La mayor¨ªa tiene raz¨®n... a veces
Oklahoma y Miami tienen ahora la oportunidad de demostrar qui¨¦n es el mejor de la NBA
No soy optimista respecto al estadounidense medio. Seg¨²n un estudio, solo el 30% de mis compatriotas pueden situar Israel en un mapa mural y el 10% Afganist¨¢n. El 54% desconoce que Sud¨¢n es un pa¨ªs africano.
Si en enero hubiera preguntado a la mayor¨ªa de los estadounidenses qui¨¦n ganar¨ªa la NBA, es probable que hubiesen levantado la vista de la Coca-Cola de dos litros y hubieran dicho: ¡°Ese equipo de los Thunder de Oklahoma parece r¨¢pido. Sin duda, los Heat de Miami tienen buenos jugadores¡±.
Me habr¨ªa burlado de la respuesta e ignorado esa opini¨®n por ser demasiado f¨¢cil y demasiado uniforme, un juicio precipitado igual de vano que sus esfuerzos para orientarse con un atlas. Pero, en este caso, la mayor¨ªa ten¨ªa raz¨®n.
Despu¨¦s del segundo partido de la final de la Conferencia Oeste, estaba tan contento como un martillo en una f¨¢brica de clavos. Me alegraba que los Spurs estuviesen ganando porque creo que juegan al baloncesto correctamente, porque Matt Bonner es amigo m¨ªo y porque Gregg Popovich es el mejor entrenador vivo. Pero, sobre todo, estaba feliz porque me estaban dando la raz¨®n. Despu¨¦s de ver c¨®mo derrotaban a los Clippers en Los ?ngeles all¨¢ por febrero, dije que los Spurs eran el mejor equipo. La temporada acortada no har¨ªa sino aumentar la grandeza de los Spurs: Popovich podr¨ªa dirigirlos mejor que cualquier otro entrenador y se llevar¨ªan a casa su quinto campeonato en 14 a?os.
Lo mismo para la Conferencia Este. Cuando los Celtics ganaron el quinto partido en Miami, pens¨¦ que ser¨ªa pan comido para ellos aprovechar la oportunidad de cerrar la serie en casa y que eso corroborar¨ªa mi fe en la eficacia de la experiencia.
Durant es casi imparable, Westbrook es el jugador m¨¢s r¨¢pido, Harden es Manu Gin¨®bili con 10 a?os menos, LeBron es el mejor jugador de baloncesto del mundo...
Estaba equivocado respecto a los Spurs: la temporada acortada no ha ayudado a su causa. Al empezar el tercer partido de la final de la Conferencia Oeste, los Spurs parec¨ªan un hombre gordo subiendo por una rampa resbaladiza. Por mucho que lo intentasen, eran simplemente incapaces de avanzar. Y la experiencia de los Celtics sirvi¨® de madero de tormento para el talento de los Heat.
O eso quiero pensar. Porque, a pesar de mi complicado an¨¢lisis de lo que ha sucedido, sigue siendo cierto que Kevin Durant es casi imparable, que Russell Westbrook es el jugador de baloncesto m¨¢s r¨¢pido desde Allen Iverson (podr¨ªa estar igual de loco), que James Harden es Manu Gin¨®bili con 10 a?os menos (adem¨¢s, con mucho pelo), que Serge Ibaka es bueno y se vuelve genial justamente cuando los Thunder le necesitan, que LeBron James es el mejor jugador de baloncesto del mundo, que Dwyane Wade no es solo un muy buen jugador de baloncesto, sino tambi¨¦n un tipo que quieres que est¨¦ de tu lado en una pelea de bar, y que, realmente, da igual qui¨¦n m¨¢s juegue en los Heat porque esos dos se bastan por s¨ª solos.
Y ahora, ambos equipos (parece que fueron creados para un videojuego, parecen tan duraderos como un paraguas hecho con p¨¦talos de rosa, y durante todo el a?o fueron aquellos por los que apostaba el aficionado ocasional, pero no el analista serio) tienen ahora una oportunidad de demostrar que son el mejor equipo.
En otras palabras, exactamente lo que la mayor¨ªa de los estadounidenses habr¨ªa dicho all¨¢ por enero.
As¨ª, me he visto obligado a admitir que lo que es v¨¢lido para la vida es v¨¢lido para la NBA: tanto si nos gusta como si no, a veces, la respuesta f¨¢cil es la correcta.
A veces, los estadounidenses tienen raz¨®n¡ siempre que no les hagas preguntas sobre geograf¨ªa.
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