El Este hace feliz a la UEFA
La Eurocopa, entre luces y sombras, ha superado el reto organizativo y social y ahora se plantea un giro econ¨®mico
Desde Yugoslavia en 1976, la Eurocopa no hab¨ªa vuelto al Este, una vieja deuda que el f¨²tbol ten¨ªa con una serie de pa¨ªses que hab¨ªa dedicado momentos c¨¦lebres. La Hungr¨ªa de Kubala en los 50, la Checoslovaquia de Panenka en los 70, la Polonia de Lato en los 80 y compa?¨ªa, la Bulgaria de Stoichkov en los 90 y sobre todo la selecci¨®n de la URSS (m¨¢s ucraniana que nunca) que argument¨® Lobanovski con los futbolistas del Dinamo de Kiev en los 70, reclamaban en silencio un gui?o a la nueva organizaci¨®n de la Europa del este. Exist¨ªa el miedo de la novedad, m¨¢s pol¨ªtica y sociol¨®gica que deportiva, y por la proliferaci¨®n de los grupos ultras en los pa¨ªses del Este.
M¨¢s sedes. La organizaci¨®n est¨¢ m¨¢s que satisfecha. Asegura Michel Platini que el torneo ¡°vivir¨¢ mucho tiempo¡± en la memoria. La UEFA, sin embargo, estudia un nuevo formato, se?al de que precisa corregir errores, mantener y expandir el negocio, as¨ª como mejorar la repercusi¨®n medi¨¢tica, y sobre todo reducir costes: los estadios no se han llenado, a pesar de la voluntad de la afici¨®n polaca que ha cubierto las ausencias del resto por razones de movilidad, el precio de los hoteles ha sido abusivo y la log¨ªstica result¨® muy complicada, tanto que ha habido agravios comparativos respecto al descanso de las distintas selecciones, la mayor¨ªa ubicadas en Polonia, incluso cuando muchos de sus partidos se jugaban en Ucrania.
La UEFA estudia un nuevo formato para corregir errores, mantener y expandir el negocio, as¨ª como mejorar la repercusi¨®n medi¨¢tica
Asignada la pr¨®xima edici¨®n de 2016 a Francia, la UEFA y su presidente se plantean celebrar el 60 cumplea?os del torneo en 2020 con una competici¨®n de 24 equipos repartida en 12 sedes. Un estadio por pa¨ªs podr¨ªa resultar m¨¢s simple y menos caro. La UEFA, de momento, intenta ganarse a los clubes con dinero: repartir¨¢ 100 millones entre los que han prestado jugadores: 40 para los de la fase previa y 60 para los que han competido hasta la fase final.
Una buena inversi¨®n. Los anfitriones se felicitan igualmente porque se ha cumplido el eslogan de ¡°Haciendo historia juntos¡±. La Eurocopa ha tenido un impacto beneficioso para Polonia y Ucrania en t¨¦rminos de infraestructura, desarrollo econ¨®mico y proyecci¨®n mundial, y a cambio solo se han registrado tres situaciones de tensi¨®n: la denominada batalla del V¨ªstula, por el enfrentamiento de los seguidores polacos y rusos, saldado con unos 200 detenidos y 20 heridos; el boicot pol¨ªtico de algunos pa¨ªses a Ucrania por la situaci¨®n en prisi¨®n de la exprimera ministra Yulia Timoshenko; y algunos actos racistas protagonizados por seguidores de distintos pa¨ªses, tambi¨¦n Espa?a. Las distintas sedes, por lo dem¨¢s, han vivido el campeonato con civismo, sin euforia ni movilizaciones populares, ni tampoco en el anonimato. Acaso ha habido quejas sobre algunas traducciones en las conferencias de prensa y, por otra parte, reclamaciones para mejorar el estado del c¨¦sped.
El temor estaba extendido por la UEFA en cuanto a los posibles incidentes. Rusia se ha llevado la peor imagen, aunque en realidad, el conflicto habit¨® por igual entre los seguidores rusos y los polacos, enemistados desde hace tantos a?os que lo hac¨ªan previsible. La eliminaci¨®n de ambos en la fase de grupos aclar¨® el camino de dos aficiones condenadas a enfrentarse.
La Eurocopa ha tenido un impacto beneficioso para Polonia y Ucrania
La pol¨ªtica y el boicot. El otro asunto que ha planeado por la Eurocopa ten¨ªa que ver con la diplomacia europea ante la situaci¨®n de Ucrania, por sus actitudes dictatoriales contra la oposici¨®n. El boicot ha sido casi absoluto hasta alcanzar la final. La pol¨ªtica, finalmente, se ha plegado a la foto del ¨¦xito (o el fracaso). Cada responsable pol¨ªtico ha preferido estar presente en el acontecimiento de la final, entendiendo que el boicot a Ucrania ya se hab¨ªa hecho en las jornadas precedentes, y que no conven¨ªa extenderlo al ¨²ltimo duelo.
Audiencias. Ciertamente, los estadios no han presentado un aspecto espectacular. La ausencia de los dos anfitriones, tras la fase de grupos, ha influido en la atenci¨®n popular, m¨¢s desva¨ªda sin Polonia y Ucrania en los partidos decisivos. A¨²n as¨ª Polonia, he demostrado un inusitado apasionamiento que iba m¨¢s all¨¢ del apoyo a su selecci¨®n. Sin embargo, la audiencia televisiva ha funcionado a la perfecci¨®n. El director de comunicaci¨®n de la UEFA, Alexandre Fourtoy, aseguraba que hab¨ªa 206 empresas con derechos ¡°la misma cantidad que federaciones adscritas¡±. Los partidos han ido batiendo r¨¦cords de audiencia. El Inglaterra-Italia, de cuartos de final, fue reguido en el Reino Unido por 20,3 millones de espectadores, superando a dos acontecimientos singulares: la boda del pr¨ªncipe Guillermo y el Jubileo de Diamante de la Reina de Inglaterra. El partido entre Espa?a y Portugal, de semifinales, fue el acontecimiento m¨¢s visto en la historia de la televisi¨®n espa?ola, con un pico de 19 millones de telespectadores durante los penaltis.
La tecnolog¨ªa no llega. Las incidencias deportivas han sido leves. La lluvia oblig¨® a suspender durante una hora el Francia-Ucrania, pero la meteorolog¨ªa es ingobernable. Tambi¨¦n hubo quejas, al principio, por el estado de los terrenos de juego (Espa?a protest¨® en su partido con Italia por la sequedad del c¨¦sped) y el debate sobre la necesidad de la tecnolog¨ªa sigue siendo una asignatura pendiente. Pese al gol no concedido a Ucrania, ante Inglaterra en cuartos, Platini se ha mostrado contrario al uso de ayudas tecnol¨®gicas para los ¨¢rbitros.
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