Los ¡®capos¡¯ de la Eurocopa

- Shevchenko (Ucrania): 109 internacionaldades, 50 goles.

En su gr¨¢fico deportivo Sheva vive en la ¨²ltima curva. Esa que desciende desde el pico m¨¢s alto, su ¨¦poca en el Mil¨¢n en la que conquist¨® el Bal¨®n de Oro en 2004, hasta el punto final. Debutante en un torneo como este, se espera del ucraniano un canto del cisne, perlas en forma de goles que recuerden porqu¨¦ los hinchas rossoneros lloraron con su marcha al Chelsea.

- Karagounis (Grecia): 119 internacionalidades, 8 goles.

A efectos pl¨¢sticos, Giorgios Karagounis (Pirgos; 1977) es el arquetipo del h¨¦roe futbol¨ªstico moderno. Su juego apenas concentra alardes t¨¦cnicos y es, en ocasiones, muy rudimentario. Tampoco su silueta, tosca y achaparrada, responde al perfil est¨¦tico que demandan los principios mercadot¨¦cnicos que rigen el f¨²tbol de hoy d¨ªa. Sin embargo, el capit¨¢n de Grecia es todo un s¨ªmbolo en su pa¨ªs. El latido del vestuario heleno. La versi¨®n griega de Gennaro Gattuso. A sus 35 a?os, con una Eurocopa ya en su bolsillo (2004), contin¨²a devorando m¨¢s kil¨®metros que nadie sobre el verde y guerrea como un soldado espartano. ?l es el ejemplo, la voz y los pulmones de Grecia.

- Arshavin (Rusia): 73 internacionalidades, 17 goles.

Nunca nadie hab¨ªa sido capaz de rubricar cuatro goles en un templo como Anfield. Nunca hasta que Andrei Arshavin (Leningrado; 1981) puso patas arriba el vetusto estadio del Liverpool en 2009. Sab¨ªa el t¨¦cnico del Arsenal, Ars¨¨ne Wenger, que hab¨ªa reclutado un peque?o genio. Pero, como todo gran creador, dotado de luces y sombras. Pocos futbolistas transmiten tanta melancol¨ªa sobre el c¨¦sped, traducida en ocasiones en apat¨ªa. Pocos, sin embargo, han tenido una irrupci¨®n tan fulgurante como la que protagoniz¨® ¨¦l, de 31 a?os, en la Eurocopa de 2008. Cuando viste la el¨¢stica rusa y se engarza el brazalete, la indolencia se transforma en v¨¦rtigo. Por algo le llaman El Zar.

- Rosicky (Rep¨²blica Checa): 87 internacionalidades, 20 goles.

Fue en Dortmund donde, por su precisi¨®n para orquestar el ataque, le denominaron Mozart. Fue all¨ª, en el Borussia, donde emergi¨® la figura de Tom¨¢s Rosicky (Praga, 1980), catalizador del juego del combinado checo. Una estrella que apuntaba alto, pero se qued¨® a medio camino. Torpedeado por las lesiones, no ha logrado coger vuelo. En el Arsenal no pasa de ser un telonero. M¨¢s rango adquiere con la zamarra de su selecci¨®n. Sus botas son el centro de operaciones de la Rep¨²blica Checa, que vive aferrada a su toque y su facilidad para encontrar el hueco o armar la pierna. Silencioso, los galones responden en su caso a la veteran¨ªa. Con 31 a?os, es el checo m¨¢s ducho.

-?Blaszczykowski (Polonia): 21 internacionalidades, 3 goles.

Hu¨¦rfana de referentes, la electricidad que brota de las botas de Jakub?Blaszczykowski (Cz?stochowa, 1985) ser¨¢ esencial para Polonia, cuyo caudal ofensivo fluir¨¢ sobre todo por la banda derecha que ocupa Kuba. Sin ser un l¨ªder natural, el cabecilla polaco se ha ganado el mando de su equipo a base de desborde y cambios de ritmo que desmontan esquemas. Su aportaci¨®n ha sido decisiva en los ¨²ltimos ¨¦xitos del Borussia Dortmund.

