El Espanyol vuelve a la tumbona

Le bast¨® con un detalle de Sergio Garc¨ªa para cambiar el paso. Un lienzo de Verd¨² para marcar el camino y dos chispazos de ?lvaro y Uche para cambiar el div¨¢n por la tumbona. El Espanyol se traslad¨® con una goleada a un lugar tranquilo, con el sol dor¨¢ndole la piel mientras abrasaba al Valencia, muerto de calor, pesado y sin agua.

Al conjunto de Emery se le encasquillaron pronto las ideas y perdi¨® de vista el objetivo. Aprendido el guion a seguir se le trab¨® el nudo tras una buena presentaci¨®n, en la que se adue?¨® del bal¨®n sin preguntar al Espanyol si ten¨ªa intenci¨®n de discut¨ªrselo. Aprovechando el regusto de Parejo y de Topal en el centro del campo y la movilidad de Jonas en punta, el Valencia se mov¨ªa como una sombra. No siempre detr¨¢s de la misma figura, lo que ampliaba su profundidad y mov¨ªa el punto de mira de la defensa blanquiazul. Un recurso tras la ausencia de Soldado, notable en la definici¨®n, que no terminar¨ªa de remendar el embrollo.

Volcado el ataque en Mathieu y Jordi Alba por la banda izquierda, a Javi L¨®pez se le duplic¨® el terreno. De tener que se?alizar un solo carril pas¨® a tener que gestionar dos avenidas. Aun as¨ª, la combinaci¨®n del interior y del lateral ofrece doble v¨ªa de acceso hacia arriba, el lado m¨¢s goloso del peaje, pero menos contundencia por detr¨¢s. Dos similitudes ofensivas con las mismas carencias en la espalda. Un problema mayor con Sergio Garc¨ªa en la zona. Mas que nada porque le bast¨® un movimiento de libro, un recorte en el que los defensas resbalan en un trayecto incontrolable, para ceder el bal¨®n a Cristian G¨®mez, que defin¨ªa sin complicaciones en el ¨¢rea peque?a. Un gol que destapa al canterano, preferido de Pochettino en el tramo final de Liga por delante de Romaric en la construcci¨®n, como un medio con recursos en las distancias cortas.

Un trastorno para el Valencia, que se cuestion¨® si con el bal¨®n bajo el brazo le funcionan mejor las cosas. Un di¨¢logo interno que terminar¨ªa con otra voz de por medio. Verd¨², liberado en el enganche ante la ausencia de Coutinho por sanci¨®n, recoger¨ªa el esf¨¦rico en la escuadra derecha de Guaita con un disparo lejano a los cinco minutos de charla. Un disparo que desataba toda la ansiedad del medio, y demostraba as¨ª el Espanyol que con el ¨¢nimo bajo las penas le queman, pero que a sonre¨ªr se aprende deprisa. Mas a¨²n si la nebulosa se traslada al otro bando y se instala en los pies de Guaita, que por no golpear el bal¨®n lo intentar¨ªa ceder a Rami, para que en el camino Sergio Garc¨ªa se lo prestase a ?lvaro. Una losa demasiado pesada para un Valencia sin fuerza de voluntad, proclive al derrumbe emocional e incapaz de reivindicar su trayectoria. Y un fin de acto para el Valencia, para quien el desenlace le aguardar¨ªa una escena fuera de los planos seleccionados.

Con la corriente acompa?ando el pl¨¢cido d¨ªa, el Espanyol sigui¨® tejiendo con un hilo olvidado hasta que Uche, desconectado generalmente del juego colectivo pero eficaz en las parcelas cortas, dirig¨ªa a la red un buen pase de V¨ªctor S¨¢nchez.

Era la constataci¨®n de que la alegr¨ªa en Cornell¨¢ desata una cara marcada de lado a lado. Un gesto sonriente que arrebat¨® al conjunto de Emery, que de vaivenes emocionales tambi¨¦n sabe un rato.