La liberaci¨®n de Espa?a

Hace tan solo una d¨¦cada practic¨¢bamos otro f¨²tbol, menos dominante, menos ganador. Pero tres partidos puntuales definieron el estilo de juego de Espa?a.
Ahora ya nadie pone en duda el f¨²tbol de la selecci¨®n, por m¨¢s que alguno sugiriera durante esta Eurocopa que aburr¨ªa. Los que entienden de esto, sin embargo, saben lo que cuesta ganar un partido y que en ocasiones, m¨¢s que al aficionado, lo importante es aburrir al rival, que persiga la pelota sin olerla. Llegar a esa conclusi¨®n, a ese estilo, a ese juego, cost¨® lo suyo. Pero, desde la experiencia que viv¨ª en el c¨¦sped y en el vestuario, s¨¦ que tres duelos nos hicieron lo que somos, m¨¢s all¨¢ de que para conseguirlo se necesiten los int¨¦rpretes y el talento que tenemos.
Caer ante Francia en 2006, firmar una obra de arte contra Dinamarca y el penalti de Cesc a Italia definieron nuestro estilo"
Todo empez¨® en el Mundial de 2006, cuando nos medimos a Francia en octavos de final, cuando nos ape¨® antes de tiempo en un partido que dominamos y, en unos minutos, perdimos. Por entonces, hab¨ªa muchas expectativas y parec¨ªa que ganar¨ªamos f¨¢cil a los bleus. Menudo error. Ah¨ª nos dimos cuenta de que el f¨²tbol es mucho m¨¢s que f¨²tbol, de que para vencer hay que actuar desde la fe y el convencimiento en un estilo. Fue una lecci¨®n que nos dieron ¡ªla de competir¡ª y que ya no se nos olvid¨®.
No eran, sin embargo, momentos muy tranquilos por entonces en la selecci¨®n, puesto que cada vez que nac¨ªa algo nuevo hab¨ªa dudas en todo el pa¨ªs. La pol¨¦mica de si Ra¨²l s¨ª o Ra¨²l no pudo molestar, pero no era eso, sino que desde fuera siempre se defend¨ªa lo contrario de lo que hac¨ªa Luis Aragon¨¦s. Dec¨ªa blanco; pues negro. Dec¨ªa negro; pues blanco. Era poner tensi¨®n. Y esas cosas, o te pasan factura o te hacen m¨¢s fuerte. Por fortuna, a nosotros, que cerramos las puertas y nos fiamos al entrenador, nos fortaleci¨®. El partido ante Dinamarca, en la fase de clasificaci¨®n para la Euro de 2008, lo demostr¨®.
En Aarhus se hizo una obra de arte de 65 toques y 27 pases que acab¨® en gol de Sergio Ramos. ¡°?Ahora s¨ª que estamos!¡±, recuerdo que nos dec¨ªamos en el vestuario. Era, en definitiva, la confirmaci¨®n de que exist¨ªa nuestro estilo, de que sin pol¨¦micas ni discusiones se pod¨ªan obtener buenos resultados. De repente, las palabras de nuestro argot ¡ª¡°tocamos¡±, ¡°por abajo¡±, ¡°no tenemos que cansarnos de tenerla, ya llegar¨¢¡±, ¡°posesi¨®n, posesi¨®n¡±...¡ª cobraban algo m¨¢s de sentido.
Tras perder contra Francia, nos dimos cuenta de que el f¨²tbol es mucho m¨¢s que f¨²tbol, de que para vencer hay que actuar desde la fe y el convencimiento en un estilo
Pero el encuentro m¨¢s importante de la Espa?a moderna, al menos para m¨ª, fue en la Eurocopa de Austria y Viena, cuando nos batimos ante Italia. El penalti decisivo de Cesc fue la mayor de las liberaciones porque supuso romper todos los mitos y las leyendas. Se superaba la maldita ronda de cuartos, se venc¨ªa a los italianos ¡ªque siempre nos hab¨ªan ganado¡ª, y se demostraba que nuestro f¨²tbol era una realidad. El sentimiento y la voz del grupo se expres¨® en dos palabras: ¡°Ahora, s¨ª¡±.
Conquistada la Eurocopa, la haza?a del Mundial se podr¨ªa considerar una consecuencia, una prolongaci¨®n del estilo. Tambi¨¦n esta Euro, donde hay jugadores irrepetibles, donde Vicente Del Bosque delega las funciones entre sus jugadores, todos exitosos en sus clubes. Desde aqu¨ª, solo puedo pedirles a todos que no cambien, que sigan as¨ª porque Espa?a disfruta mucho con ellos. Creo, sinceramente, que esto es, simplemente, un punto y seguido.
* Carlos Marchena ha sido 69 veces internacional con Espa?a y gan¨® la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010.
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