El rey lleva el ¡®ocho¡¯

A Xavi Hern¨¢ndez, futbolista solidario por definici¨®n, se le escuch¨® decir despu¨¦s del partido contra Portugal que, a ser posible, le gustar¨ªa ser m¨¢s trascendente en el juego de Espa?a. No es que le diera un ataque de protagonismo, sino que se sent¨ªa an¨®nimo en un torneo dominado por los jugadores m¨¢s altruistas del f¨²tbol como son los centrocampistas. La cr¨ªtica period¨ªstica rend¨ªa culto diario a Pirlo, cumplidos los 33 a?os, cuando el volante azulgrana cuenta 32. Hab¨ªa incluso preocupaci¨®n por su salud, sobre todo por los tendones, que le han llevado a mal traer durante la temporada en el Bar?a, y sus admiradores parec¨ªan resignados a ser espectadores del juego de la selecci¨®n y de la Eurocopa. Hasta la final de Kiev.

Imposible dar con un futbolista que tenga m¨¢s impacto en el equipo que el medio del Barcelona

No pod¨ªa elegir un escenario m¨¢s grandilocuente para acreditar el t¨ªtulo de mejor jugador de la Eurocopa que gan¨® en Austria que la final de la Eurocopa disputada en Ucrania. Han pasado cuatro a?os y Xavi volvi¨® a ser Xavi para suerte de La Roja.

Imposible dar con un futbolista que tenga m¨¢s impacto en el equipo que el medio del Barcelona. A partir de su figura, Luis edific¨® un equipo campe¨®n al que ha dado continuidad Del Bosque. Xavi entr¨® en juego y se acab¨® el aburrimiento; se dej¨® de discutir sobre el doble pivote, el falso nueve y los extremos; volvieron a caer los goles y los rivales se entregaron a su reinado, incluido el admirado Pirlo. Activado Xavi, funciona el equipo como un reloj suizo y se reconoce a la mejor versi¨®n de Espa?a.

Alrededor Xavi se encontraron los diez futbolistas de Espa?a, cada uno en su puesto, dispuestos a exhibir sus mejores virtudes: Cesc se vuelve profundo y agresivo, Iniesta acelera y filtra pases de gol, Silva encuentra posiciones de remate y los laterales, Arbeloa y Alba, atacan como extremos mientras el cuadrado de seguridad, Ramos-Piqu¨¦-Xabi-Busquets, contiene al contrario delante de Casillas, siempre decisivo en las situaciones de apuro, capit¨¢n indiscutible. Xavi mejora a cuantos juegan a su lado. Cada llegada del equipo da la sensaci¨®n de peligro y cualquier decisi¨®n que tome el seleccionador parece razonable. Qued¨® claro que la mejor Espa?a de la Eurocopa ha sido la del falso nueve, sobre todo por el papel que ha jugado Cesc.

Cesc mezcl¨® con todos los volantes y apareci¨® por todos los sitios, hilo conductor de todos los partidos, ya sea como goleador (Italia, Irlanda y Portugal), asistente (Croacia e Italia) o colaborador (Francia). Igualmente presente ha estado siempre Iniesta. La mayor¨ªa ha tenido su momento de gloria en la Eurocopa. Esta vez, sin embargo, la compartieron todos en el mismo partido por obra y gracia de Xavi. La jugada del 1-0 comenz¨® con un toque de Xavi cuando el partido ten¨ªa mucho ritmo y se impon¨ªa el efecto del pase multiplicador. Tambi¨¦n fue decisivo Xavi en el 2-0 por habilitar a Alba en una contra armada a partir de un saque de Casillas. Y Xavi asisti¨® a Torres en el 3-0 para no discutir sobre el aut¨¦ntico o el falso nueve.

Tres goles distintos en tres situaciones diferentes, prueba evidente de la versatilidad de Xavi, el jugador que define la idea, la marca y el estilo de La Roja.

La jornada fue tan memorable para Espa?a que, desvencijada Italia, con solo diez futbolistas en la cancha, dio tiempo para el 4-0 de Mata, representante de los suplentes, de la generaci¨®n que viene, todav¨ªa necesitada de Xavi. El hist¨®rico e in¨¦dito triplete de La Roja y tambi¨¦n el primer triunfo oficial sobre Italia llevan el sello de Xavi. Jug¨® Espa?a su mejor partido del torneo en la final. Fue m¨¢s profunda que nunca, cuando quiso trascender Xavi. La clave del ¨¦xito es tan sencilla como que el volante del Bar?a encuentre su sitio en la cancha y ayer dio con su puesto porque no quer¨ªa ser menos que Pirlo.

Todav¨ªa hay clases. Han pasado cuatro a?os y la selecci¨®n de Xavi fue en Kiev incluso mejor que la de Viena. Si alguna vez le dan el Bal¨®n de Oro, el ocho se lo dar¨ªa a sus compa?eros.