El Athletic desahucia al Racing
Un gol de Toquero pr¨¢cticamente deja a las puertas del descenso al equipo c¨¢ntabro
El f¨²tbol ha cambiado. Sin duda. Ha cambiado tanto que un equipo que se juega la permanencia, es decir, evitar el desahucio de la Liga, se encuentra con unas gradas a medio ocupar, es decir, son la ayuda del vecindario. Y se encuentra con unos futbolistas deshilachados, jugando al contragolpe, al escondite, m¨¢s preocupados de que no les vean que de librarse. Y eso ante un rival que no distingue entre enemigos o competiciones, que no especula, que no conoce m¨¢s camiseta que la suya. Si el Athletic era el inspector, el Racing le abri¨® las puertas de par en par y los rojiblancos transitaron por los pasillos del Sardinero como si fueran suyos, sostenidos por Iturraspe y ordenados por Ander Herrera. Andaba el Athletic a placer, caminaba, corr¨ªa, tocaba y el Racing miraba y miraba, con algunos solos de guitarra de Munitis (al que el Athletic le motiva). Y como en la copla de Rafael de Le¨®n, as¨ª mirando y mirando, as¨ª lleg¨® su ceguera cuando Toquero enfil¨® a Mario tras un pase magn¨ªfico de Aurtenetxe y le puso el bal¨®n junto al otro poste. Fue un toque ligero, pausado, puro tacto, sin nervios. Un gol de nueve falso.
RACING, 0 - ATHLETIC, 1
Racing: Mario; Francis, ?lvaro, Torrej¨®n, Cisma; Diop, Colsa; Munitis (Javi Mart¨ªnez, m. 80), Adri¨¢n (Acosta, m. 57), Luque (Jairo, m. 57); y Stuani. No utilizados: ?scar; Kennedy, Marcos y Edu Bedia.
Athletic: Iraizoz; Iraola, Javi Mart¨ªnez, Amorebieta, Aurtenetxe (Ekiza, m. 68); Herrera (David L¨®pez, m. 80), Iturraspe, De Marcos; Susaeta, Toquero (Llorente, m. 58) e Ibai G¨®mez. No utilizados: Ra¨²l; Koikili, San Jos¨¦ y Gabilondo..
Gol: 0-1. M. 11. Toquero.
?rbitro: P¨¦rez Montero. Amonest¨® a ?lvaro, Aurtenetxe, Amorebieta
Unos 15.00 espectadores en El Sardinero
Para entonces los centrales del Racing ya hab¨ªan dado muestras de su inconexi¨®n. Parec¨ªa que hubieran sido fichados ayer de distintos equipos y puestos a jugar hoy. En un par de toques, el Athletic los sacaba de sitio y el boquete en la defensa parec¨ªa las obras de un t¨²nel. Todo el tacto de Toquero se perdi¨® minutos despu¨¦s cuando salv¨® al portero y se dej¨® el bal¨®n atr¨¢s. Y sin tacto ninguno, Susaeta a medio metro del gol convirti¨® el pie en una fregona para tocarla a las manos de Mario.
Solo entonces reaccion¨® el Racing. No cuando vio el abismo, sino cuando se vio en ca¨ªda libre. El Athletic, tras el descanso, se adormeci¨®. Entonces despert¨® Diop. El senegal¨¦s se convirti¨® en el estandarte de un equipo preso de la indolencia, de los avatares institucionales, de los cambios de estilo, de la desorientaci¨®n, en suma. Impulsado por Diop, que se hizo grande frente a Iturraspe, pareci¨® un equipo encabritado. A falta de f¨²tbol, con mala leche bien entendida, con la rabia del miedo. La entrada de Acosta fue un problema para el Athletic, al que los delanteros menudos y r¨¢pidos siempre se le han dado mal. El argentino tuvo la oportunidad en un mano a mano que resolvi¨® Iraizoz con prudencia y calma. El Athletic incluso meti¨® a Llorente para intentar apuntillar el resultado, pero la ausencia posterior de Herrera volvi¨® a limitar su creatividad. Herrera se ha convertido en el p¨¦ndulo rojiblanco. Se le nota tanto cuando est¨¢ como cuando no est¨¢.
Y le toc¨® sufrir un poco al Athletic en el tramo final del partido, convertido en el presumible toma y daca entre un equipo ofensivo y otro muy, muy, muy necesitado. La ¨²ltima ocasi¨®n fue de Diop, a la que respondi¨® con mucho acierto Iraizoz tras haber dudado en la jugada anterior. El Racing no descendi¨® ayer matem¨¢ticamente porque el Villarreal empat¨® en Anoeta, pero su ca¨ªda al abismo est¨¢ a punto de concluir. Ni el p¨²blico lo quiere ver.
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