Deportistas contra la ¡®censura¡¯
La vallista Dawn Harper, actual campeona ol¨ªmpica, encabeza la protesta contra el monopolio de la publicidad en los Juegos
La foto que Dawn Harper subi¨® a su cuenta personal de Twitter el pasado lunes tiene mucho m¨¢s de honda reivindicaci¨®n personal que de art¨ªstico o de informativo. La atleta,?oro ol¨ªmpico y bronce mundial en 100m vallas, est¨¢ en su habitaci¨®n de la villa ol¨ªmpica, y un papel recortado tapa su boca. En ¨¦l se lee lo siguiente: ¡°Regla 40¡±. Harper evoca inequ¨ªvocamente la censura porque, a su juicio, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) restringe su libertad de expresi¨®n mediante una norma con la que pretende cercenar cualquier aprovechamiento comercial de los Juegos que no sea el del propio COI o el de sus patrocinadores. Pero para otros, Harper podr¨ªa haber aparecido en esa foto con un billete de d¨®lar y un peque?o cartel reclamando su dinero. O parte del inmenso pastel comercial que mueven los Juegos Ol¨ªmpicos.
¡°?Qu¨¦ es la regla 40 y qu¨¦ significa?¡±, dice un ep¨ªgrafe de la gu¨ªa elaborada por el Comit¨¦ Organizador de los Juegos de Londres en julio de 2011. Aqu¨ª la respuesta que ofrece la propia gu¨ªa, en breve: ¡°Excepto en los casos autorizados por el Comit¨¦ Ejecutivo del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, ning¨²n deportista, entrenador o miembro del equipo que participe en los Juegos Ol¨ªmpicos puede permitir que su persona, nombre, fotograf¨ªa o actuaciones deportivas sean utilizadas con prop¨®sitos comerciales durante los Juegos Ol¨ªmpicos¡±. En la pr¨¢ctica, esto significa que los deportistas no deben aparecer en ninguna foto o v¨ªdeo en los que aparezca una marca comercial que no haya puesto su dinero para financiar la inmensa maquinaria ol¨ªmpica, aunque la norma va acompa?ada de algunos matices, ilustrados con ejemplos pr¨¢cticos de lo que se puede y lo que no se puede hacer en el Reino Unido. Est¨¢ permitido, por ejemplo, que una marca haga un ¡°afirmaci¨®n de hecho¡±: este deportista, al que patrocina esta empresa, participa en los Juegos. Pero la imagen de ese deportista y la referencia a los Juegos no puede aparecer en la p¨¢gina web principal de la empresa.
Coca-Cola, Atos, Procter&Gamble, Acer, Dow, General Electric, McDonald¡¯s, Omega, Panasonic, Samsung y Visa son socios ol¨ªmpicos. Adidas, BMW, British Airways, BP, EDF, Lloyds y BT lo son para Londres 2012. Y Adecco, Arcelor Mittal, Cadbury, Cisco, Deloitte, Thomas Cook y UPS ¡°apoyan¡± el evento. La aparici¨®n de cualquier otra marca o nombre comercial est¨¢ pr¨¢cticamente proscrita. Y esto genera dos problemas: uno de orden log¨ªstico, porque en la era en la que muchos deportistas actualizan diariamente sus perfiles de Facebook, Twitter, Tuenti o un blog, o los cuatro, es un aut¨¦ntico engorro evitar que se cuele un frasco de colonia en la foto del d¨ªa o una barra de cereales en el v¨ªdeo del desayuno. Y el segundo, econ¨®mico, porque a las marcas no ol¨ªmpicas no les hace ninguna gracia que atletas con millonarios contratos de patrocinio no puedan lucir su logo en el gran evento mundial del deporte.
Dawn Harper aludi¨® al primero de los problemas y lo vincul¨® de forma expl¨ªcita e inequ¨ªvoca con su libertad de expresi¨®n. Harper contribuy¨® as¨ª a avivar un debate en esa inmensa plaza p¨²blica que es Twitter, que ahora mismo hierve con comentarios de 140 caracteres bajo la etiqueta #Wedemandchange (pedimos un cambio) y #rule40 (regla 40). Pero quien provoc¨® el debate, la atleta norteamericana Sanya Richards-Ross, doble campeona ol¨ªmpica, lo hizo sin esconder que su bandera era la del beneficio econ¨®mico propio y de los dem¨¢s atletas. ¡°Aqu¨ª se mueven seis mil millones de d¨®lares. Yo tengo mucha suerte porque lo hago bien, pero muchos de mis colegas tienen que luchar por mantenerse¡±, aleg¨® en una conferencia de prensa el pasado 30 de julio, a?adiendo que algunos de ellos tienen que compaginar varios trabajos para ello. ¡°Los atletas solo queremos ser tenidos en cuenta¡±, a?adi¨®. Lo que Richards-Ross se preguntaba es ¡°?por qu¨¦ no podemos sacar algo de tajada de todo esto?¡±.
Aqu¨ª se mueven seis mil millones de d¨®lares (...) Muchos de mis colegas tienen que luchar por mantenerse" Sanya Richards-Ross
Otros atletas estadounidenses se sumaron a la causa, entre ellos el ochocentista Nick Symmonds que public¨® un tuit con un comentario ("un gran resumen de c¨®mo muchos se hacen ricos utilizando la mano de obra gratuita de los atletas ol¨ªmpicos") y un enlace a un art¨ªculo de un blog; Jaime Nieto, un saltador que, seg¨²n The New York Times, est¨¢ patrocinado por Nike ("Es el momento de que los atletas ol¨ªmpicos seamos compensados", dijo); o la atleta de marcha Maria Michta, que explic¨® en su blog personal por qu¨¦ apoya la iniciativa.
Dice la gu¨ªa ol¨ªmpica que el objetivo es ¡°proteger contra el ambush marketing [un concepto anglosaj¨®n que hace referencia a la publicidad ¡°parasitaria¡±]; evitar la comercializaci¨®n no autorizada de los Juegos; y proteger la integridad de la actuaci¨®n de los atletas durante los Juegos¡±. Asegura tambi¨¦n que en el pasado los anunciantes ¡°par¨¢sitos¡± han utilizado su vinculaci¨®n con algunos atletas o equipos nacionales para sugerir que est¨¢n asociados tambi¨¦n a los Juegos. Y que eso, evidentemente, mina el contrato de exclusividad suscrito con los patrocinadores, ¡°sin cuya inversi¨®n los Juegos no tendr¨ªan lugar¡±. Mark Adams, portavoz del COI, respondi¨® al argumento econ¨®mico de Richards-Ross (¡°Estamos intentando proteger el dinero que llega al movimiento ol¨ªmpico, el 94% del cual vuelve al deporte"), pero no pudo anticipar la v¨ªa abierta por Harper.
Ahora, el problema ha derivado en una conversaci¨®n global con un elemento m¨¢s sensible que el econ¨®mico. Harper propuso un argumento, el de los derechos individuales, y el problema puede escaparse al control del COI.
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