El rey del ¡®tackle¡¯ se hace querer por el Camp Nou
Mascherano se ha ganado la confianza de Guardiola, la admiraci¨®n del equipo y el cari?o de la hinchada del Bar?a
Al Camp Nou le cuesta cantar. A menudo, hay rechifla contra el ¨¢rbitro y, normalmente, la hinchada honra a Messi. Tambi¨¦n es verdad que alguna vez se corea el nombre del Bar?a. La afici¨®n, sin embargo, es muy espectadora. Hasta los pa?uelos han desaparecido pr¨¢cticamente, acostumbrada como est¨¢ la gente a aplaudir goles cada vez m¨¢s bonitos, la mayor¨ªa de La Pulga. Los delanteros son los m¨¢s requeridos por los seguidores del Barcelona. Hay, sin embargo, excepciones, y el s¨¢bado el p¨²blico se arranc¨® con una ovaci¨®n continuada a Mascherano. El apellido de El Jefecito estuvo en boca del barcelonismo en distintas ocasiones y el jugador acab¨® el partido abrumado. ¡°Tengo una alegr¨ªa enorme¡±, admiti¨® nada m¨¢s pisar el estudio de Bar?a TV.
Mascherano y Piqu¨¦ han completado dos actuaciones seguidas espectaculares contra el Milan y el Athletic. ¡°Ech¨¢bamos en falta a Gerard¡±, admiti¨® Guardiola, contento porque Piqu¨¦ parece haber recuperado su forma. ¡°El Barcelona hizo un fichaje de un valor inimaginable con Masche¡±, a?adi¨® el t¨¦cnico azulgrana. ¡°No pensaba que nos diera lo que nos est¨¢ dando¡±. El argentino solo ha cometido una falta en los dos ¨²ltimos encuentros, ha perdido una vez la pelota y, en cambio, la ha recuperado en 27 ocasiones. Los n¨²meros del catal¨¢n son muy parecidos: una recuperaci¨®n menos (26), las mismas faltas (una) y tres p¨¦rdidas m¨¢s (cuatro). El Athletic tard¨® 80 minutos en rematar a porter¨ªa y el tiro de Muniain lo sac¨® bajo palos Piqu¨¦.
Se me hace extra?o dejar el puesto de volante, pero cada vez estoy m¨¢s c¨®modo¡±
¡°He jugado uno de los partidos m¨¢s exigentes f¨ªsicamente desde que estoy aqu¨ª¡±, afirm¨® Mascherano. ¡°El Athletic tiene una forma de presionar que, si bajas un minuto el pist¨®n, est¨¢s muerto¡±, a?adi¨®. ¡°Tiene un entrenador valiente y orgulloso ¡ªle conozco bien¡ª, que convence a sus futbolistas para que aguanten hasta que el ¨¢rbitro pita el final. Te presionan en todos los sectores de la cancha y hay que conducir la pelota desde atr¨¢s para dividir. Nos propusieron un hombre a hombre en todo el campo, de manera que uno de los dos centrales, el que quedaba libre, ten¨ªa que salir hasta el medio campo y provocar la superioridad del dos contra uno. Tuvimos que estar muy finos para ganar el partido¡±.
Amigo de Messi, Mascherano desvel¨® que coincidieron al final en que el partido hab¨ªa sido terrible. ¡°A m¨ª me da confianza jugar al lado de Piqu¨¦ y de Puyol, dos futbolistas de un nivel alt¨ªsimo, porque la de defensa no es mi posici¨®n natural. Se me ha hecho extra?o dejar el puesto de volante, pero cada vez me voy sintiendo m¨¢s c¨®modo y me complemento con Gerard y Puyi. No es f¨¢cil mantener la misma regularidad toda la temporada en demarcaciones tan complejas¡±. Internacional argentino como medio centro, Mascherano ha encontrado su sitio en el Bar?a como central por la falta de continuidad de Piqu¨¦, Puyol y Abidal, muy exigidos por el calendario y, de vez en cuando, lesionados.
¡°El aprendizaje con Guardiola es constante¡±, prosigui¨® Mascherano. ¡°Siempre te sale con un detalle o una sorpresa que te hace ganar el partido. Por eso es uno de los mejores t¨¦cnicos, si no el mejor¡±. Y remach¨®: ¡°Agradezco sus cumplidos y los de la afici¨®n. El club me ha dado m¨¢s de lo que yo le haya podido ofrecer hasta hoy. Ahora toca recuperar para enfrentar al Milan y como gui¨®n tenemos el ejemplo del Athletic: si ellos con solo 48 horas de diferencia pudieron jugar dos partidos tan buenos, nosotros tambi¨¦n podemos en 72. No hay cansancio que valga para un encuentro tan importante como el del martes¡±.
Humilde, sacrificado y generoso, siempre se consider¨® suplente de Busquets y ahora de Puyol y Piqu¨¦
Humilde, sacrificado y generoso, siempre se consider¨® suplente de Busquets y ahora de Puyol y Piqu¨¦, como si no contara su trayectoria internacional en equipos como el River, Corinthians, West Ham y Liverpool, y su capitan¨ªa con Argentina. Incluso Maradona, siempre discrepante, coincidi¨® cuando era seleccionador albiceleste: ¡°Juegan Mascherano y 10 m¨¢s¡±. El Jefecito es el jugador de equipo por excelencia que se ha ganado la confianza del entrenador y la admiraci¨®n de la hinchada. Tiene un gran sentido t¨¢ctico e interpreta bien la jugada. Anticipa y corta con rapidez y nervio; es intenso en la presi¨®n; corrige; barre; sabe caer a los costados, y entrega al pie con precisi¨®n. Nadie utiliza mejor el tackle que Mascherano, una suerte que en el Bar?a no se recordaba desde los tiempos de Neeskens.
A veces parece que Mascherano sea uno de los ni?os salidos de La Masia, sobre todo porque a los pivotes se les requiere que jueguen de centrales, y a la inversa, para completar su formaci¨®n. La versatilidad y comprensi¨®n del juego le han llevado a jugar 23 de los 30 partidos de Liga, siete de los nueve de Champions y tres de los ocho de Copa. El d¨ªa que no est¨¢, la hinchada le echa de menos, como si se sintiera desprotegida. El Camp Nou recuerda todav¨ªa la pelota que le reban¨® a Bendtner en la eliminatoria con el Arsenal cuando en juego estaba el pase a cuartos de la pasada Champions. Mascherano no est¨¢ para meter goles, sino para evitarlos y generarlos. As¨ª que la hinchada corea su nombre aunque se ruborice. Le quieren todos en el Bar?a.
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