El incre¨ªble sue?o granota

El d¨ªa m¨¢s importante de sus 103 a?os de historia lo vivi¨® el Levante con las mismas dosis de pasi¨®n y oficio para asegurarse por primera vez su presencia en una competici¨®n internacional: la Liga Europa. El esp¨ªritu insuflado por Ballesteros y Juanfran, la fiabilidad de Xavi Torres en la medular, el tiral¨ªneas de Barkero, las carreras de Valdo y, ausente Kon¨¦, el remate inopinado de Ghezzal... El conjunto granota ha derrochado valores positivos por el campeonato: humildad, solidaridad y amor por la profesi¨®n de la plantilla m¨¢s veterana, la ¨²nica capaz de ganar al Madrid fuera del Bernab¨¦u.

A la estructura defensiva de los ¨²ltimos a?os, el entrenador, Juan Ignacio Mart¨ªnez, JIM, le dio unas gotas de atrevimiento. Por mucho que recuerde una an¨¦cdota de la pretemporada tras un duelo ante el Pe?arol. ¡°M¨ªster¡±, le dijo Ballesteros, ¡°nos parece muy bien que quiera jugar al ataque, pero nosotros tenemos otras virtudes¡±. Mensaje recibido por JIM, que ha mezclado el contragolpe con la alegr¨ªa de disfrutar de cada minuto. Al acabar el encuentro, el c¨¦sped se llen¨® de aficionados, en pleno ¨¦xtasis, abraz¨¢ndose a sus h¨¦roes, Ballesteros a la cabeza. Es una temporada inolvidable.

El Athletic tuvo el bal¨®n y la sensaci¨®n de controlar el partido. Falsa, trat¨¢ndose del Levante, que cede campo y esf¨¦rico para contraatacar con una fe inquebrantable. A trav¨¦s de los cortes de Xavi Torres, las arrancadas de Juanfran o los pases de Barkero, aunque sin la presencia de Kon¨¦ (huido de la cancha para no regresar al Sevilla) le haya faltado el ¨²ltimo eslab¨®n. Ghezzal hab¨ªa fracasado ante el Zaragoza y el Mallorca. El argelino no es un 9 y su curr¨ªculo no dejaba dudas: llevaba 14 meses sin marcar. Pero este Levante ha estado tocado por una varita m¨¢gica y cuando el central Cabral envi¨® un pase largo al balc¨®n del ¨¢rea, al filo del descanso, Ghezzal se encontr¨® con la deserci¨®n de los centrales vascos y la mala salida de Iraizoz. Solo tuvo que elevar la pelota, desatando la locura en la grada. Hasta el punto de que el jefe Ballesteros se arrodill¨® y limpi¨® la bota derecha al atacante argelino.

Con Llorente en el campo, el Athletic volvi¨® a creer en la remontada, pero de nuevo se encontr¨® con el morro fino de Barkero, que dio una exhibici¨®n de pases de gol. El primero, con la derecha, lo desaprovech¨® Botelho. El segundo fue un cambio de ritmo en pocos metros, alcanzando la l¨ªnea de fondo y centrando atr¨¢s otra vez la derecha. Ghezzal emboc¨® a gol. Catorce meses sin marcar y dos tantos en una noche. La m¨¢s feliz de la historia granota.