Fernando Torres marca cuando quiere
El Ni?o traduce en goles la fidelidad de la hinchada del Chelsea y el trato de Di Matteo
¡°Fernando Torres, he scores when he wants [marca cuando quiere]¡±. Durante los meses de sequ¨ªa, 24 partidos sin anotar, la hinchada del Chelsea sigui¨® apoyando a su n¨²mero 9, ofreci¨¦ndole este c¨¢ntico como si El Ni?o, de 28 a?os, en vez de en Fuenlabrada hubiese nacido en Bilbao. Un a?o y un par de meses despu¨¦s de fichar por Stamford Bridge, Torres est¨¢ recompensando a sus seguidores exponiendo en cada cita todas sus virtudes desde que, el pasado 18 de marzo, dos goles al Leicester en las semifinales de la Copa inglesa lo desbloquearan mentalmente. Y lo devolvieran a ese delantero poderoso y elegante que siempre fue. Con el cambio de ritmo con el que se escap¨® del central Jardel, del Benfica, la semana pasada en Da Luz antes de centrar a Kalou para adelantar al Chelsea en los cuartos de final de la Champions (0-1). La vuelta se disputa hoy en Londres con un Ni?o muy afilado, autor ante el Aston Villa del cuarto tanto en la ¨²ltima jornada de Liga (4-2).
Le vino de perlas el cambio del due?o del banquillo, cuando Roberto Di Matteo sustituy¨® a Andr¨¦ Villas-Boas el 4 de marzo. Primero, el entrenador italiano cultiv¨® la amistad con los jugadores, cuando era segundo del portugu¨¦s; y ahora, como primer espada, se rige por la m¨¢xima de tener contentos a 11 jugadores, los 11 suplentes. Di Matteo ha conseguido que Lampard y Drogba ocupen el banquillo sin rechistar. Al ingl¨¦s le consulta sin parar durante los partidos. Al marfile?o se lo come a besos, agradecido de que acepte ser relegado por Torres. Y El Ni?o entiende que ha llegado el momento de sentar al mito africano de los blues, cuya esposa busca casa en China por si su marido ficha como parece por uno de esos nuevos ricos asi¨¢ticos ¨¢vidos de viejas glorias.
El t¨¦cnico ha conseguido que Lampard y Drogba ocupen el banquillo sin rechistar
Al factor humano, Di Matteo ha unido unos retoques t¨¢cticos: intenta que los mediapuntas est¨¦n m¨¢s cerca del ¨²nico delantero. Mata juega m¨¢s cerca de Torres y se buscan constantemente. Su amistad se traslada al campo en forma de pases en ambas direcciones. Torres se siente querido por los compa?eros y por el due?o de la entidad, el ruso Roman Abram¨®vich. Sin embargo, el otro espa?ol, el mediocentro Oriol Romeu, ha desaparecido de las alineaciones tras haber sido una apuesta de Villas-Boas.
El Ni?o ha aprovechado la ausencia de goles para destaparse como asistente. Di Matteo, adem¨¢s, sabe que requiere de espacios y lo utiliza sobre todo para las contras. Aterrizado en Londres en enero de 2011 procedente del Liverpool, que cobr¨® 60 millones, los siete goles en 38 partidos de este curso siguen siendo muy pocos para ¨¦l.
Pero Torres es muy orgulloso, ha trabajado en silencio y tiene un enorme deseo de jugar la Eurocopa. Entre otras cosas para resarcirse de un Mundial gris, lesionado en la final tras haber precipitado la recuperaci¨®n por una lesi¨®n. Ahora s¨ª, con todas las facultades f¨ªsicas y an¨ªmicas, Torres marca cuando quiere.
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