¡°Cazo jabal¨ªes con aquel arco¡±
Antonio Rebollo, el arquero que prendi¨® la antorcha ol¨ªmpica, no ha visto a¨²n mejor manera de inaugurar unos Juegos
Se despert¨® nervioso porque, tras meses de aviones cada fin de semana de Madrid a Barcelona para lanzar miles de flechas, a¨²n no sab¨ªa si lanzar¨ªa la que ser¨ªa recordada. Pero la tensi¨®n se le pas¨® entretenida a Antonio Rebollo (Madrid, 1955) al ver desfilar durante horas a deportistas por los bajos del estadio de Montju?c. La preocupaci¨®n se hizo responsabilidad cuando le dijeron que la lanzar¨ªa ¨¦l. Lo siguiente fue Epi con la antorcha ol¨ªmpica, prender la flecha, cojear unos pasos por las secuelas de la polio que sufri¨® de ni?o y 67 metros. De sus brazos, al inflamable gas del pebetero.
Pregunta. ?Sabe que usted fue el centro del mundo?
Respuesta. No es que lo sepa, es que me lo comentan. Mi vida no cambi¨®. Si me hubiera hecho de oro, y hay gente que lo piensa, a lo mejor ser¨ªa uno de estos hp, que digo yo, que est¨¢n ahora llev¨¢ndose la pasta del pa¨ªs y arruin¨¢ndonos a todos.
P. ?Qu¨¦ guarda de aquel 25 de julio de hace 20 a?os?
R. El traje, que denomino yo de omo, muy famoso por la blancura que daba. Una zapatilla, la antorcha, muchos recuerdos, una r¨¦plica de la flecha...
Aunque hay gente que lo piensa, no me hice de oro. Mi vida no cambi¨®¡±
P. Claro, la original cay¨® fuera del estadio y se perdi¨®.
R. ?Qu¨¦ va! Hab¨ªa gente de seguridad que se encarg¨® de recogerla. La experiencia de los meses anteriores era que la gente se abalanzaba para llevarse las flechas como souvenir. Esa noche, todav¨ªa m¨¢s. Creo que est¨¢ en un museo.
P. ?Y el arco?
R. Era y es un arco de caza de madera que uso en ocasiones.
P. ?Qu¨¦ es lo ¨²ltimo que ha cazado con ¨¦l?
R. Un jabal¨ª. Lo que me he dedicado a cazar siempre, que es lo que no cuesta dinero. Es a lo que te invita la gente. Adem¨¢s, es la mejor carne de caza en el campo espa?ol.
P. ?Ha visto alguna forma mejor que la suya de encender el pebetero?
R. No, ni me lo planteo. Fue una innovaci¨®n que otros pa¨ªses copiaron. Como Atlanta, que fue una copia total.
P. ?Tambi¨¦n gan¨® una medalla en aquellos Juegos?
R. S¨ª, de plata. Fue mi tercera y ¨²ltima medalla, despu¨¦s de las de Nueva York 1984 [los Juegos paral¨ªmpicos se disputaron en varias sedes] y Se¨²l 1988. Adem¨¢s, fui nueve veces campe¨®n de Espa?a y en una ocasi¨®n de Europa.
P. ?Tiene posibilidades el tiro con arco espa?ol en Londres?
R. Solo va un representante, El¨ªas Cuesta [tambi¨¦n competir¨¢ Iria Grandal]. Hace 20 a?os, Espa?a fue oro por equipos por sorpresa. Nuestro compa?ero El¨ªas probablemente lo tenga mucho peor.
P. Julio, viernes. ?D¨®nde est¨¢?
R. Me acabo de meter un buen desayuno con un botijito aqu¨ª, en Torrej¨®n de Ardoz.
P. ?Qu¨¦ ha hecho estos a?os?
R. Tuve puestos en la federaci¨®n de tiro con arco, en la de personas con discapacidad y en la de caza. Hace un a?o me echaron a tomar el aire y sigo con mi trabajo de ebanista en el mantenimiento de aeronaves en la base a¨¦rea de Torrej¨®n.
P. ?Talla usted algo?
R. Alg¨²n ciervo o jabal¨ª, por entretenerme. He pensado en ir a alguna exposici¨®n. A ver si lo vend¨ªa por ser el arquero de Barcelona 1992.
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