Adi¨®s a 12 a?os de club ejemplar

Un club que fue modelo de gesti¨®n deportiva y econ¨®mica, con 12 temporadas consecutivas en Primera, que fue semifinalista de la Champions en 2006 y subcampe¨®n de Liga en 2008, ha ca¨ªdo a Segunda, la categor¨ªa de la que surgi¨®. El Villarreal solo se hace una pregunta: ?Por qu¨¦? El t¨¦cnico, Miguel ?ngel Lotina, lanz¨® un mensaje acusador: ¡°Lo que pasa en los ¨²ltimos a?os en Primera es preocupante. Lo digo desde hace tiempo y nadie toma cartas. Alg¨²n d¨ªa todo saldr¨¢ a la luz¡±. El club, pese a todo, ha pagado una larga lista de errores.

Roig Negueroles y la planificaci¨®n deportiva. En las 12 campa?as seguidas en Primera, la toma de las principales decisiones reca¨ªa en Jos¨¦ Manuel Llaneza, el consejero delegado. H¨¢bil y duro negociador, Llaneza solo necesitaba el benepl¨¢cito de Fernando Roig, el presidente, que siempre se fiaba del criterio de su mano derecha. El mejor ejemplo fue el de Senna. El Villarreal lo fich¨® por 600.000 euros al S?o Caetano. En esos a?os de ¨¦xitos, el hijo de Roig, Fernando Roig Negueroles, pas¨® por diversos cargos en el club y subi¨® en el escalaf¨®n. En la anterior temporada, Roig cre¨® un cargo in¨¦dito hasta entonces en el Villarreal, una vicepresidencia, y se la ofreci¨® a Llaneza, que ya no dispone de todo el poder de decisi¨®n. El puesto de consejero delegado pas¨® a Roig Negueroles, encargado de confeccionar la plantilla. Amigo del t¨¦cnico Juan Carlos Garrido, juntos prefirieron vender a Cazorla al M¨¢laga por 19 millones a desprenderse de Rossi. El dinero se invirti¨® en Zapata (7 millones), De Guzm¨¢n (8) y Camu?as (2,5). Ninguno respondi¨® a las expectativas. En el mercado invernal lleg¨® cedido el argentino Martinuccio, un delantero que apenas jugaba en el Fluminense.

La ¡®Champions¡¯ y las lesiones. La tercera participaci¨®n en la Liga de Campeones encuadr¨® al Villarreal en el peor grupo posible. Bayern M¨²nich, Manchester City y N¨¢poles vencieron sin problemas al conjunto castellonense en cada uno de sus dobles enfrentamientos. El cuadro de Garrido se march¨® sin un punto y con la confianza muy da?ada. La enfermer¨ªa, adem¨¢s, se llen¨® entre septiembre y octubre: Nilmar, Zapata, Cani, Marco Ruben, Senna, Camu?as y Rossi, este lesionado de gravedad para toda la temporada.

Tres entrenadores en el mismo curso. Garrido ofreci¨® una temporada y media de continuidad del estilo marcado por Manuel Pellegrini. Pero su car¨¢cter no conect¨® nunca con el vestuario. En la actual campa?a, los malos resultados agrandaron la distancia entre el cuerpo t¨¦cnico y los jugadores. Garrido incluso pregunt¨® a sus futbolistas qu¨¦ sistema y alineaciones pensaban que eran las id¨®neas para enderezar el rumbo. A los Roig le cost¨® tomar la decisi¨®n de despedir al entrenador, pero eso alivi¨® la tensi¨®n de la plantilla, que recibi¨® de buen grado a Molina. El club pens¨® que con la calidad de la plantilla era suficiente. La inexperiencia en la ¨¦lite le pas¨® factura al exportero. Los Roig firmaron a Lotina como ¨²ltima soluci¨®n, a pesar de que su ideario no congeniaba con las caracter¨ªsticas de la plantilla. En los ¨²ltimos tres partidos de Liga, Lotina apost¨® por un trivote defensivo. Su conservadora apuesta tampoco encontr¨® la respuesta adecuada.

Nilmar como ejemplo del caos. El bajo rendimiento general remite al inicio de todo. Cazorla se asociaba de maravilla con los centrocampistas y con los delanteros. El asturiano hac¨ªa mejores a todos. Borja Valero es quien m¨¢s not¨® la falta del internacional. Sin Rossi y con un Cani intermitente, al centrocampista madrile?o se le ped¨ªa que organizara y concluyera el ataque, en el que apenas se ha contado con un Nilmar poco implicado. El club, adem¨¢s, dej¨® al delantero brasile?o un mes sin jugar mientras pretend¨ªan traspasarle. En ese periodo, y con Marco Ruben lesionado, el Villarreal se qued¨® sin atacantes y tuvo que recurrir a Joselu, punta del filial. Las negociaciones para la venta de Nilmar no fructificaron y este se reincorpor¨® al equipo. Lotina apenas le utiliz¨® en sus 12 partidos al frente del Villarreal. Solo Bruno y Senna, a sus 35 a?os, han dado el nivel esperado.