Gente normal en un equipo excepcionalmente competitivo
La selecci¨®n espa?ola de waterpolo se mantiene como referente mundial
Hay una selecci¨®n que viene funcionando como referente del deporte espa?ol desde Mosc¨² 1980 y es la de waterpolo, que hoy ha debutado ante Kazajist¨¢n, a la que ha derrotado con mucha facilidad por 6-14. Acostumbra a competir bien o muy bien, se regenera con facilidad asombrosa, practica un saludable mestizaje y se ha ganado no solo una cierta autonom¨ªa en la federaci¨®n de nataci¨®n, sino tambi¨¦n la admiraci¨®n y complicidad de la gente, y de la realeza en tiempos no muy lejanos, sobre todo en Barcelona 92. No solo funciona como equipo, sino que suele contar con individualidades que generan especial empat¨ªa: la estrella en Londres es un cubano nacionalizado de 41 a?os que se llama Iv¨¢n P¨¦rez y disputa sus cuartos Juegos.
Nunca se pierde el hilo de juego desde que el estilo catal¨¢n, forjado en su prolija y excelente cantera de clubes, se junt¨® con la escuela madrile?a, distinguida por el car¨¢cter de sus jugadores, y el equipo se puso en manos de excelentes entrenadores, extranjeros al inicio y a mitad de recorrido, y del pa¨ªs en los momentos de mayor ¨¦xito. El actual t¨¦cnico es Rafa Aguilar, exjugador internacional, medalla de bronce en el Europeo de Roma 83, un momento cumbre del waterpolo espa?ol, y ayudante de Dragan Matutinovic, cuando se alcanz¨® la medalla de plata en 1992, mientras que el directivo responsable es Pere Robert, presente como jugador o delegado en nueve Juegos.
No solo funciona como conjunto, sino que tiene individualidades que generan empat¨ªa
Alrededor de Pere Robert, Rafa Aguilar e Iv¨¢n P¨¦rez se articula hoy una selecci¨®n que ha respetado el proceso natural de maduraci¨®n a partir de un m¨¦todo incorporado de la afamada y pionera escuela h¨²ngara, expresada sobre todo en Bandy Zolyomy, seleccionador de 1967 a 1973. La sabidur¨ªa de Zolyomy fue seguramente tan capital como en su d¨ªa result¨® la tiran¨ªa de Matutinovic, un t¨¦cnico croata que militariz¨® un equipo de juego tan bueno como de actitud displicente. Una de sus primeras decisiones fue que borraran la palabra nataci¨®n de las bolsas de deporte de sus jugadores y la sustituyeran por la de waterpolo. Hab¨ªa que marcar la l¨ªnea.
Los t¨¦cnicos for¨¢neos trazaron pautas de juego y de comportamiento de la misma manera que los catalanes llevaron al equipo a sus mayores ¨¦xitos. La n¨®mina es tan extensa como reconocida mundialmente: Josep Brasc¨®, Lolo Ibern, Toni Esteller, Joan Jan¨¦ o el propio Rafa Aguilar. Los entrenadores han sido tan decisivos como los clubes y, evidentemente, los jugadores, capitaneados en su d¨ªa por el mejor del mundo, Manuel Estiarte. Los tres estamentos funcionaron muy bien y la progresi¨®n fue contin¨²a hasta ganar el oro en Atlanta-96 con un equipo que desde Barcelona 92 fue calificado de dream team. Dado el salto de calidad, se trataba de ser regulares.
El reto en Londres es, por tanto, competir por el podio. ¡°Hay ocho aspirantes a medalla¡±, anuncia Aguilar, que reivindica las opciones de su equipo, menos favorito en los pron¨®sticos y, sin embargo, de nuevo referente. Hoy son los h¨²ngaros los que copian de los espa?oles. A partir de la profesionalizaci¨®n y la metodolog¨ªa, los t¨¦cnicos innovan cada d¨ªa. La colaboraci¨®n con el CAR de Sant Cugat ha sido vital para los estudios m¨¦dicos y de la fisiolog¨ªa de los jugadores, de la misma manera que la tecnolog¨ªa permite ensayar nuevas estrategias. Aunque la marcha de los mejores jugadores a las ligas extranjeras dificulta la concentraci¨®n, la preparaci¨®n se ha hecho a gusto de Aguilar.
El juego espa?ol sigue siendo reconocible por su rapidez, habilidad y calidad, factores diferenciales frente al mayor poder¨ªo f¨ªsico de rivales como Hungr¨ªa o Serbia. Aguilar, sin embargo, est¨¢ satisfecho por la mejora defensiva. ¡°Hay que combinar y mezclar¡±, reitera el seleccionador, ¡°buscar las mejores situaciones de juego¡±. ¡°No paran de idear¡±, remacha Robert. ¡°Ya no hay obsesiones, sino retos y aspiraciones propios de una selecci¨®n que se ha acostumbrado a competir al m¨¢ximo nivel. No hay m¨¢s secreto que el de ser un equipo de gente normal, ni humildes ni fanfarrones. El equipo lo tiene tan claro que no hace falta ni reglamento interno¡±.
Los entrenamientos son serios y no se para de trabajar para aprovechar las situaciones de superioridad o las f¨®rmulas para alejar a los mejores jugadores rivales de su h¨¢bitat natural. El agua exige profesionalidad. El aire, en cambio, da para situaciones tan divertidas como la protagonizada por Iv¨¢n P¨¦rez, que desfil¨® en la inauguraci¨®n de los Juegos con una peluca rosa en homenaje a su mujer: cosas de un ni?o de 41 a?os.
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