Agon¨ªa y gloria del Manchester City

El estallido fue de traca, tanto que se estremecieron las gradas del Etihad Stadium hasta que se cumpli¨® la invasi¨®n de campo de los aficionados. Era el final del partido; el final de una ¨¦poca. Un ep¨ªlogo para la historia porque, al iniciar del descuento, el Manchester City necesitaba dos goles ante el Queens Park Rangers, que consiguieron Dzeko y Ag¨¹ero. Bailaba la grada, lloraban los jugadores, se regalaban abrazos y se o¨ªa un ¨²nico grito, el del City campe¨®n. ¡°No era nuestro turno¡±, admiti¨® Ferguson; ¡°estoy decepcionado, pero felicito al City¡±. Recogi¨® el testigo Mancini: ¡°44 a?os sin ganar eran demasiados a?os, pero los aficionados no perdieron la paciencia y aqu¨ª tienen el t¨ªtulo¡±.

?Festejos que le tocaban al club citizen. Sobre todo porque Carrington, la ciudad deportiva, se esmer¨® en vivir la semana previa al duelo sin sobresaltos, todo bajo una calma tensa. As¨ª lo exigi¨® el t¨¦cnico Mancini, que solo dio una charla breve a pie de c¨¦sped: ¡°Hay que jugar como siempre y seguir; salir a tope ante el QPR para que el trabajo tenga sus frutos¡±. Lo escuch¨® Joan ?ngel Roman, futbolista del filial que se ejercita con el primer equipo. ¡°Hab¨ªa nervios y se comentaba la posibilidad de ser campeones, pero todos pensaban en vencer en el ¨²ltimo partido que, como tal, entend¨ªamos que era el m¨¢s dif¨ªcil¡±.

Dzeko y Ag¨¹ero certificaron que en Inglaterra, definitivamente, el f¨²tbol ha cambiado de due?o

Al final, ya que la presi¨®n del United persisti¨® (le gan¨® 0-1 al Sunderland), dos remates cuando se avecinaba la hecatombe le dieron la gloria al City (empatado a puntos, [89] pero con mejor golaverage general), la Premier, la tercera en su historia. El f¨²tbol ha cambiado de due?o en Inglaterra.

La reciente y explosiva transformaci¨®n del City ha reverdecido la historia. Hace tres a?os el ex primer ministro tailand¨¦s y empresario, Thaksin Shinawatra, vendi¨® las acciones del club al jeque Sheikh Mansour de Abu Dabi. ¡°El club se transform¨® de la noche a la ma?ana¡±, recuerda Javier Garrido, antiguo citizen y ahora en el Lazio; ¡°de repente, a mi lado estaba Tour¨¦, T¨¦vez, Robinho... El club ten¨ªa todo el dinero del mundo para fichar¡±. Y lo hizo: 430 millones para reforzar la plantilla ¡ªen el verano de 2010 lleg¨® Silva, el ¨²nico espa?ol de su plantilla¡ªy 350 m¨¢s para mantener el grupo, puesto que ninguna estrella se ha ido.

Lejos queda la idea inicial del club, fundado en 1880 como West Gordon por Anna Connell y William Beastow, devotos de la iglesia St. Mark, que ten¨ªa como finalidad rebajar la criminalidad y la crispaci¨®n en la industrial ciudad. Tampoco concuerda con la expansi¨®n de 1894, cuando la Reina Victoria inaugur¨® el Canal de Manchester y la poblaci¨®n consider¨® que era el momento de relanzar al club y convertirlo en el Manchester City. Desde entonces, contaban ¨²nicamente con una Recopa y con dos Ligas.

Los 'citizens', como reclamaba su t¨¦cnico, ya saben ganar como el? Manchester United

La primera lleg¨® el 24 de abril de 1937, cuando el equipo de Wilf Wild se present¨® en el estadio del Sheffield Wednesday, a rebosar con 55.000 personas. 90 minutos despu¨¦s, la afici¨®n grit¨® y bail¨® hasta que aparecieron el capit¨¢n Sam Barkas, Wild y el presidente Bob Smith para dar un discurso. Pero tal festejo no se repiti¨® hasta 1968, cuando el City de Joe Mercer se cit¨® con el Newcastle en St. James Park en una ¨²ltima jornada de v¨¦rtigo porque igualaba a puntos con el Mufc, pero ten¨ªa perdido el golaverage. Para delirio citizen, Colin Bell, Mike Summerbee y Francis Lee dieron un recital en el segundo acto y se impusieron.

Ahora, el equipo de Mancini, acusado el curso anterior de destilar un f¨²tbol r¨¢cano, siempre con uno o dos mediocentros de m¨¢s, reclama su pedazo de historia tras firmar una temporada exquisita, con goleadas sonoras (1-6 en Old Trafford, por ejemplo), con el mejor registro de tantos a favor (93) y en contra (29). ¡°Hay algo que nos diferencia¡±, se?al¨® hace poco Mancini en comparaci¨®n con el Mufc; ¡°ellos saben ganar cuando juegan mal, posiblemente porque est¨¢n acostumbrados a vencer¡±. Ahora, como ense?aron Dzeko y Ag¨¹ero cuando el United festejaba un t¨ªtulo que nunca agarr¨® con las manos, el City es quien gana. La gloria es suya.