La fama de Vald¨¦s
El error que cometi¨® ante el Madrid reabre el debate sobre la personalidad del meta del Bar?a
No es una novedad que V¨ªctor Vald¨¦s se aturulle con la pelota de vez en cuando en su intento de darle la mejor salida desde el ¨¢rea del Barcelona. Antes le ocurr¨ªa con Tamudo y sobre todo con Villa, cuando era jugador del Valencia, y ahora contra el Madrid, el jueves ante Di Mar¨ªa, un argentino tan tenaz como El Guaje, delanteros que pelean por cada pelota como si les fuera la vida. Hay pocos porteros que jueguen mejor con los pies que Vald¨¦s, y si Messi puede fallar un gol frente a Casillas se supone que el arquero tambi¨¦n puede errar frente a Di Mar¨ªa. Abatido por tierra, Vald¨¦s estuvo mejor en el juego a¨¦reo, el punto d¨¦bil del Bar?a. Valiente, el meta sac¨® los pu?os y alivi¨® a una zaga especialmente d¨¦bil en la defensa de las jugadas de estrategia. As¨ª que, lo comido por lo servido, el equipo dice estar en paz con su portero.
El barcelonismo ha asumido con el tiempo el riesgo de jugar con Vald¨¦s porque entiende que es el mejor guardameta que puede tener para su atrevido estilo de juego. No es casualidad que haya conquistado cinco veces el Trofeo Zamora, alcanzara finalmente la internacionalidad y sea uno de los capitanes del Barcelona. Bien merecido se lo tiene desde su consagraci¨®n en Par¨ªs, cuando le dio la Champions al Bar?a, despu¨¦s de neg¨¢rsela a Henry en un mano a mano. La prensa espa?ola incluso se queja de que la trayectoria de Vald¨¦s no haya sido reconocida particularmente a nivel internacional. Puede que sea precisamente por errores como el del cl¨¢sico. Ocurre que a menudo se le mira m¨¢s como jugador de campo que como guardameta.
El portero necesita recuperar su versi¨®n original, su capacidad de aprendizaje constante
Hay, sin embargo, algunos errores que no son consustanciales al f¨²tbol del Barcelona ni a la consabida personalidad de Vald¨¦s. La temporada pasada, por ejemplo, puede que defendiera mal la jugada del gol de Cristiano Ronaldo que supuso el triunfo del Madrid en el Camp Nou en la Liga y seguramente se precipit¨® en dos acciones decisivas en el encuentro ante el Chelsea que supuso la eliminaci¨®n de la Copa de Europa. El choque con Piqu¨¦ y el gol a destiempo de Ramires, as¨ª como el penalti fallado por Messi, expresaron la ansiedad del Bar?a. No se le recrimin¨® ninguna porque ambas formaban parte del juego y ya se sabe que Vald¨¦s siempre fue muy exigente consigo mismo. Ni ahora se discute la titularidad de Vald¨¦s.
Hay s¨ªntomas, en cualquier caso, que invitan a reflexionar sobre el momento por el que pasa Vald¨¦s. No es normal que el Barcelona haya cambiado cuatro veces el entrenador de porteros en cinco a?os: Unzu¨¦-Busquets-Unzu¨¦ y ahora De la Fuente. Ni tampoco que haya trascendido en la selecci¨®n que al portero azulgrana le hubiera gustado que su preparador hubiese sido Ochotorena. No se sabe tampoco hasta qu¨¦ punto puede influir en Vald¨¦s no sentirse presionado por un segundo guardameta despu¨¦s de que se haya dado por bueno que Pinto es un especialista como segundo y que, como recompensa, juega la Copa, competici¨®n que el a?o pasado gan¨® el Barcelona despu¨¦s de eliminar al Madrid en semifinales.
A veces da la sensaci¨®n que Vald¨¦s necesita vivir en conflicto para sacar lo mejor de s¨ª mismo
A veces da la sensaci¨®n que Vald¨¦s necesita vivir en conflicto para sacar lo mejor de s¨ª mismo. El ir y venir de La Masia, su rivalidad con Pepe Reina, las discusiones con Van Gaal y las dificultades por formar parte de la selecci¨®n alimentaron su ambici¨®n hasta convertirse en un n¨²mero uno. Ahora necesita reflexionar y rearmarse para desplegar de nuevo un manual que se distingue no solo por sus paradas, sino tambi¨¦n por sus asistencias: el gol que Pedro le marc¨® a Casillas en la Champions parti¨® de Vald¨¦s de la misma manera que suyo fue el pase para la carrera de Ronaldinho la noche del gazpacho contra el Sevilla. No se duda de Vald¨¦s sino que se debate sobre la forma en que gestiona una fama ganada a partir de un trabajo tan meritorio como admirable.
Quiz¨¢ no sea una casualidad que la semana pasada se supiera que hab¨ªa sido imputado por una supuesta falsificaci¨®n y estafa en la obtenci¨®n del t¨ªtulo de patr¨®n de yate. Al igual que otros personajes distinguidos, el portero del Bar?a no se habr¨ªa presentado al examen y habr¨ªa sido suplantado, cosa que jam¨¢s se habr¨ªa planteado en sus buenos tiempos de trabajador a pie de obra.
Vald¨¦s necesita recuperar su versi¨®n original, su capacidad de aprendizaje y mejora constante, para que errores como el del jueves no sean noticia.
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