Messi bien vale un mill¨®n

Habitual hervidero de gritos y negocios, trasiego de circulaci¨®n con burros y carretas, donde apenas caben los tenderetes a pie de calle, la concurrida medina de T¨¢nger desde hace una d¨¦cada tiene color claramente azulgrana, invasi¨®n de las camisetas falsas del Bar?a que se venden y compran en el pa¨ªs. Lo mismo ocurre en Tetu¨¢n, M¡¯diq, Chefchaouen, Cabo Negro¡­ y todas esas ciudades y pueblos que se extienden por las tierras cercanas a Ceuta. Casi todos los ni?os de all¨ª tienen antes una el¨¢stica de Messi, Eto¡¯o o Ronaldinho ¨Clos tres grandes hitos para el pa¨ªs africano- que unos buenos zapatos. Anoche, La Pulga les dio una raz¨®n m¨¢s para que esos chicos vociferen su nombre cuando conocen a un espa?ol por las calles, para que cuando agarran una pelota traten de imitarle. Leo, en 63 minutos de un partido amistoso, dio todo un recital en T¨¢nger, con un espl¨¦ndido triplete, muesca de la goleada que le infligi¨® el equipo ante el Raj¨¢ de Casablanca (8-0).

Ausente en el primer amistoso con Tito Vilanova al frente del Bar?a por un hematoma intramuscular en la pierna derecha, Messi apareci¨® ayer en escena para aclarar que su voracidad no tiene fin, que lo mismo le da jugar en el recreo que en el Bernab¨¦u, en una final que en un amistoso. Quiz¨¢ por eso se justifique su presencia en la alineaci¨®n inicial por un mill¨®n de euros. No tard¨® mucho en aclararlo: le alcanzaron con 10 minutos para recoger un pase en profundidad de Afellay y enviar el cuero a la red. Falso punta, posici¨®n en la que se atornillara con Guardiola, Leo fue m¨¢s que nunca el punto final del equipo; recogi¨® m¨¢s tarde un pase de Alexis y luego otro de Alves para escenificar tres goles en 37 minutos, para convertirse en un santiam¨¦n en el pichichi de la pretemporada azulgrana. ¡°Cuando tienes el mejor jugador del mundo, con esta capacidad goleadora, suele marcar la diferencia. Y una vez m¨¢s se ha demostrado¡±, le elogi¨® sin reparos Vilanova. Una relaci¨®n que les funcionaba de cadetes y que, a imagen y semejanza que con Guardiola, en el segundo partido de la pretemporada evidenci¨® que no hay otro como Messi. Entonces, en 2008, antes de que se marchara a los Juegos de Pek¨ªn, La Pulga le hizo tres dianas al Dundee, escoc¨¦s; ayer, cuatro a?os m¨¢s tarde y cedido el relevo en el banquillo, hizo lo propio con el Raj¨¢ de Casablanca y pudo ser mejor porque una vaselina se estrell¨® en el palo y porque le cedi¨® el lanzamiento de un penalti a su amigo Alves. ¡°He sentido el cansancio¡­¡±, se?al¨® para sorpresa de muchos el 10, que anoche port¨® el brazalete de capit¨¢n, al tiempo que destacaba la buena conexi¨®n con Alexis ¨C¡°el a?o pasado tuvo mala suerte con las lesiones, pero ser¨¢ un jugador importante¡±, convino- y firmaba aut¨®grafos.

La Pulga les dio una raz¨®n m¨¢s a esos chicos que vociferan su nombre cuando conocen a un espa?ol por las calles, para que cuando agarren una pelota traten de imitarle

Si bien el rival fue menor, el Bar?a fue el equipo reconocible de los ¨²ltimos tiempos, agresivo, generoso en el esfuerzo, con buen movimiento del bal¨®n y la posesi¨®n habitual, una extensi¨®n de lo visto en el ¨²ltimo lustro. Hubo tiempo tambi¨¦n para que Sergi G¨®mez y Deulofeu pusieran la guindilla con sus goles en los compases finales, pero el duelo supuso m¨¢s una reivindicaci¨®n del central Bartra ¨Caunque Vilanova se encarg¨® de recordar que quiere reforzar esa l¨ªnea- y de Sergio Roberto, empecinados en cobrarse un puesto en el primer equipo.

Cumplidos 63 minutos del partido, sin embargo, atron¨® el Gran Stade, repleto por uno 20.000 espectadores; Messi abandon¨® el campo. Pero no Marruecos, donde seguir¨¢ por mucho tiempo en las camisetas de los ni?os.