Antes de la guerra, una batalla

Sobre la arena de Roma, dos gladiadores. Rafael Nadal y el checo Tomas Berdych compiten con la raqueta, la cabeza, el coraz¨®n y el alma. Es un pulso tremendo, disputado de t¨² a t¨², sin median¨ªas, pausas ni espacio para las transiciones. Se pega y se tira, se golpea y se grita. Son los cuartos del torneo de Roma, y si el mallorqu¨ªn sobrevive a eso, si se cita el s¨¢bado en semifinales con David Ferrer (7-6 y 6-3 al franc¨¦s Gasquet; habr¨¢ un finalista espa?ol), es porque en su cuerpo habita un can¨ªbal inconsciente, tenista permanentemente hambriento que juega sin hacerle caso al marcador, punto a punto, sin reparar en la l¨®gica que le ordena pensar en el siguiente juego. As¨ª, en la segunda manga, Berdych saca 4-2 y 40-15, luego 4-4 y 40-15, y primero pierde el servicio y m¨¢s tarde debe levantar una bola de break. Solo ese noveno juego dura m¨¢s de diez minutos. El desgaste es brutal. Feroz. Una guerra de nervios antes de la batalla con Ferrer: 6-4 y 7-5 para Nadal ante el n¨²mero siete mundial.

¡°He encontrado un rival que ven¨ªa jugando muy bien, de los que est¨¢ m¨¢s en forma del circuito y he jugado un partido muy completo. Empec¨¦ impecable¡±, dijo en los micr¨®fonos de Teledeporte el mallorqu¨ªn, que solo cedi¨® 15 puntos al saque y remont¨® el segundo set dando un paso hacia adelante. ¡°Me encontraba atr¨¢s, pero con su servicio me costaba ganar pista¡±, a?adi¨®. ¡°Me voy muy satisfecho de mis sensaciones".

Las semifinales ser¨¢n todo un examen para Ferrer. El alicantino no es el n¨²mero seis mundial por casualidad. Juega duro y pega fuerte. Ante el mallorqu¨ªn, sin embargo, tiene perdido el balance particular (4-14), e incluso, parece a veces, la suerte: durante la estupenda final del God¨® que disputaron ambos este mismo a?o, Ferrer mereci¨® sobradamente ganar la primera manga, y un golpe con el marco de Nadal, desviado luego por el viento, contribuy¨® a imped¨ªrselo. ¡°Ojal¨¢ hubiera tenido un t¨ªo como Toni¡±, acab¨® diciendo el n¨²mero seis mundial, derrotado, en referencia al t¨ªo y entrenador de su contrario. Esas palabras, pronunciadas con una sonrisa, no tuvieron nada de inocentes. Frente a las dificultades, Nadal da un paso adelante. All¨ª donde otros dudan, ¨¦l cree con m¨¢s fuerza. Es la se?al de un tenista ¨²nico, forjado al fuego de un entrenador distinto a todos. Que le pregunten a Berdych.

Resultados:

Ferrer a Gasquet (7-6 y 6-3), Nadal a Berdych (6-4 y 7-5), Djokovic a Tsonga (7-5 y 6-1).