¡°Esa B¨¦lgica me impact¨®: jugaba como Holanda¡±
Del Bosque recuerda su ¨²nico partido como internacional en una fase final con Espa?a, en la Eurocopa de 1980
Dice Vicente del Bosque, el seleccionador que llev¨® a Espa?a a conquistar la Copa del Mundo de 2010, que apenas tiene recuerdos de la movida concentraci¨®n en Madrid previa a la Eurocopa de Italia de 1980, la ¨²nica gran competici¨®n internacional que disput¨® como jugador. Las hemerotecas, con su relato de algunas de las controversias que se suscitaron y no parecen estar en el disco duro del seleccionador, cuentan que la historia, en el f¨²tbol, a veces tambi¨¦n es circular.
B¨¦lgica, 2 - Espa?a, 1
B¨¦lgica: Pfaff; Gerets, Millecamps, Meeuws, Renquin; Van Moer (Mommens m. 80), Vandereycken, Cools, Van der Elst; Vandenbergh (Verheyen m. 81) y Ceulemans.
Espa?a: Arconada; Tendillo (Carrasco m. 79), Migueli, Alexanco, Gordillo; Saura, Asensi (Del Bosque m. 37), Zamora; Quini, Juanito y Satr¨²stegui.
Goles: 1-0. M. 17. Gerets; 1-1. M. 36. Quini; 2-1. M. 65. Cools.
?rbitro: Charles Corver (Holanda). Amonest¨® a Asensi y a Migueli.
Exist¨ªa un pique manifiesto entre los jugadores del Real Madrid y de la Real Sociedad, que se hab¨ªan disputado las dos ¨²ltimas Ligas a cara de perro. Ladislao Kubala, que era el seleccionador, tuvo que reunir a Juanito y a Arconada porque el madridista hab¨ªa dicho que los futbolistas blanquiazules eran unos ¡°fanfarrones¡±. Se guardaron las apariencias de la misma forma que 30 a?os despu¨¦s las mantuvieron externamente entre los jugadores blancos y azulgrana. Otras grandes pol¨¦micas previas a esa Eurocopa fueron que el propio Kubala estaba en negociaciones con el Barcelona y que se anunci¨® su fichaje en plena preparaci¨®n del torneo, como el de Alexanco, tambi¨¦n por los azulgranas; que los internacionales acusaban a la federaci¨®n de haber inoculado en la opini¨®n p¨²blica que eran unos peseteros al haber aireado cifras irreales en las negociaciones por las primas; o que el novato central del Valencia Miguel Tendillo no sab¨ªa si tendr¨ªa que regresar en plena competici¨®n a Espa?a para cumplir con el servicio militar. C¨®mo no, tambi¨¦n hubo debate sobre la lista: se ped¨ªa desde algunos foros que como el Mundial de Espa?a estaba a dos a?os vista, Kubala deb¨ªa prescindir de gran parte del bloque que no hab¨ªa pasado de la primera fase en el Mundial de Argentina 1978. Esto solo lo hizo a medias Kubala.
Los belgas impresionaron al t¨¦cnico por su coordinaci¨®n
Del Bosque se incorpor¨® a la concentraci¨®n en la capital, junto a Juanito y Santillana, los otros madridistas que hab¨ªan disputado la final de Copa del Rey; la historia, de nuevo, circular. El Mundial de 1978 se lo hab¨ªa perdido por una lesi¨®n en el peron¨¦ que le produjo en Atocha Zamora, el mismo futbolista que luego le desplaz¨® del once en ese Europeo disputado en Italia. ¡°Hab¨ªa competencia y Zamora era un gran jugador, estaba el bloque de la Real Sociedad que gan¨® dos Ligas¡±, recuerda el hoy seleccionador.
Fue una concentraci¨®n extra?a: futbolistas que no se hablaban, pulsos por las primas...
Del partido de debut ante Italia (0-0) y del torneo en general el medio realista sali¨® como uno de los mejores organizadores del f¨²tbol europeo junto al impactante Bernd Schuster, que gobern¨® sobre Alemania y la competici¨®n con una jerarqu¨ªa insultante para un chico de 18 a?os. Del Bosque hab¨ªa sido titular en la fase de clasificaci¨®n, pero el empuje precoz de aquel 10 bigotudo de pelo ensortijado le releg¨® al banquillo y simboliz¨® esa transici¨®n demandada por la prensa.