- Van Bommel (Holanda): 74 internacionalidades, 10 goles.

La autoridad de Mark Van Bommel (Maasbracht, 1977) es indiscutible. Todo temperamento, el mediocentro plant¨® en su d¨ªa cara a toda una leyenda del f¨²tbol holand¨¦s como Marco Van Basten, predecesor en el banquillo oranje del actual seleccionador, Bert Van Marwijk, y logr¨® salir airoso. Aparte de contar con el padrinazgo del nuevo t¨¦cnico -que es tambi¨¦n su cu?ado-, se ha asentado en el eje y conforma el dique de contenci¨®n junto a De Jong en la media holandesa menos l¨ªrica. Barre todo el centro del campo, siempre al borde del reglamento, y castiga los o¨ªdos de los ¨¢rbitros durante todo el partido. Su ascendencia est¨¢ fuera de toda duda. No se explicar¨ªa, si no, que haya sido el ¨²nico capit¨¢n for¨¢neo de la historia del Bayern.

- Lahm (Alemania): 84 internacionalidades, 4 goles.

No es Phillip Lahm (M¨²nich, 1983) un capit¨¢n de excesiva verborrea ni que se prodigue en aspavientos. ?l prefiere predicar desde el ejemplo. Futbolista acad¨¦mico, comprometido lejos del c¨¦sped, su aspecto de eterno adolescente no le resta car¨¢cter a la hora de ejercer y tomar partido. Lo mismo para interceder en una pelea entre Rooben y Rib¨¦ry, que para censurar a Van Gaal o bien para que la UEFA reaccionase ante el trato que el gobierno ucraniano le otorg¨® a la l¨ªder opositora Julia Timoshenko. Imprescindible en el engranaje de L?w, su profundidad en el lateral ¨Ctanto el izquierdo como el derecho- le convierte en uno de los bastiones de la Mannschaft.

- Cristiano Ronaldo (Portugal): 89 internacionalidades, 32 goles.

El epicentro de la selecci¨®n portuguesa tiene un nombre propio: Cristiano Ronaldo (Funchal, 1985). No olvida el aficionado portugu¨¦s las l¨¢grimas de aquel muchacho osado que rompi¨® a llorar tras caer en la final de 2004 frente a Grecia. Hoy d¨ªa, todo gira en torno a la estrella del Real Madrid, l¨ªder del combinado luso con solo 27 a?os. Su soberan¨ªa se extiende a todos los rincones del rect¨¢ngulo de juego. ?l decide. ?l ordena. ?l dispara las faltas. Su potestad es incontestable. Tanto como su f¨²tbol, que a su vez vertebra el de todo su equipo, agarrado a la explosividad goleadora del 7.

- Agger (Dinamarca): 48 internacionalidades, 6 goles.

¡°Todav¨ªa jugamos demasiado lentos¡±, advert¨ªa hace unos d¨ªas Dani Agger (Copenhague, 1984), el rocoso y expeditivo capit¨¢n dan¨¦s. Acostumbrado al fren¨¦tico ritmo de la Premier, donde salvaguarda la retaguardia del Liverpool desde hace seis campa?as, el central est¨¢ curtido ya en mil batallas a sus 27 a?os. Perfilado de inicio por Laudrup en las filas del Brondby, consolidado en la pradera de Anfield despu¨¦s, su poderoso juego a¨¦reo y su despliegue f¨ªsico ¨C1,91 y 80 kilos¨C le convierten en un hombre de m¨¢xima jerarqu¨ªa para Morten Olsen. No se complica con la pelota en la salida, tiene un l¨¢tigo en su pierna izquierda y sus marcajes al hombre son de escuela.

- Casillas (Espa?a): 132 internacionalidades.

