La liberaci¨®n de Guardiola
Acabada la funci¨®n, identificado al h¨¦roe y al villano, el marco abona la rendici¨®n, despu¨¦s de un trabajo dram¨¢ticamente agotador y apasionado
Acabado el partido, consumada fatalmente la eliminaci¨®n, rendida de forma soberana la afici¨®n al equipo, servicial el presidente con la prensa para reafirmar el discurso del club, emocionado y roto el barcelonismo, compareci¨® en sala de prensa la versi¨®n m¨¢s liberada de Guardiola como entrenador del Barcelona. Hasta cierto punto asombr¨® la tranquilidad y lucidez del t¨¦cnico en un momento emocionalmente tan desgarrador para el Camp Nou.?
Aparentemente pareci¨® como si Guardiola ya hubiera tomado una decisi¨®n sobre su futuro y se hubiera quitado de encima un peso que arrastraba desde que supo de la enfermedad de Tito Vilanova, cuando estaba decidido a dejar al Bar?a. Inteligente, Guardiola sorprendi¨® al decir que se reunir¨ªa con el presidente para tratar sobre su continuidad, como si quisiera implicar a la instituci¨®n en un asunto tan trascendente, tal que todav¨ªa sus intenciones no fueran irrevocables.
El Bar?a de Guardiola es ahora mismo el equipo rom¨¢ntico por excelencia
Rosell estaba pendiente de Guardiola como tambi¨¦n Zubizarreta aguardaba desde finales del a?o pasado a que el entrenador cruzase los 50 metros que separan su despacho del que ocupa el t¨¦cnico. La sensaci¨®n en el club era que si Guardiola hubiera decidido seguir lo habr¨ªa comunicado hace tiempo, como pas¨® en las tres temporadas anteriores, de manera que se sospechaba que si hasta ahora no se hab¨ªa pronunciado es porque le rondaba la idea de dejar el Camp Nou.
Ya se sabe por cuanto pas¨® cuando era jugador y en su etapa anterior a su regreso al Barcelona que Guardiola es personal e intransferible en la gesti¨®n de su propia carrera. El desenlace de su futuro, en cualquier caso, ha tenido un punto de dramatismo muy parecido al que vivi¨® el equipo azulgrana el martes en el Camp Nou.
El Bar?a de Guardiola es ahora mismo el equipo rom¨¢ntico por excelencia en el f¨²tbol y, como tal, es m¨¢s propenso al suicidio que a batirse contra el enemigo. El martes pareci¨® que el Barcelona no ca¨ªa derrotado por el Chelsea sino por el propio Barcelona, v¨ªctima de su narcisismo, enamorado de s¨ª mismo, incapaz de traicionarse, ni que sea para salvar un resultado que da acceso a la final de la Champions. Al equipo le faltaba una derrota sangrante para poder entender la belleza de sus anteriores victorias, comprender toda su grandeza, y ser perfecto. Ya la tiene y la ha sufrido en su propio campo ante el rival que representa justamente un f¨²tbol antag¨®nico: lo antiguo frente a lo moderno o contracultural.
Guardiola es personal e intransferible en la gesti¨®n de su propia carrera
Acabada la funci¨®n, identificado al h¨¦roe y al villano, al representante del bien y del mal, el marco abona la rendici¨®n, despu¨¦s de un trabajo dram¨¢ticamente agotador y apasionado. Nadie discute hoy la virtud del Barcelona. No queda por tanto m¨¢s salida que su contemplaci¨®n o la reformulaci¨®n para volver a la carga despu¨¦s de la final de Copa. Queda la idea, la f¨®rmula y la patente, y ahora se trata de dar con el entrenador capaz de expresarla una vez que ha cubierto su ciclo vital: del inicio m¨¢s apote¨®sico al final m¨¢s apocal¨ªptico.
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