En lo futbol¨ªstico, Del Bosque s¨ª tiene en la cabeza los 53 minutos que disput¨® ante B¨¦lgica en San Siro, sustituyendo a Asensi, que se hab¨ªa lesionado. Los tiene grabados en su memoria por jugar ¨¦l y porque la derrota (2-1) les eliminaba, despu¨¦s del esperanzador, por inesperado, empate ante los anfitriones. Fue el adi¨®s de la participaci¨®n como futbolista de Del Bosque en una gran competici¨®n extranjera con Espa?a: menos de un partido en una Eurocopa, y ninguna participaci¨®n en un Mundial, competici¨®n que en 2010 ganar¨ªa ya como seleccionador.
Aquella Eurocopa de Italia 1980 fue la primera que se jug¨® con fase de grupos ¡ªdos de cuatro selecciones y las dos primeras de cada uno de ellos pasaban a la final directamente¡ª y perder con B¨¦lgica supuso el adi¨®s ante una selecci¨®n de la que le impresion¨® el acorde¨®n, esa metaf¨®rica y cl¨¢sica forma de nombrar el despliegue y el repliegue coordinados. En los inicios de los a?os 80 no era tan com¨²n como ahora ver a diez jugadores corriendo en la misma direcci¨®n, a una velocidad de crucero alta, con los espacios bien repartidos y los movimientos tan sincronizados.
Entonces, al menos yo, est¨¢bamos acomplejados cuando compet¨ªamos fuera" Del Bosque, seleccionador espa?ol
¡°Los belgas hicieron un juego parecido al de los holandeses, adelantando las l¨ªneas, provocando el fuera de juego, con un Gerets extraordinario en el lateral derecho¡±, rememoraba Del Bosque al poco de conocer cu¨¢les ser¨ªan sus rivales en esta Eurocopa.
Incluso esa B¨¦lg¨ªca perge?ada por Guy Thijs, su seleccionador, que acab¨® subcampeona ante Alemania de Josef Derwall (2-1), le llam¨® la atenci¨®n m¨¢s que el bloque de lo que dos a?os m¨¢s tarde ser¨ªa la Italia campeona del mundo: ¡°Me qued¨¦ menos con los italianos, no s¨¦ si fue un impacto lo de los belgas, pero hicieron algo relativamente nuevo¡±.
El bloque de aquella B¨¦lgica de Eric Gerets, autor del primer gol en Mil¨¢n, se estir¨® hasta eliminar a Espa?a en los cuartos de final del Mundial de M¨¦xico 1986: a¨²n permanec¨ªan el propio Gerets, Pfaff, Renquin, Van der Elst (autor del segundo tanto) y el inolvidable Ceulemans, cuya poderosa zancada en el 80 le daba para jugar de extremo.
¡°Ten¨ªamos una buena selecci¨®n en aquella Eurocopa, pero no s¨¦ si en el pasado est¨¢bamos marcados por el negativismo, o que, al menos yo, est¨¢bamos acomplejados cuando compet¨ªamos fuera. Ahora eso ya no sucede¡±, se felicita Del Bosque.
¡°Los tontos del pueblo¡±
Fue una concentraci¨®n descrita como un zoco, de tan largas que eran las negociaciones por las primas. Los internacionales no quer¨ªan compartir los hipot¨¦ticos premios con sus clubes de origen, como les obligaba la normativa, y pretend¨ªan que el nombre de los patrocinadores pudiera figurar en sus camisetas, cuando el reglamento solo lo permit¨ªa en los ch¨¢ndales. Asensi, Migueli, Carde?osa, Arconada y Dani negociaron en nombre de todos.
Frente a ellos, Pablo Porta, el presidente federativo, opuesto al cambio por razones de ¨ªndole ¡°rom¨¢ntica y sentimental¡±. ¡°Al final, seremos otra vez los tontos del pueblo¡±, le dijeron sus futbolistas por boca de Carde?osa, que as¨ª record¨® que el mismo problema ya se hab¨ªa dado en el Mundial.
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