Calder¨®n y del cero al infinito
Espa?a se rehace tras un primer tiempo horroroso ante Rusia y se mete en su tercera final ol¨ªmpica gracias a una magn¨ªfica actuaci¨®n de su base, que aument¨® la velocidad del partido
Nunca les den por muertos, jam¨¢s les subestimen, se equivocar¨¢n, se lamentar¨¢n si lo hacen. Este es un equipo que se crece, que saca lo mejor cuando peor lo tiene, que se rebela a quedarse en la lona, por m¨¢s machacado que pueda estar, que lo estuvo, y mucho, ante Rusia. Espa?a volvi¨® a demostrar ese dominio esc¨¦nico, como cuando tuvo un pie fuera de un Europeo a las primeras de cambio en Polonia, o le pas¨® dos cuartos de lo mismo en el de Lituania. Los dos acab¨® gan¨¢ndolos. Este equipo siempre se supera y en la semifinal ante Rusia volvi¨® a conseguirlo.?
Con Calder¨®n llevando la voz cantante, logr¨® sacar a flote toda su energ¨ªa, su talento, su chispa despu¨¦s de la que probablemente fue su peor primera parte desde que se junt¨®, desde que gan¨® el mundial j¨²nior en 1999, desde que dio sus primeros pasos en la selecci¨®n grande. No import¨®, su competitividad resulta asombrosa. Le permiti¨® remontar 13 puntos de desventaja (18-31). Gracias a ella gan¨® una semifinal que vale su peso en oro, que le mete por segunda vez consecutiva en la final ol¨ªmpica, en su s¨¦ptima final en las grandes competiciones internacionales que ha disputado en los ¨²ltimos diez a?os.
ESPA?A, 67; RUSIA, 59
ESPA?A: Calder¨®n (14), Navarro (4), Rudy Fern¨¢ndez (11), P. Gasol (16), M. Gasol (11) -cinco inicial-, Rodr¨ªguez (-), Reyes (2), San Emeterio (-), Llull (7) e Ibaka (2).
RUSIA: Shved (2), Ponkrashov (10), Kirilenko (10), Khryapa (2), Kaun (14) -cinco inicial- Mozgov (4), Antonov (-), Monya (9) y Fridzon (8).
?RBITROS: Lamonica (Ita), Belosevic (Srb) y Benito (Bra). Eliminaron a Rudy Fern¨¢ndez por faltas personales (min.40).
North Greenwich Arena. 13.215 espectadores.
Cuando Rudy Fern¨¢ndez meti¨® el primer triple de la segunda parte el escepticismo reinaba en la grada, resoplaba la afici¨®n, trajinaban los t¨¦cnicos en el banquillo, buscando datos, resortes, aire. Quedaban 20 minutos, pero ya eran mayor¨ªa los que estaban al borde del ataque de nervios. La primera parte fue impropia de un equipo como el espa?ol. Rusia dominaba por 20-31. La imprecisi¨®n, el tembleque de las mu?ecas de los jugadores espa?oles fue aterrador. Tres canastas en el primer cuarto, otras tres en el segundo, la penuria, la sequ¨ªa, con un paup¨¦rrimo 21% de acierto en el tiro, con 2 de 11 en los triples. Un espanto.
Los rusos se encontraron comod¨ªsimos. Pau y Marc Gasol no lograban dominar la superpoblada zona interior en ataque. Kaun, Mozgov, Kirilenko, Khryapa, Monia¡ todos los grandes rusos pod¨ªan hacerles frente con comodidad, negarles el tiro, quitarles el rebote, porque el equipo espa?ol jug¨® esos 20 primeros minutos garrafal, seleccion¨® mal el tiro y entr¨® en una din¨¢mica desquiciante, en la que apenas anot¨®, muchas veces ni siquiera cuando dispuso de buenas posiciones. Su mal juego deriv¨® en que su artiller¨ªa se encasquill¨®.
El monumental volteo de la situaci¨®n se produjo gracias a una explosi¨®n de intensidad en el juego espa?ol. Calder¨®n aument¨® varias marchas la velocidad de crucero. El equipo gan¨® en garra defensiva y salvaguard¨® el rebote. Cometi¨® m¨¢s faltas Espa?a, arriesg¨® mucho m¨¢s en cada uno de los marcajes individuales. Pero as¨ª fue como logr¨® robar balones, ganar en el entre juego a Rusia y encontrar resquicios en su defensa, superada unas veces por la artiller¨ªa, otras por velocidad, otras con penetraciones y tambi¨¦n con balones interiores. Calder¨®n y Rudy empezaron a sumar triples, la decisi¨®n y rapidez de Llull dot¨® de m¨¢s verticalidad y decisi¨®n al ataque espa?ol. La defensa rusa empez¨® a hacer aguas.
El domingo este equipo disputar¨¢ su s¨¦ptima gran final en diez a?os
Con dos triples de Calder¨®n, otros dos de Rudy, otro m¨¢s de Pau Gasol y un parcial de 26-15 en el tercer cuarto, Espa?a escal¨® hasta el ¨²ltimo acto con el marcador en tablas. El punto de inflexi¨®n ya se hab¨ªa producido. Ponkrasov ya no manejaba el ritmo como le daba la real gana, los p¨ªvots rusos hab¨ªan perdido el dominio en el interior de la zona.
Kirilenko y Fridzon sumaban ya cuatro faltas. Pero David Blatt, el seleccionador ruso, se arriesg¨® a mantenerlos en pista. Intu¨ªa la que se les ven¨ªa encima y la trascendencia del momento. Otro triple de Calder¨®n, un par de reversos de Marc Gasol dentro de la zona, y otro triple del base espa?ol, que concluy¨® con 14 puntos y cuatro de nueve triples, m¨¢s un par estupendas acciones de Felipe Reyes acabaron de abrir la brecha de 10 puntos, 60-50.
Faltaban algo m¨¢s de cuatro minutos, pero el equipo espa?ol ya iba lanzado. No echaba siquiera de menos a Navarro, tantas veces imprescindible en los finales de partido. Ya no hab¨ªa manera de parar a los Gasol, a Rudy, a Llull, a un Calder¨®n desatado. Pase lo que pase el domingo a partir de las cuatro de la tarde en la final, este equipo ser¨¢, si no lo es ya, un equipo de leyenda. Cuatro a?os despu¨¦s vuelve a estar en la final so?ada y ante el rival esperado. Estados Unidos se clasific¨® para la final tras aplastar a Argentina 109-83 y ya espera sobre la cancha. Un capitulo m¨¢s de una final en la que empiezan a ser viejos conocidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.