Palabra de Cech

La carrera de los grandes jugadores suele gravitar sobre tres grandes est¨ªmulos: el miedo, el orgullo, y el miedo a que les hieran el orgullo. A Petr Cech, portero del Chelsea, le estimularon por triplicado en el ¨²ltimo a?o. Lleg¨® al final de temporada con tantas ganas de salir del atolladero que se convirti¨® en un muro infranqueable. Entre el Bayern y el Bar?a le remataron un total de 81 veces durante las semifinales y la final de la Champions. Dieciocho tiros fueron entre los tres palos. Pero solo le hicieron tres goles. Lo suficientemente poco como para que Cech pudiera cumplir su promesa de entregarle la Copa a Roberto di Matteo.

La ¨²ltima d¨¦cada descubri¨® a Cech como el mejor portero de la Premier. Sin embargo, desde que Andr¨¦ Villas-Boas lleg¨® a Stamford Bridge, vivi¨® amenazado por la destituci¨®n. Disconforme con su rendimiento, el entrenador portugu¨¦s propuso al club recambios como Courtois o Rui Patricio. Despedido Villas-Boas, el portero checo se encontr¨® ante el desaf¨ªo de demostrar que las sospechas que pesaban sobre el declive de su capacidad hab¨ªan sido infundadas. A sus 30 a?os, entre la plenitud y el crep¨²sculo, se encontr¨® con que su nuevo jefe, Roberto di Matteo, le tend¨ªa una mano salvadora. Una oportunidad de restituir su reputaci¨®n.

¡°Por primera vez en mi vida, durante unos 20 segundos, no supe ni qui¨¦n era yo¡±, dijo Cech sobre el c¨¦sped del Allianz Arena, tras la final, cuando le preguntaron qu¨¦ sinti¨® al ver que Drogba met¨ªa el penalti decisivo. ¡°O¨ªa a mis compa?eros gritar y llorar y yo mismo lloraba sin poder parar¡±.

Por primera vez en mi vida, durante unos 20 segundos, no supe ni qui¨¦n era yo Cech, sobre la victoria

Drogba se acerc¨® a Cech mientras hac¨ªa sus declaraciones. El goleador del Chelsea, el h¨¦roe de M¨²nich, se?al¨® a su colega y le hizo un homenaje ante las c¨¢maras. ¡°David Luiz me dijo que hab¨ªa que tener fe¡±, dijo Drogba, ¡°porque si alcanz¨¢bamos los penaltis tendr¨ªamos a Petr. Y cuando tienes a un t¨ªo como ¨¦l ah¨ª detr¨¢s tienes que creer¡±.

No hab¨ªa m¨¢s explicaci¨®n cient¨ªfica que su presencia larga y p¨¢lida, tocada por el gorro protector, recuerdo de un rodillazo en Reading que casi le manda a la tumba. El entrevistador le pregunt¨® por el penalti que le par¨® a Robben en la prolongaci¨®n y se encogi¨® de hombros: ¡°Me tiraron seis penaltis y par¨¦ tres, as¨ª que el balance en propia meta fue bueno. Le promet¨ª esta Copa al jefe \[Di Matteo\] y me alegro de haber podido mantener mi palabra¡±.

Cech par¨® un penalti a Robben en el tiempo adicional antes de exhibirse en la tanda. Adivin¨® la intenci¨®n de los cinco lanzadores. Roz¨® con la punta de los dedos el tiro de Neuer, el tercero, par¨® el de Olic, el cuarto, y desvi¨® al palo el disparo de Schweinsteiger, el ¨²ltimo. Estaba encendido.

El Chelsea no se defendi¨® mejor que otros equipos, m¨¢s bien al contrario. Fue el que m¨¢s remates recibi¨® en esta Champions: 245 tiros en total. Una media de 19 disparos por partido, solo superada por el Apoel (23), el Bate (21) y el Dinamo (19,5). Al Chelsea le hicieron siete remates m¨¢s por partido que al Madrid, nueve m¨¢s que al Chelsea y 13 m¨¢s que al Bar?a. Sin embargo, acab¨® con un promedio de menos de un tanto en contra por jornada. El cuarto equipo menos goleado del torneo.

Si el Chelsea no acab¨® fulminado fue gracias Cech.