A McIlroy ya le hablan de Nicklaus

Los ni?os se aprenden de memoria cualquier detalle que rodea las vidas de sus ¨ªdolos deportivos. Rory McIlroy se cri¨® en la ciudad norirlandesa de Holywood grabando en su memoria las haza?as de Tiger Woods. Cuando el golfista californiano gan¨® su primer grande, en 1997, McIlroy ten¨ªa ocho a?os. Desde entonces, este ni?o que entrenaba sus golpes lanzando la bola desde la puerta de la cocina al tambor de la lavadora registr¨® en su mente cada golpe de Woods. Cada torneo. Cada cifra. Por ejemplo, que cuando Tiger gan¨® su segundo grande, en 1999, ten¨ªa 23 a?os y siete meses. Una marca que ¨¦l mismo derroc¨® este domingo.

McIlroy gan¨® el Campeonato de la PGA, su segundo major, con 23 a?os y tres meses. Solo el gran mito del golf, Jack Nicklaus, fue m¨¢s precoz en sus ¨¦xitos. Para McIlroy no hubo mayor satisfacci¨®n que derribar uno de los registros de su gran ¨ªdolo. Y con ¨¦l en el green. De aquel Campeonato de la PGA de 1999 repiti¨® tambi¨¦n Sergio Garc¨ªa, entonces un jovencito que revolucion¨® el circuito siendo segundo, hoy un golfista fuera del corte.

Siendo dos jugadores tan diferentes, hay un cord¨®n umbilical que une a Tiger y a McIlroy. En sus grandes tardes, ambos, uno hace unos a?os y otro ahora, son totalmente imparables. Machacan a sus rivales. Tiger gan¨® su primer grande con nueve golpes de ventaja; McIlroy firm¨® este domingo su segunda gran victoria con ocho, el r¨¦cord de este torneo. ¡°Impresiona verle jugar¡±, se rindi¨® Ian Poulter. McIlroy rompi¨® adem¨¢s la racha de 16 ganadores de grandes diferentes (es el primero que repite desde 2008) y recuper¨® el n¨²mero uno mundial. Casualidad o no, lo hizo vestido de rojo, el color que siempre elige Tiger para jugar los domingos.

McIlroy asegur¨® que la segunda victoria en un grande le causaba incluso m¨¢s ansiedad que conseguir la primera, aquella que consigui¨® en el US Open de 2011. Antes hab¨ªa desperdiciado una gran ventaja en el Masters de Augusta del a?o pasado en la ¨²ltima jornada. "Pero de aquella derrota aprend¨ª mucho. Me cambi¨®", cuenta McIlroy. Ahora, este golfista de sensaciones, imparable cuando nota el feeling en el campo, es m¨¢s maduro. Algunos incluso ya le hablan del r¨¦cord de 18 grandes de Jack Nicklaus.