Fabian, el relojero

"Fabian, Fabian", dice mi mujer que gritaba de vez en cuando en un hospital italiano cuando me encontraba en un estado semiconsciente y postraum¨¢tico del que creo haber salido. Y vale que soy un fan incondicional de mi amigo suizo, vale que uno de los ¨²ltimos recuerdos que tengo anteriores a un accidente que tuve, son los de ir en cola de pelot¨®n contando batallas con el Cance y J. J. Haedo. Pero no termino de encontrar explicaci¨®n al porqu¨¦ de aquellos gritos; quiz¨¢ sea que como no es un corredor normal, como es una de esas personas que en estado de gracia ¨Ctal y como est¨¢ actualmente- es capaz de actuar solo con genialidad, ser¨ªa que en mi subconsciente ¨Cteorizo- ten¨ªa grabado alg¨²n recuerdo sobrehumano de Fabian en alguna de sus actuaciones, y a ¨¦l que me encomendaba buscando ayuda desesperada como si de un superh¨¦roe se tratara.

"Fabian, Fabian", ahora no lo grito, pero lo escribo pulsando las teclas con fuerza, como sus pedaladas. Primer l¨ªder de este Tour 2012 con una nueva exhibici¨®n de fuerza, potencia y poder¨ªo; 7 segundos m¨¢s veloz que un Wiggins que no defraud¨® y cumpli¨® los pron¨®sticos, y un sorprendente Chavanel ¨Csegundo y tercero, respectivamente- en una pr¨®logo de poco m¨¢s de seis kil¨®metros. Tremenda la diferencia en tiempo. Fabian, un apasionado de los relojes procedente del pa¨ªs relojero con afici¨®n -y adicci¨®n- a reventarlos en cuanto se le presenta la ocasi¨®n.

Ahora no? grito su nombre, pero lo escribo pulsando las teclas con fuerza, como sus pedaladas

Y ya van cinco, que se dice pronto, cinco pr¨®logos inaugurales del Tour ganados reventando los registros en todos ellos. Lieja en 2004, Londres en 2007, M¨®naco en 2009 (aquello por distancia, fue algo m¨¢s que un pr¨®logo), R¨®tterdam en 2010, y de nuevo Lieja en 2012, en un dej¨¢ vu de lo ocurrido hace 8 a?os. Un cambio de maillot, el del Fassa Bortolo por el del Radioshack-Leopard y apenas 300 metros de longitud del trazado, son dos peque?os detalles que ayudan a diferenciar una situaci¨®n de la otra.

Pero tambi¨¦n otros detalles, pues ahora el recuerdo del maillot blanco del Fassa me ha situado en el contexto: en aquel Tour de hace ocho a?os, Fabian dio el salto definitivo al mayor escaparate mundial del ciclismo tras haber sido doble campe¨®n del mundo en sus dos a?os de j¨²nior y llevar ya tres a?os de profesional dejando muescas de sus dotes de contrarrelojista cada vez que ten¨ªa oportunidad.

Wiggins y Evans, los dos grandes favoritos, estuvieron cada uno en su sitio

Ocho a?os despu¨¦s, con el brillo del abrumador palmar¨¦s que actualmente posee, confirma con esta victoria que vuelve a ser el mismo ¨Cy ¨¦l mismo- despu¨¦s de la inoportuna ca¨ªda en el ¨²ltimo Tour de Flandes que se sald¨® con fractura cu¨¢druple de clav¨ªcula y le priv¨® de la oportunidad de dejar una vez m¨¢s su huella en las cl¨¢sicas de pav¨¦ que tanto le gustan -y a nosotros, disfrutarlo-.

Esto es lo que vimos, pero hubo mucho m¨¢s, detalles interesantes y algunos sorprendentes a pesar de lo breve del esfuerzo. Wiggins y Evans, los dos grandes favoritos, estuvieron cada uno en su sitio, cediendo 7 y 17 segundos respectivamente. Tony Martin perdi¨® toda opci¨®n a victoria por un inoportuno pinchazo. Y Peter Sagan no sorprendi¨® esta vez por el resultado -m¨¢s discreto de lo esperado perdiendo 24 segundos-, sino por su ¡°no ca¨ªda¡±; por su habilidad sobre la bici cuando super¨® el l¨ªmite de agarre de su rueda trasera en un giro de 180 grados y tan s¨®lo se llev¨® un peque?o susto con la p¨¦rdida de tiempo, velocidad y concentraci¨®n consecuentes en lo que hubiese supuesto una ca¨ªda para ¨Cme atrevo a decir- m¨¢s del 95 % de los integrantes del pelot¨®n.

Menchov, Nibali y Hesjedal demostraron que no han venido a este Tour de comparsas -mucho ojo con mi excompa?ero ruso-, y sorprende ver a Samuel y a Valverde m¨¢s all¨¢ del puesto 100 de la etapa.

Veremos, esto acaba de empezar. Y mi enhorabuena a Fabian, y gracias por meternos en ambiente de una forma tan sutil: el Tour ha comenzado, ya est¨¢ de amarillo Cancellara una vez m¨¢s¡­