Sir Roger

Roger Federer acudi¨® a su cita con la historia en Wimbledon. Sab¨ªa desde el momento en que sali¨® el sorteo que si ganaba el torneo se colocar¨ªa n¨²mero uno del mundo, igualando y superando uno de los pocos r¨¦cords que le quedaban por batir, el de semanas en lo alto de la clasificaci¨®n que le correspond¨ªa a Pete Sampras (286). La derrota de Nadal en segunda ronda, ¨²nico jugador que ha dominado al suizo en hierba en su mejor momento, fue sin duda un empuj¨®n moral.

Reconozco que hace 15 meses no hubiese apostado un euro a que esto iba a suceder. Despu¨¦s de perder en semifinales de Miami con Rafa Nadal por un marcador bastante abultado, estuve charlando un rato con ¨¦l. Me sorprendi¨® lo bien que se hab¨ªa tomado esa derrota, dura para un grande como ¨¦l. Hablamos de la familia, de lo bien que le hab¨ªa ido todo, y de c¨®mo hab¨ªa asumido estar un poco en segundo plano despu¨¦s del excelente 2010 de Rafa y de la mete¨®rica ascensi¨®n de Djokovic. Err¨®neamente, di por hecho que su gran meta ser¨ªan los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres 2012, y que luchar¨ªa por ganar alg¨²n grande m¨¢s, pero no pude imaginar que volver¨ªa a luchar por ser el n¨²mero uno de nuevo. Nunca se debe descartar a un genio como ¨¦l, ya que en dos semanas de inspiraci¨®n es capaz de ganar cualquier torneo¡­ Pero mantener la regularidad de 52 semanas, pensaba yo, ser¨ªa imposible.

Pens¨¦ que su gran meta ser¨ªan los Juegos. No imaginaba que volver¨ªa a luchar por ser el mejor

Nada m¨¢s lejos de la realidad. Apoyado por una excelente racha a partir del Abierto de Estados Unidos 2011, ha logrado una regularidad impresionante, con la guinda del pastel que ha sido este Wimbledon. Despu¨¦s de pasar varias rondas con dificultades, donde los problemas musculares le tuvieron en jaque, se resarci¨® y ofreci¨® su mejor tenis en las semifinales y la final. Que se haya cubierto la pista a ra¨ªz de la lluvia ha sido un magn¨ªfico aliado para el suizo. Eso, unido a la hierba y al incre¨ªble nivel demostrado, hace que sea pr¨¢cticamente imbatible.

La final se puede dividir en dos partes. Los dos primeros sets, de claro dominio de Murray, y el tercero y cuarto, con claro dominio del suizo. La diferencia es obvia. Con dominio de Murray, el partido estaba empatado. Cuando ha pasado a dominar Roger, ha ganado con m¨¢s o menos facilidad. Me ha encantado Murray, y a pesar de haber perdido, su nivel ha sido mucho m¨¢s alto que en las tres anteriores finales de Grand Slam que hab¨ªa disputado. No se le puede hacer ning¨²n reproche.

Larga vida al genio suizo, nuevo e inesperado invitado a la lucha por el n¨²mero uno a final de temporada. Disfrut¨¦moslo.