La representatividad de Iker Casillas en el equipo se traduce en actuaciones concretas, aisladas, debido a la posesi¨®n habitual del bal¨®n por parte de Espa?a. Su liderazgo se desprende de la solvencia que muestra en esos instantes determinantes en los que sostiene desde la porter¨ªa el desarrollo final del juego colectivo. Figura de peso en su club, donde tambi¨¦n porta el brazalete, Casillas influye en el juego a partir de la tranquilidad que ofrece a su defensa.

- Buffon (Italia): 117 internacionalidades.

Portero de mirada penetrante, el italiano ha sido la ¨²nica pieza estable en la irregular Italia. Campe¨®n del Mundo en 2006, donde su actuaci¨®n en la tanda de penaltis result¨® definitiva, y reciente ganador del Scudetto con su equipo, los reflejos de Buffon han resistido el paso del tiempo. A pesar de estar inmiscuido en una supuesta trama de ama?o de partidos en la liga italiana, por sus manos pasar¨¢ de nuevo mantener la estabilidad de una selecci¨®n volc¨¢nica en la que siempre responde.

- Srna (Croacia): 88 internacionalidades, 19 goles.

Amarrado a la banda derecha el croata ofrece un rendimiento de extremo al uso. De su bota derecha salen centros y desbordes, sin despreciar que por el camino ha embocado 19 tantos en los 86 partidos que ha disputado con su selecci¨®n. En una selecci¨®n tan dependiente de Modric, la estrella, Srna, ha de sostener los desajustes que se producen en ataque por la movilidad de los delanteros para tratar de compensarlos desde la banda.

- Robbie Keane (Irlanda): 105 internacionalidades, 45 goles.

De su brazalete se caen ¨®rdenes, correcciones, arrancadas sin pausa y hasta gritos al cielo. El ex del Inter de Mil¨¢n, Liverpool, Tottenham o Aston Villa ha plasmado en su comportamiento lo aprendido en las mil y un batallas en las que se ha enfrentado. Habilidoso a la hora de armar el remate, el juego se organiza desde el centro para que la definici¨®n sea cosa suya. La dependencia goleadora de Irlanda ser¨¢ cosa suya.

- Steven Gerrard (Inglaterra): 80 internacionalidaes, 19 goles.

Se hizo cargo de la tela casi maldita cuando en el Mundial de 2010 Ferdinand se lesion¨®. Se la quit¨® despu¨¦s Capello para entreg¨¢rsela a Terry y de nuevo, tan un breve flirteo con Scott Parker, vuelve al brazo derecho del capit¨¢n del Liverpool. Con un ca?¨®n en la pierna derecha, Gerrard actuar¨¢ como medio centro en Inglaterra tras la lesi¨®n de Barry. Pierde llegada con ese paso atr¨¢s, pero gana frescura en la construcci¨®n.

- Lloris (Francia): 22 internacionalidades.

Abrasada, as¨ª termin¨® la selecci¨®n francesa tras el descalabro del Mundial de Sud¨¢frica donde no super¨® la primera ronda del campeonato. Evra, capit¨¢n entonces del aquel grupo, fue sustituido por el portero del Olympique, que a su corta edad gobierna el atrevido proyecto del seleccionador Laurent Blanc. Portero de grandes reflejos, le falta transmitir m¨¢s seguridad por arriba.

- Ibrahimovic (Suecia): 78 internacionalidades, 32 goles.

Descarado, seguro de s¨ª mismo y sobradamente preparado. La lista podr¨ªa alargarse m¨¢s si no fuera porque con Suecia aun no ha conseguido plasmar ese perfil imponente.

De vuelta a una selecci¨®n que ya abandonar¨ªa hasta en dos ocasiones, Ibra encabeza la apuesta de una selecci¨®n menor que aspira a superar al menos la fase de grupos. Aunque con el sueco, lo impensable es siempre lo factible.