Uchimura se deja de bromas

Como explica el speaker del North Greenwich Arena la gimnasia es de los deportes m¨¢s completos porque no es solo fuerza, es tambi¨¦n gracia, equilibrio, riesgo¡­ Es la b¨²squeda de la perfecci¨®n en los mortales m¨¢s complicados, en los giros, con los hombros dislocados, girando en el aire o cayendo a plomo desde una altura de varios metros. Pero esa lucha por la perfecci¨®n se decide la mayor¨ªa de las veces precisamente por el n¨²mero de errores cometidos. El japon¨¦s Uchimura fue el que menos fall¨® ayer y sum¨® as¨ª el ¨²nico t¨ªtulo que le faltaba, el de campe¨®n ol¨ªmpico absoluto que le reconoce como el mejor gimnasta de estos Juegos, a ese impresionante palmar¨¦s que ya atesoraba.

Uchimura era sin duda el mejor gimnasta de los 24 que pugnaban por el t¨ªtulo ol¨ªmpico. Su programa est¨¢ entre los m¨¢s dif¨ªciles del mundo, su t¨¦cnica es casi perfecta y encima es muy regular, no suele tener grandes altibajos en competici¨®n ni tiene un aparato que se le d¨¦ especialmente mal. ¡°Es una gozada juzgarle porque se ve perfectamente cada movimiento¡±, resume un juez. Pero el joven parec¨ªa extraviado en estos Juegos. El triple campe¨®n del Mundo ¡ªno conoce la derrota desde 2009¡ª, el mismo que con solo 19 a?os hab¨ªa sido plata en Pek¨ªn 2008, fall¨® de forma estrepitosa el primer d¨ªa de competici¨®n y volvi¨® a hacerlo, aunque en menor medida, en la final por equipos.

Por eso para la mayor¨ªa de los entendidos el duelo de Uchimura no era m¨¢s que un duelo contra s¨ª mismo y solo si el japon¨¦s se hund¨ªa podr¨ªamos empezar a especular acerca de las posibilidades de Leyva, el estadounidense prodigioso que fue el mejor en la clasificaci¨®n; de su compatriota Orozco, el ni?o que se agarr¨® a la gimnasia para salir de la violencia del Bronx; del ruso Belyavskyi, y hasta del alem¨¢n Hambuchen y los ingleses porque sorprendentemente ni un gimnasta chino apareci¨® en la final. Para Uchimura era tan simple, y a la vez tan complicado, como demostrar que sigue siendo el mejor o dejar paso a los siguientes.

El duelo de Uchimura no era m¨¢s que un duelo contra s¨ª mismo

Y qu¨¦ mejor forma de empezar a combatir los demonios que matarlos a todos en el aparato que se te ha atragantado los ¨²ltimos d¨ªas. Uchimura empez¨® en el potro con arcos y lo bord¨®. Sus pu?os apretados al acabar y esos 15,066 puntos fueron la mejor se?al de que el japon¨¦s no ten¨ªa nada que ver con el muchacho perdido de d¨ªas pasados.

Hizo lo propio en anillas, salto ¡ªcon un aterrizaje perfecto¡ª, paralelas y barra fija. Mientras el diminuto japon¨¦s celebrara rutina tras rutina, sus m¨¢ximos rivales tropezaban, ca¨ªan, perd¨ªan sus opciones. Es lo que les pas¨® a los estadounidenses en arcos, a su compatriota Tanaka, en el mismo aparato y antes en el suelo, a Hambuchen toda la tarde¡­ Incluso Uchimura acab¨® apoyando las manos tras una pirueta en suelo, pero ya era tarde para todos.

De la debacle surgi¨® el alem¨¢n Nguyen, sorprendente plata, la primera medalla para Alemania desde Berl¨ªn 1936, y a m¨¢s de un punto de distancia del campe¨®n, Leyva, que remont¨® hasta el bronce. El estadounidense nacido en Cuba demostr¨® tener ese car¨¢cter tan americano de no rendirse nunca y dio un espect¨¢culo en paralelas ¡ªah¨ª es campe¨®n del mundo¡ª y barra fija.

Pero el protagonista es Uchimura, heredero de una tradici¨®n gimn¨¢stica exquisita que no probaba la gloria ol¨ªmpica en esta prueba desde que Koji Gushiken ganara los Juegos del boicot de Los ?ngeles 84. Pero Uchumira es mejor, quiz¨¢ a la altura de los legendarios Endo y Kato, dominadores en los a?os 60, entre los mejores gimnastas de la historia.