El mon¨®logo m¨¢s tr¨¢gico del Bar?a
Los azulgrana se estrellan de nuevo con la muralla del Chelsea (2-2) en una noche fat¨ªdica para Messi
Aseguran que Dios te quita aquellas cosas que antes te ha dado. No es que al Barcelona le hayan regalado los t¨ªtulos desde la llegada de Pep Guardiola. El f¨²tbol azulgrana ha cautivado incluso a aquellos a los que no les gustaba el f¨²tbol. Ocurre que la pelota que anteriormente acababa en la red da ahora en la madera y las derrotas se encadenan con la misma celeridad que se daban las victorias. Los mismos rivales a los que el Bar?a somet¨ªa hace poco con su m¨²sica de jazz se cobran hoy las cuentas pendientes con un juego propio de una banda de rock y los delanteros empeque?ecidos en su d¨ªa por Messi desfilan por el Camp Nou para cobrarse la revancha. Ya pas¨® con el Madrid el s¨¢bado y ayer con el Chelsea. Ocurri¨® con Cristiano Ronaldo y Drogba o, tanto da, con Torres.
BARCELONA, 2; CHELSEA, 2
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Puyol, Piqu¨¦ (Alves, m. 26), Mascherano; Xavi, Busquets, Cesc (Keita, m. 74); Messi; Cuenca (Tello, m. 67), Alexis e Iniesta. No utilizados: Pinto; Adriano, Thiago y Pedro
Chelsea: Cech; Ivanovic, Cahill (Bosingwa, m. 12), Terry, Ashley Cole; Lampard, Mikel; Mata (Kalou, m. 58), Meireles, Ramires; y Drogba (Torres, m. 80). No utilizados: Turnbull; Essien, Malouda y Sturridge.
Goles: 1-0. M. 35. Busquets. 2-0. M. 43. Iniesta. 2-1. M. 45+1. Ramires. 2-2. M. 92. Torres.
?rbitro: C¨¹neyit ?akir (Turqu¨ªa). Expuls¨® a Terry (m. 37) por un rodillazo a Alexis. Amonest¨® a Mikel, Lampard, Ramires, Iniesta, Cech, Ivanovic Messi y Meireles. Terry, Ramires, Ivanovic y Meireles no jugar¨¢n la final de M¨²nich.
Camp Nou: 95.845 espectadores. Finalista, el Chelsea por el resultado global de 3-2
Atormentado y desvencijado, muy desafortunado, al Bar?a se le escap¨® la final de la Champions tres d¨ªas despu¨¦s de perder la Liga. As¨ª son los misterios del f¨²tbol y de equipos como el azulgrana, peleado consigo mismo, impotente ante el marco rival y generoso en el propio, incapaz de aprovechar un arbitraje benigno y unas condiciones muy favorables. Equipo sereno, cay¨® anoche v¨ªctima de la irracionalidad en un partido apocal¨ªptico. El peor de los escenarios para un plantel muy cuerdo. Acabaron los azulgrana desquiciados despu¨¦s de multitud de accidentes. Hubo lesionados, un expulsado, cuatro remates a la madera, un penalti fallado por Messi, decisiones controvertidas, goles insospechados, figuras no previstas... Excesiva excitaci¨®n.
Mal asunto para el Bar?a y lo mejor para el Chelsea. El partido invit¨® a la ¨¦pica, una suerte que no dominan los barcelonistas, desde hace unos d¨ªas menos art¨ªsticos y talentosos que de costumbre, poco finos y nada inspirados. No supieron negociar su clasificaci¨®n como se demanda a los equipos con oficio y, a cambio, se suicidaron en su b¨²squeda por reencontrarse con su mejor versi¨®n. No siempre se puede ser el Bar?a, tampoco el propio Barcelona. Igual sucede con Messi. Ambos forman parte de la misma moneda. El uno arrastra al otro y, por tanto, triunfan y fracasan al tiempo, indisociables en la bonanza y en la penalidad, ahora mismo esquivos al azar y sin punter¨ªa.
A pesar del rosario de incidencias que se sucedieron nada m¨¢s empezar, el partido fue un impaciente ataque del Bar?a, terreno abonado para la agresividad de Alexis m¨¢s que para la serenidad de Messi. La exigencia era tanta y el riesgo tan extremo que al cuarto de hora ya se contaban dos sustituciones: Cahill se rompi¨® y Piqu¨¦, conmocionado, se desplom¨® abatido despu¨¦s de un brutal trompazo con Vald¨¦s. Imposible afinar el tiro ante tanta prisa y juego fuerte en el Camp Nou. A Guardiola de nada le serv¨ªa haber generado la denominada zona Messi despu¨¦s de abrir el campo con dos extremos (Cuenca e Iniesta) y un nueve peque?o (Alexis). No atin¨® La Pulga despu¨¦s de una doble pared con Alexis ni cuando le habilit¨® Cesc.
