Un desierto con 19 monta?as
En las dos semanas que quedan la Vuelta promete espect¨¢culo con la contrarreloj y seis finales en alto
Parece que ha pasado un mundo, un hurac¨¢n por la Vuelta y en realidad, la tormenta est¨¢ por venir. Vale que el calor se antoja que desaparece, que quiz¨¢s llueva, pero sobre todo queda la parte m¨¢s dura de una Vuelta que ha propuesto un sinf¨ªn de llegas en subida donde poco importa la catalogaci¨®n de los puertos porque en cualquier cuesta se anima la batalla. Cubierta la primera semana, con etapas memorables, queda el desierto monta?oso del Cant¨¢brico y de la meseta, con seis llegas en alto de todo tipo y condici¨®n, donde puede arder Troya en cualquier momento.
Una vez que pase la contrarreloj del mi¨¦rcoles en Pontevedra, donde previsiblemente se alterar¨¢ la clasificaci¨®n general pero no se romper¨¢ la cuadrilla, el Alto de ?zaro les devolver¨¢ a los ciclistas a la cruda realidad. Un puerto de 3? donde Purito Rodr¨ªguez ya ha anunciado el comienzo de la reconquista del tiempo que perder¨¢ en Pontevedra. A partir de ah¨ª toca sufrir, con tres puntos singulares en el primer camino: Ancares,(porcentajes del 12%), Lagos de Covagonda (15%) y el Cuitu Negru, en Pajares con rampas al final al 22%. Incluso Fuente De, con llegada a un puerto de 2? puede resultar decisivo en una carrera medida al mil¨ªmetro.
Por si nada estuviera decidido o por si algo habr¨ªa que recuperar, la pen¨²ltima etapa reserva la Bola del Mundo, con cinco puertos, antes de llegar a Madrid, el ¨²ltimo de categor¨ªa especial, con rampas que alcanzan el 23%. Una pared, antes de que al d¨ªa siguiente el que pueda haga el pase¨ªllo a Madrid.
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