¡°?No habr¨ªa que parar el ¡®calcio¡¯?¡±
Monti, el primer ministro, consternado ante los casos de corrupci¨®n en el f¨²tbol italiano
Incluso Mario Monti, el primer ministro del Gobierno italiano, reflexion¨® ayer sobre la tormenta que sacude al f¨²tbol italiano con nuevos casos de corrupci¨®n, de ama?o de partidos y apuestas ilegales. ¡°Me pregunto¡±, dijo, ¡°si no ser¨ªa beneficioso parar el calcio durante dos o tres a?os¡±.
¡°Esto es peor que lo de 2006¡±. Lo dice Daniele de Rossi, uno de los pesos pesados de la selecci¨®n italiana. Lo de 2006 fue el esc¨¢ndalo de calciopoli, tambi¨¦n conocido como Moggigate. ¡°Entonces solo estaban implicados los clubes, los directivos. Hoy, los involucrados son compa?eros¡±, resalt¨® el lunes por la noche antes de subirse al autob¨²s rumbo a Parma. All¨ª iba a jugarse anoche el primer partido amistoso de Italia. Se cancel¨® por el terremoto que azot¨® el norte del pa¨ªs.
Ayer tambi¨¦n empezaron los interrogatorios en la Fiscal¨ªa de Cremona. El fiscal ir¨¢ escuchando estos d¨ªas a los 19 detenidos por ama?o de partidos de la temporada pasada y apuestas ilegales. Antes han salido a la luz escuchas telef¨®nicas de conversaciones entre futbolistas y los cabecillas de las tramas. Utilizaban un lenguaje cifrado en el que, seg¨²n los agentes, las palabras ¡°relojes¡± y ¡°puertas¡± equival¨ªan a dinero. Safet Altic ¡ªun alban¨¦s detenido por tr¨¢fico de drogas y vinculado por la polic¨ªa a las redes criminales¡ª aparece en algunas publicadas ayer por la Gazzetta dello Sport. Altic es el mismo que se reuni¨® con Criscito ¡ªel internacional investigado y excluido de la Eurocopa¡ª y Giuseppe Sculli, jugador del G¨¦nova y ex del Lazio, tambi¨¦n investigado. Junto a ellos, en las fotos de la polic¨ªa, sale Fabrizio Fileni, uno de los jefes de los ultras que hace un mes pararon el G¨¦nova-Siena m¨¢s de media hora exigiendo a los jugadores que se quitaran las camisetas.
¡°Hemos alcanzado la cima, un partido de la Serie A¡±, dijo en mayo de 2011 un mafioso
¡°En mi vida he apostado. No s¨¦ nada de este asunto. A ese restaurante [el de las fotos, L¡¯Osteria del Coccio] iba siempre, a cenar y comer. Y all¨ª me encontraba con mucha gente, hinchas del G¨¦nova y del Sampdoria¡±, explic¨® ayer Sculli en una entrevista en el diario Secolo XIX. ¡°?Altic? S¨ª, le conozco, pero yo miro a la persona, no su vida privada¡±, matiz¨®.
El tribunal de Cremona hizo p¨²blicas ayer las 55 p¨¢ginas sobre las medidas cautelares adoptadas y las relaciones entre los detenidos e imputados y los cabecillas de los delincuentes. Captaban futbolistas para que establecieran contacto con compa?eros y rivales y falsear los partidos. El dinero se lo repart¨ªan entre todos. En esos folios se detalla la existencia de dos grupos implantados en el calcio que controlan un entramado de varios jugadores de Segunda, Tercera y de la Serie A: el degli zingari (de los gitanos) y el degli ungheresi (de los h¨²ngaros). Los jefes, algunos ya detenidos, se comunicaban con varios jugadores, entre ellos el capit¨¢n del Lazio, Mauri, en la c¨¢rcel desde ayer, o el mismo Sculli con tarjetas de prepago que ellos mismos les procuraban y aconsejaban cambiar a menudo. Mauri lleg¨® a tener una tarjeta SIM propiedad de la novia del due?o de una casa de apuestas en Roma.
Se desprende de los papeles del tribunal que los cabecillas visitaban a los jugadores en los hoteles de concentraci¨®n ¡ªcomo en el caso del Chievo-Novara, de Copa, o el del Novara-Siena, de Liga¡ª o incluso en sus ciudades deportivas ¡ªcomo en Formello, la del Lazio¡ª hasta uno o dos d¨ªas antes de los encuentros cuyos resultados pretend¨ªan falsear. Si despu¨¦s del encuentro el marcador no se adecuaba a lo pactado, hab¨ªa una persona ¡ªGecic, como figura en los papeles¡ª que con un BMW negro iba a recuperar el dinero que hab¨ªa sido previamente entregado a los futbolistas. Seg¨²n las declaraciones al juez de Coppola, del Siena, el presidente del club, Massimo Mezzaroma, habr¨ªa pedido a sus jugadores perder un partido en el que hab¨ªa apostado.
La labor de 280 agentes ha permitido empezar la tercera fase de una investigaci¨®n que comenz¨® en junio de 2011. Las declaraciones de un arrepentido desvelan el cambio cualitativo que ocurri¨® en 2011. ¡°Era un domingo de mayo del a?o pasado cuando Zoltan Keneseis [uno de los jefes del grupo de los h¨²ngaros, ahora en la c¨¢rcel], que hab¨ªa trabajado con los gitanos, dijo a sus gregarios: ¡®Hemos alcanzado la cima¡¯. Le pregunt¨¦ qu¨¦ significaba y me contest¨® que el grupo, bajo la gu¨ªa del boss [jefe] hab¨ªa manipulado un partido de la Serie A¡±.
¡°Reloj¡± y ¡°puerta¡±, palabras en clave
Mafiosos y jugadores utilizaban palabras en clave. Nunca dec¨ªan ¡°dinero¡±, pero usaban de forma sospechosa ¡°reloj¡± y ¡°puerta¡±. Estas son algunas de las conversaciones desveladas por Gazzetta dello Sport.
Altic. ?Kala?
Kaladze (exjugador del Milan y el G¨¦nova). Hola. ?D¨®nde est¨¢s?
A. ?Est¨¢s comiendo?
K. No, no... Yo, no.
A. En una hora estoy all¨ª.
K. Ok, llamo.
A. Vale, pero t¨² y yo es mejor que nos veamos un poco m¨¢s lejos, que, si no¡ ?Entiendes?
Poco despu¨¦s Altic habla con otra persona, conocida de la polic¨ªa por haber participado en tramas de apuestas ilegales.
Desconocido. ?Qu¨¦ tal, hermano?
A. Bien. Te llamo yo, que tengo que arreglar un par de asuntos.
D. (...) Para lo de la historia de los 50.000 euros de las puertas, que tengo gente aqu¨ª.
A. Estoy yendo a Mil¨¢n para ver a Kaladze, que se est¨¢ comprando todas las puertas.
Sculli. Safet, ?qu¨¦ tal?
Altic. Bien. ?Y t¨²? ?Qu¨¦ ocurre?
S. Nada. Estoy aqu¨ª, en Mil¨¢n. No tengo coche para bajar. Ven, que te tengo que dar el reloj.
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