El Bar?a no supo parar el encuentro y Lampard habilit¨® a Ramires para su tanto
Muy bien desplegados a partir de una zaga de tres defensas, los delanteros azulgrana contaron una oportunidad por cada interrupci¨®n despu¨¦s de ser muy bien movidos por sus centrocampistas: Busquets, Xavi y Cesc. Aunque la UEFA oblig¨® a reducir el Camp Nou a las medidas de la guarida de Stamford Bridge, abr¨ªan bien la cancha Cuenca e Iniesta y enfilaba estupendamente Alexis por delante de Messi. Los movimientos de los delanteros desestabilizaron al defensivo Chelsea. La agitaci¨®n provocada por Alexis desmont¨® la tarima montada delante de Cech. Los goles llegaron en el mejor momento para el Bar?a: marc¨® Busquets despu¨¦s de embocar un centro de Cuenca y m¨¢s tarde Iniesta cruz¨® a la red una asistencia de Messi.
No se hab¨ªa llegada al descanso y el Bar?a no solo hab¨ªa remontado la ronda, sino que jugaba con superioridad num¨¦rica por la expulsi¨®n de Terry. Al capit¨¢n le dio por agredir a Alexis por la espalda y el linier le descubri¨® justamente cuando el capit¨¢n blue le hab¨ªa metido la rodilla a la altura de las lumbares al delantero azulgrana. No hab¨ªa quien detuviera a Alexis, ni en el Chelsea ni en el Barcelona. El Bar?a no supo parar el encuentro y Lampard col¨® un bal¨®n preciso para la carrera de Ramires, que lo pic¨® sobre la salida de Vald¨¦s despu¨¦s de ganar la espalda a Puyol y Mascherano y la cobertura de Busquets. Al igual que ocurri¨® en Londres, al Chelsea le alcanz¨® con el tiempo a?adido previo al descanso para contar un gol tras un error del Bar?a.
Los visitantes, bien puestos, no cedieron ni un tiro ni dejaron entrar en juego a La Pulga
El tanto chaf¨® moment¨¢neamente al Barcelona. Jugaban peor los azulgrana contra diez que ante once y de vez en cuando amenazaba el Chelsea con el fiero Drogba. Tiritaba Vald¨¦s, no achicaba bien Mascherano y fallaba Messi. La Pulga mand¨® al palo un penalti que el ¨¢rbitro regal¨® a Cesc despu¨¦s de caer ante Drogba. Ni en la mano m¨¢s f¨¢cil que hay en el f¨²tbol acert¨® el Bar?a. El error descompuso a Messi, cuya depresi¨®n contagi¨® a sus compa?eros, incr¨¦dulos. Infalible en situaciones extremas, La Pulga marr¨® el tiro m¨¢s f¨¢cil y decisivo en una semifinal de la Champions. Nadie en el Bar?a supo sobreponerse a la jugada y a la melancol¨ªa de Messi. No hay peor fatalidad que un penalti fallado por ¨¦l.
Animado por las concesiones azulgrana y envalentonado por el castigo arbitral, el Chelsea pas¨® a defenderse tan bien como en The Bridge. Muy bien puesto y sin ceder un remate, bloqueaba los tiros, no dejaba que se filtraran pases y no entraba en juego Messi. Hasta desapareci¨® Alexis. As¨ª que Guardiola opt¨® por recurrir a la profundidad de Tello y a la altura de Keita. Tampoco funcion¨® y la perseverancia del Barcelona fue tan est¨¦ril como cuando la anterior semifinal perdida, ante el Inter de Mourinho. Al partido a¨²n le quedaba incluso un ¨²ltimo gui?o dram¨¢tico. No lleg¨® el gol de Iniesta como en 2009, sino el de Torres, un tormento hist¨®rico para el Bar?a. Al Chelsea le bast¨® con cuatro remates para contar tres goles en la Champions.
Las penalidades en las ¨¢reas volvieron a condenar al destemplado Barcelona y premiaron por una vez al Chelsea, habitualmente derrotado en los detalles, finalmente victorioso en las jugadas epis¨®dicas, convencido de que la Copa de Europa le debe una y piensa ganarla en M¨²nich. No hay consuelo divino posible para el Bar?a y para Messi.
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