora de educaci¨®n especial, posee siete coronas de pilotos, nueve de constructores, 113 victorias y 584 grandes premios disputados al frente de la estructura de Grove. La relevancia de su trayectoria le ha llevado a recibir diversas distinciones. En 1987, la reina de Inglaterra le entreg¨® la orden del imperio brit¨¢nico y en 1999 fue nombrado caballero. Adem¨¢s, Williams pasa por ser uno de los pocos extranjeros que posee el t¨ªtulo de caballero de honor de la legi¨®n francesa, debido a su trabajo y promoci¨®n de los motores Renault.
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