¡°Yo no he determinado absolutamente nada¡±

Pocas veces un partido m¨¢s irrelevante fue precedido de tanta tensi¨®n. El departamento de comunicaci¨®n del Real Madrid vivi¨® uno de sus d¨ªas menos felices, hoy en Nicosia, cuando el entrenador, Jos¨¦ Mourinho, desminti¨® lo que dijo el director de relaciones institucionales, Emilio Butrague?o, dos d¨ªas antes en TVE. La decisi¨®n de Mourinho de ordenar que tanto los jugadores como el cuerpo t¨¦cnico interrumpieran todo tipo de declaraciones p¨²blicas, tras el 1-1 ante el Villarreal el mi¨¦rcoles pasado, forz¨® a Butrague?o a dar explicaciones el s¨¢bado. El director de relaciones institucionales se?al¨® que la medida part¨ªa ¡°del vestuario y del cuerpo t¨¦cnico¡±. Sin embargo, hoy Mourinho compareci¨® en la sala de prensa del estadio para anunciar que las palabras de Butrague?o no eran ciertas. ¡°No es verdad lo que se ha dicho¡±, afirm¨® Mourinho, con expresi¨®n sombr¨ªa. ¡°No tengo que justificarme ni he sido yo el que ha determinado absolutamente nada¡±.

La UEFA impone una multa de 3.000 euros al entrenador que no ofrezca una conferencia de prensa previa a los partidos de la Liga de Campeones. Para un hombre que, como Mourinho, cobra m¨¢s de 10 millones de euros netos por temporada, la penalizaci¨®n no parece excesiva. Tal vez el t¨¦cnico debi¨® plantearse no ponerse en una posici¨®n en la que se mostr¨® continuamente inc¨®modo. Por momentos no ocult¨® su rabia. El acto, que empa?¨® por completo el partido que ma?ana disputar¨¢ el Madrid contra el APOEL en los cuartos de final de la Liga de Campeones, supuso la ruptura de una ley del silencio que ni Mourinho ni el club han justificado con claridad.

Mourinho se neg¨® a admitir que prohibiera a los jugadores hablar y aludi¨® a terceros responsables a los que nunca nombr¨®. Cuando le pidieron que fuera m¨¢s espec¨ªfico pidi¨® pasar a la siguiente pregunta. Se mostr¨® seco en general y se extendi¨® poco, adem¨¢s de elogiar el compa?erismo y el ¡°equilibrio¡± del APOEL, y de saludar con palabras amables ¡°a todos los portugueses que juegan en Chipre y que han hecho algo por innovar el f¨²tbol de la isla¡±.

No es verdad lo que se ha dicho. Yo no tengo que justificarme

¡°Los entrenadores sue?an cuando sus jugadores les hacen so?ar¡±, declar¨®, en relaci¨®n a Jovanovic, el t¨¦cnico del APOEL. ¡°Cuando tienes un equipo que no te da garant¨ªas ni esperanzas no sue?as. Si ¨¦l sue?a es porque tiene jugadores que le permiten pensar que puede conseguir algo. Yo por mi parte intentar¨¦ triunfar con mi equipo. Asumo la responsabilidad de decir que somos favoritos por nuestro potencial tanto econ¨®mico como deportivo. Tenemos que jugar nuestro partido. Para m¨ª la mejor cualidad del APOEL es que es un equipo equilibrado. Para muchos este es un adjetivo sin significado. Para m¨ª es de lo m¨¢s importante que se puede decir de un equipo. Y mi equipo tiene que ser equilibrado¡±

Respecto a Coentr?o, que fue pitado en el Bernab¨¦u el s¨¢bado pasado, el t¨¦cnico no eludi¨® la respuesta: ¡°No voy a valorar la reacci¨®n del Bernab¨¦u. Fabio est¨¢ recuperado de su lesi¨®n. Est¨¢ bien. Le dimos 20 minutos en el ¨²ltimo partido para que coja ritmo. Su ¨¢nimo es bueno. Pero podr¨ªa ser mejor¡±.

El medio alem¨¢n se retir¨® disculp¨¢ndose: ¡°Yo solo soy un jugador¡±

Adem¨¢s de la titularidad de Khedira, Mourinho aclar¨® poco sobre el equipo que presentar¨¢ ma?ana. El propio Khedira acudi¨® a la conferencia junto al entrenador porque la UEFA prescribe que un futbolista debe hablar con su t¨¦cnico antes de los partidos. Cuando fue interrogado por los medios de comunicaci¨®n, Khedira no dej¨® de recibir indicaciones de Mourinho al o¨ªdo. El centrocampista alem¨¢n hizo gala de lo que ha aprendido en las clases de espa?ol que ha recibido en los ¨²ltimos meses. Pero lo interrumpi¨® Mourinho. Ante la pregunta de un periodista, que quiso saber si ma?ana tras el partido su jefe le dejar¨¢ hablar, Mourinho lo cogi¨® por el brazo y, poni¨¦ndose de pie, le orden¨® que se levantara de inmediato sin responder. Abochornado, Khedira se apoc¨® como un ni?o cuando se acerc¨® al micr¨®fono y balbuce¨®, antes de marcharse casi disculp¨¢ndose: ¡°Yo s¨®lo soy un jugador¡±.