Un siglo y un rey
El Santos cumple 100 a?os entre el recuerdo de su ¨¦poca gloriosa comandada por Pel¨¦ y la explosi¨®n de la generaci¨®n de Neymar
El Santos cumple 100 a?os. El mismo d¨ªa en el que el agua se tragaba al Titanic naci¨® el club que alumbr¨® a uno de los grandes equipos de la historia. El Santos es el equipo que arras¨® en la primera mitad de los a?os 60 con dos Copas Intercontinentales. Es Coutinho, Clodoaldo, Durval y Pepe. El Santos es ahora Neymar. Y, por encima de todos, fue, es y ser¨¢ Pel¨¦, tanto o m¨¢s que Maradona al N¨¢poles, Cruyff al Ajax y Di St¨¦fano al Real Madrid.
Santos es una ciudad portuaria erigida sobre un terreno arenoso que da a algunos de sus edificios una inclinaci¨®n caracter¨ªstica a 70 kil¨®metros de la gran metr¨®polis de Sudam¨¦rica, S?o Paulo. El m¨¦rito del equipo es haberse convertido en el club representativo del mejor momento del f¨²tbol de un pa¨ªs enganchado a una pelota, y haberlo hecho desde una ciudad de 420.000 habitantes. ¡°El Santos naci¨® para ser campe¨®n en una ciudad peque?a¡±, explica desde Brasil Jos¨¦ Macia, Pepe, compa?ero de Pel¨¦ en la hist¨®rica delantera de los 60. ¡°El hecho de que la ciudad sea costera permiti¨® que el club se abriera al mundo¡±, completa Odir Cunha, periodista y autor de Santos: 100 a?os de f¨²tbol arte.
Solo tengo buenos recuerdos porque lo gan¨¢bamos todo Coutinho, exjugador del Santos?
El club recogi¨® pronto la admiraci¨®n de los aficionados, pero tard¨® algo m¨¢s en alcanzar el ¨¦xito. Todo empez¨® con la belleza est¨¦tica del f¨²tbol del ataque de los 100 goles ¨Cnombre que se le dio a la delantera de 1927-, que maravill¨® al pa¨ªs, pero se dej¨® el campeonato paulista en una derrota (3-2) ante el Palestra Italia en la ¨²ltima jornada del campeonato. Uno de los hermosos perdedores del f¨²tbol y el deporte, mutado en los 60 en aplastante dominador del mundo de f¨²tbol por gracia y obra de un flaco muchacho que cuando lleg¨® al club apenas ten¨ªa 15 a?os. Entonces, la historia del Santos cambi¨®. ¡°Solo tengo buenos recuerdos porque lo gan¨¢bamos todo¡±, confirma Coutinho, El Virrey desde que formara dupla con Pel¨¦.
La llegada de O Rei en 1955 permiti¨® al Santos recoger una asombrosa cosecha de t¨ªtulos, a la altura de las vitrinas m¨¢s lustrosas: seis campeonatos estatales brasile?os entre 1961 y 1968, adem¨¢s de 11 paulistas desde 1955 a 1969, dos Copas Libertadores y otras tantas Intercontinentales en 1962 y 1963, ante el Benfica de Eusebio y el Milan de Altafini y Rivera. En el esplendor del Santos est¨¢ tambi¨¦n la semilla de la selecci¨®n brasile?a campeona en 1958, 1962 y 1970, hu¨¦rfana de t¨ªtulos y a la sombra de Uruguay hasta la irrupci¨®n de una maravillosa generaci¨®n del equipo paulista. Pel¨¦, Pepe, Zito, Gilmar, Mauro, Meng¨¢lvio y Coutinho participaron del segundo campeonato, el conseguido ante Checoslovaquia en el Estadio Nacional de Chile (1962).
Los hinchas se enfadaban cuando un adversario intentaba quitarle el bal¨®n a Pel¨¦. Era un dios Pepe, exjugador del Santos
Tan hermoso era el equipo y tan rutilantes sus estrellas que los tiros dejaron de volar en Kinshasa (Rep¨²blica Dem¨®cratica del Congo) por unas horas de junio de 1967, solo para que los combatientes pudieran contemplar al Santos y a Pel¨¦. Otras veces, el mundo se peg¨® por verlos. En Colombia, narra Pepe, el p¨²blico abuche¨® al ¨¢rbitro porque hab¨ªa mandado a Pel¨¦ a la caseta: ¡°Empezaron a mover las vallas, los hinchas se volvieron locos¡ Volvi¨® Pel¨¦, expulsaron al ¨¢rbitro y el partido lo pit¨® el asistente. Los hinchas se enfadaban cuando un adversario intentaba quitarle el bal¨®n. Era un dios¡±. Entonces, el Santos mostraba a Pel¨¦ como el Real Madrid y el Barcelona pasean ahora a Cristiano Ronaldo y Messi por Asia y Estados Unidos. A cambio de un precio: 8.000 d¨®lares por partido para Pel¨¦, 20.000 para el resto del equipo, seg¨²n Pepe. ¡°No ¨¦ramos envidiosos. Era mejor que jugase en nuestro equipo¡±. Pepe, un extremo de los que ten¨ªan un ojo sobre la cal y el otro en la porter¨ªa contraria recuerda de esa ¨¦poca un tanto a Ramallets, entonces portero del Bar?a: ¡°La pelota me cay¨® despu¨¦s de que el portero despejara. La remat¨¦ sin que tocara el suelo, por encima de su cabeza¡±. Anot¨® 405 goles con el Santos, el segundo m¨¢ximo goleador de la historia del equipo, solo por detr¨¢s de Pel¨¦ (1091). ¡°?A Coutinho y a Pel¨¦ les di muchas oportunidades: yo le pegaba con mucha fuerza, el portero rechazaba y ellos marcaban de rebote!¡±, cuenta con sorna.
De aquel oropel el Santos no conserv¨® nada cuando Pel¨¦ se fue al Cosmos de Nueva York para finalizar su carrera. El equipo pen¨® durante casi 30 a?os hasta que una nueva generaci¨®n de imberbes con el molde del club, dribladores ligeros, ¨¢giles y con gusto por el f¨²tbol de toque, lo rescat¨® en 2002. El equipo se encomend¨® a Diego y a Robinho (que ten¨ªan 17 y 18 a?os) y conquist¨® de nuevo el Campeonato Brasile?o. Hoy se agarra a Ganso y a Neymar, ¡°que es como Pel¨¦ y que representa no solo al Santos, sino a Brasil entero¡±, seg¨²n Robert da Silva, uno de los veteranos en 2002. Es el trono m¨¢s elevado y la comparaci¨®n m¨¢s exigente. Una comparaci¨®n que, de momento, resiste porque el a?o anterior ganaron la Libertadores. Pero Neymar, hoy un asunto de estado porque encarna el mejor recuerdo de una estrella, acaba de empezar su historia. Y juega para el Santos, un equipo que ya cuenta con un siglo.
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