De Totti y Zidane a Pirlo: los ¡®hijos¡¯ de Panenka
El lanzamiento del checo en la Eurocopa de 1976 ha encontrado herederos en los ¨²ltimos a?os en Eurocopas y Mundiales
Cuando el checo Antonin Panenka se sac¨® de la chistera un disparo inveros¨ªmil ante el portero Sepp Maier en la final de la Eurocopa de 1976, cre¨® escuela. El globo que traz¨® sobre el meta alem¨¢n, batido con una sutil picada de la pelota desde el punto de penalti, qued¨® registrado en los anales futbol¨ªsticos tanto por su ejecuci¨®n como por su trascendencia. Fue un lanzamiento a sangre fr¨ªa. Uli Hoeness hab¨ªa errado la pena m¨¢xima anterior y el triunfo de la Rep¨²blica Checa quedaba supeditado a sus botas. El ariete tom¨® carrerilla, orient¨® su cuerpo al lado derecho con el objetivo de enga?ar al guardameta y apunt¨® al centro, con temple, mientras Maier se lanzaba con decisi¨®n hacia la izquierda. Gol.
Aquella noche, Panenka no solo coron¨® a su selecci¨®n, que tan solo cuenta con ese cetro en sus vitrinas, sino que adem¨¢s fabric¨® un lanzamiento innovador al que anoche, en el estadio ol¨ªmpico de Kiev, el italiano Pirlo quiso rendir tributo. Antes lo hicieron en grandes torneos (Eurocopas y Mundiales) otros futbolistas como su compatriota Totti, otro genio de la ejecuci¨®n desde el punto de cal, el franc¨¦s Zinedine Zidane, el portugu¨¦s Helder Postiga, el uruguayo Abreu o el ucraniano Artem Milevskiy. Todos ellos son, desde una vertiente balomp¨¦dica, los hijos del revolucionario Panenka.
Un nexo traz¨® con ¨¦l Andrea Pirlo, el arquitecto de la selecci¨®n italiana. Al igual que el checo, el jugador del Juventus emergi¨® en medio de la situaci¨®n m¨¢s comprometida, cuando su selecci¨®n estaba con el agua al cuello tras el fallo de su compa?ero Montolivo e Inglaterra miraba ya a las semifinales de la Eurocopa. No vacil¨® ni un instante Pirlo, que tom¨® el esf¨¦rico con decisi¨®n frente a la mirada bravucona de Hart, lo deposit¨® con mimo y dibuj¨® un toque exquisito con la frialdad propia de un verdugo. El mundo entero se qued¨® at¨®nito. Para ¨¦l fue tan solo un recurso. "Pens¨¦ que era lo m¨¢s f¨¢cil", desprendi¨® despu¨¦s de pasar por la ducha, como si nada.
"Desde el penalti de Totti no ve¨ªa nada igual", se?alaba anoche, boquiabierto, Daniele De Rossi. Efectivamente, el capit¨¢n del Roma tambi¨¦n hizo un gui?o a Panenka en la Eurocopa de 2000.?Il Pupone, el ni?o grande del calcio, es otro artista que domina la suerte del cucchiaio [cuchara]. Exhibi¨® todo su ingenio en otro momento decisivo, en la tanda de penaltis de las semifinales frente a la anfitriona Holanda. Van der Sar no adivin¨® la intenci¨®n. La hinchada oranje qued¨® muda.
No le falt¨® cierta osad¨ªa tampoco a Zinedine Zidane. Antes de colgar las botas, en la final del Mundial de 2006, el bailar¨ªn franc¨¦s dej¨® un ¨²ltimo destello sobre el c¨¦sped antes de arremeter con su coronilla contra el italiano Materazzi. Con 0-0 todav¨ªa en el marcador, hizo un ejercicio de suspense y despu¨¦s enga?¨® a Buffon. Era la primera vez en toda su carrera que empleaba esta f¨®rmula. Antes de entrar en la porter¨ªa, el cuero golpe¨® en la zona interior del travesa?o.
El ucraniano Artem Milevski se luci¨® en el misma cita. El futbolista del D¨ªnamo de Kiev cincel¨® otro hermoso disparo cargado de aplomo ante el meta suizo en el pulso de octavos de final. El esf¨¦rico bes¨® las mallas y ¨¦l, acto seguido, se llev¨® el dedo el dedo ¨ªndice a la boca para acallar a los hinchas helv¨¦ticos.
Igualmente arriesgado fue el toque del portugu¨¦s Helder Postiga en la Eurocopa de 2004. No tembl¨® el ca?onero del Zaragoza, que bati¨® a James despu¨¦s de que David Beckham, la otra cara de la moneda, hubiese enviado un proyectil al grader¨ªo. El fallo posterior de Vasell conden¨® a Inglaterra, apeada en la tanda de penaltis en seis de los ¨²ltimos 10 grandes torneos en los que ha participado.
Singular como pocos, el uruguayo Sebasti¨¢n Abreu es otro de los integrantes de la lista de trapecistas que han emulado a Panenka. Fue hace dos a?os, en los cuartos de final del Mundial de Sud¨¢frica, contra Ghana. No fall¨® el estilete, con el 13 a la espalda, convencido para embocar a la red pese al riesgo que entra?aba la maniobra. "Llevas la jugada en la cabeza porque sabes que el arquero se anticipa. Cuando tomas una decisi¨®n de este tipo, hay que morir con ella", defendi¨® en su d¨ªa; "?Con qu¨¦ adjetivo se calific¨® el penalti de Zidane? ?Loco?, No, m¨¢gico. ?Por qu¨¦ el de Abreu no?". Anot¨® con la zurda, de forma elegante, en una escena propicia para la taquicardia, y fulmin¨® al equipo africano.
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