Los Knicks se desangran
Stoudemire, frustrado en Miami, se hiere una mano al golpear un vidrio en un acto de ira
Los Knicks no escarmientan. Sus calamidades no cesan ni siquiera en los playoffs. Al contrario. Finaliz¨® el segundo partido en Miami, con derrota por 104-94, y a uno de los pilares del equipo de Nueva York, Amare Stoudemire, no se le ocurri¨® mejor cosa que descargar su frustraci¨®n golpeando el vidrio que proteg¨ªa un extintor en los aleda?os del vestuario del American Airlines Arena.
Los periodistas, cuando accedieron al vestuario como es habitual en la NBA, encontraron un reguero de sangre, pero ni rastro de Stoudemire. Poco despu¨¦s , abandon¨® la zona con la mano vendada y el brazo en cabestrillo. Los hechos fueron desvel¨¢ndose poco a poco, a pesar del hermetismo del entrenador y de sus compa?eros. El p¨ªvot es baja segura para el pr¨®ximo partido que se disputa a la una de la madrugada del jueves al viernes, hora espa?ola, en el Madison Square Garden y es probable que tampoco pueda jugar el cuarto de la eliminatoria.
El episodio no hace sino incidir en el rosario de situaciones contraproducentes que viene padeciendo el equipo desde hace muchos a?os. Las mismas por las que una de las franquicias con m¨¢s potencial medi¨¢tico y econ¨®mico, no es capaz de salir de la estacada. De hecho, en Miami consum¨® dos derrotas que suman las 12 consecutivas en los playoffs que igualan el r¨¦cord negativo en poder de los Grizzlies de Memphis con su racha entre 2004 y 2006. Los Knicks no logran ganar un partido de playoffs desde abril de 2001 pese a que fueron eliminados por Toronto. Desde entonces, han perdido por 4-0 las dos veces que desde entonces se clasificaron, en 2004, eliminados por New Jersey, y en 2011, derrotados por Boston.
Esta temporada, los Knicks han conseguido meterse de nuevo en los playoffs, pero destituyeron a Mike D¡¯Antoni y situaron al frente del equipo a Mike Woodson, una vez que se desvaneci¨® la efervescencia y la racha de victorias coincidiendo con la titularidad de Jeremy Lin, el jugador de origen taiwan¨¦s, que apenas dispon¨ªa de minutos hasta que se lesionaron varios compa?eros. Pero luego fue ¨¦l quien se lesion¨® y el equipo sufri¨® un desplome que no hizo sino sacar a relucir las malas relaciones entre algunas de sus estrellas.
Carmelo Anthony, que lleg¨® al equipo la pasada temporada, y Amare Stoudemire, poco antes, ganan algo m¨¢s de 14 millones de euros anuales. A ellos se les a?adi¨® Tyson Chandler, llegado de los Mavericks de Dallas, y que tambi¨¦n es un jugador con una ficha alta. Melo ha monopolizado el ataque de los Knicks en los partidos en Miami. Hay quien afirma que por ah¨ª viene el pu?etazo de rabio de Stoudemire que tan caro le ha salido. Stoudemire solo ha lanzado 16 veces a canasta en los dos partidos ante los Heat, mientras que Anthony tir¨® 15 veces en el primero y 26 en el segundo. Eso puede suponer un problema para un jugador como Stoudemire, que si por algo se distingue es por su juego ofensivo. Varios especialistas mantienen, con datos en la mano, que Melo y Stoudemire rinden peor cuando juegan juntos. No hay qu¨ªmica entre ellos.
Para colmo de males, en el primer partido se rompi¨® los ligamentos Iman Shumpert, uno de los jugadores que, junto a Lin y Novak, podr¨ªan ser b¨¢sicos en el futuro del equipo. Ahora, el objetivo m¨¢s inmediato de los Knicks es ganar el pr¨®ximo partido ante Miami. Desde que el equipo de Nueva York gan¨® su ¨²ltimo partido en los playoffs, en 2001, los Lakers han ganado 101, y los Spurs, 87. Incluso un equipo de segundo rango como los Raptors de Toronto han ganado desde entonces 10 partidos en los playoffs.
Stoudemire, consciente de las nefastas consecuencias de su acceso de ira, escribi¨® horas despu¨¦s en su cuenta de Twitter: ¡°Estoy enojado conmigo mismo en este momento. Quiero pedir disculpas a los aficionados y a mi equipo. No estoy orgulloso de mis actos¡±. Los Knicks vuelven a dejar que desear y siguen a?orando los dos ¨²nicos t¨ªtulos que conquistaron en 1970 con Willis Reed, Walt Frazier, Dave DeBusschere y Bill Bradley y en 1973, tambi¨¦n con Earl Monroe y Phil Jackson.
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