El ego¨ªsta necesario
El Bayern perdona la vanidad de Robben a cambio de explotar su talento
Arjen Robben sigue comport¨¢ndose, a los 28 a?os, con c¨®digos del patio del colegio: atrapa el bal¨®n y no lo suelta hasta lanzar la falta o el penalti a favor. No le importa acabar a golpes con dos de sus compa?eros o provocar la ira del padre del f¨²tbol b¨¢varo, Franz Beckenbauer. Va a lo suyo. Dos finales de Champions en sus tres a?os en el Bayern, la anterior perdida en 2010 ante el Inter en el Bernab¨¦u, le permiten sacar pecho. Y ser perdonado por los directivos de M¨²nich, que le renovaron su contrato hasta 2015. ¡°El Bayern es como una familia para m¨ª. Dos de mis tres hijos nacieron en M¨²nich¡±, declar¨®.
En 12 a?os de profesional, Robben (Groninga, Holanda; 1984) ha dejado enemigos. El peri¨®dico ingl¨¦s The Guardian dijo de ¨¦l que era el ¨²nico jugador capaz de expulsar a un rival antes del comienzo del encuentro, por una agresi¨®n simulada en el apret¨®n de manos. Ven¨ªa a cuento de un altercado con Pepe Reina, el portero espa?ol del Liverpool, cuando el atacante holand¨¦s estaba en el Chelsea. Tras una falta a Gudjohnsen, delantero island¨¦s de los blues, Robben insult¨® a Reina. El portero le puso la mano en la cara y aquel se desplom¨® teatralmente. Expulsado, Reina lo tach¨® de ¡°farsante¡±. En el Chelsea gan¨® dos Ligas, las dos de Jos¨¦ Mourinho, formando uno de los v¨¦rtices del ataque de tres del t¨¦cnico portugu¨¦s: un 4-3-3 afilado en el ataque por Duff, Drogba y Robben.
El semanario alem¨¢n Der Spiegel es a¨²n m¨¢s despiadado con Robben. ¡°Desaf¨ªa a sus aficionados con su particular comportamiento lloroso y miserable. Solo recibe afecto a cambio del ¨¦xito... Siempre est¨¢ ofendido si no tiene el bal¨®n. Todos los dem¨¢s son idiotas¡±.
Cuando le dan una asistencia, no corre a dar las gracias al compa?ero, sino a la grada para buscar a su familia", dice Beckenbauer
Contra el Werder Bremen, en enero de 2011, Robben pifi¨® una falta y su compa?ero Thomas M¨¹ller le dedic¨® un gesto despectivo con la mano. Acabado el partido, el extremo holand¨¦s fue a por ¨¦l y le dio un pu?etazo en la cara. Su mote en la caseta es Allein-ikov (de allein, solo en alem¨¢n). Hay m¨¢s. En el descanso de las semifinales de esta Champions ante el Madrid, en la ida del Allianz Arena, tambi¨¦n por una discusi¨®n sobre qui¨¦n deb¨ªa ensayar una falta, Rib¨¦ry agredi¨® esta vez a Robben en el vestuario. El volante franc¨¦s hubo de pedir disculpas y pagar una multa de 50.000 euros. Rib¨¦ry hizo secretamente felices a sus compa?eros, seg¨²n Der Spiegel.
Como presidente de honor del Bayern, Franz Beckenbauer dijo lo que pensaba de ¨¦l: ¡°Ha desperdiciado parte de su reconocimiento y es ego¨ªsta. Cuando le dan una asistencia, no corre a dar las gracias a su compa?ero, sino a la grada para buscar a su familia¡±.
Robben se atrevi¨® a replicar al mito alem¨¢n en un programa de televisi¨®n. Est¨¢ acostumbrado a las cr¨ªticas. Ya desde su etapa en el Real Madrid. ¡°Sin ¨¦l, el juego es m¨¢s colectivo. Hemos hecho mejores partidos¡±, declar¨® el entonces t¨¦cnico blanco Juande Ramos aprovechando su ausencia. Al Bernab¨¦u lleg¨® en agosto de 2007 como una promesa cumplida por el presidente Ram¨®n Calder¨®n. Ninguno de los entrenadores lo consider¨® imprescindible. Tampoco Bernd Schuster. Sufri¨® una lesi¨®n cada cinco jornadas. Se perdi¨® el 40% de la competici¨®n. Y el 27 de agosto de 2009 fue traspasado contra su voluntad al Bayern de M¨²nich, que pag¨® 25 millones (el Madrid hab¨ªa abonado al Chelsea 36, este al PSV 18 y el club de Eindhoven 3,9 al Groningen). En se?al de agradecimiento por su llegada a M¨²nich, le guardaron el n¨²mero 10, dejado por su compatriota Makaay. Y la campa?a 2009-10 fue la m¨¢s completa: la Copa, la Liga y la final de Champions. Casi el triplete.
Arranca del extremo, va en diagonal hacia el centro y finalmente apunta al palo largo
Por supuesto, el atacante holand¨¦s tambi¨¦n sabe responder en el campo. Cuando todo parec¨ªa perdido y su equipo perd¨ªa 2-0 en el Bernab¨¦u, a pesar de haber fallado su ¨²ltimo y decisivo penalti ante el Borussia Dortmund, el disparo desde los 11 metros de Robben dobl¨® las yemas de los dedos de Casillas. El Bayern volvi¨® a la vida y Robben a sentirse otra vez una estrella.
A pesar de que el Dortmund ha sido su bestia negra. El Borussia ha derrotado al Bayern cinco veces seguidas, la ¨²ltima en la final de la Copa de Alemania. En el ¨²ltimo duelo de Liga, a mitad de abril, Robben cometi¨® tres fallos decisivos: quiso salir regateando y se qued¨® despu¨¦s enganchado rompiendo el fuera de juego en el gol de los chicos de J¨¹rgen Klopp; lanz¨® el penalti a las manos de Weidenfeller; y, al final, envi¨® un sat¨¦lite por encima del estadio cuando lo m¨¢s f¨¢cil era marcar. Tres fallos que costaron un campeonato.
Padre de tres hijos, Robben es a su vez un jugador de irreprimible ambici¨®n. Un verdadero atleta. En el campo de entrenamiento del Bayern en Catar en verano pasado fue el m¨¢s fiero de todos. Arranca desde el extremo, inicia una diagonal hacia el centro sorteando adversarios y, al descubrir un ¨¢ngulo de tiro, busca siempre el palo alejado del portero. Entonces, todas sus faltas son perdonadas. El club ha invertido su dinero en el espect¨¢culo. ?l est¨¢ ah¨ª. Es el mejor desastre que les pod¨ªa pasar a los b¨¢varos.
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