Mascherano, siempre al cruce

La casilla no importa, el color de las fichas ¡ªvirtuales porque juegan en un Ipad¡ª tampoco, pero la partida es sagrada y la juegan Messi, Pinto, Mascherano y Costa, miembro del cuerpo t¨¦cnico y exjugador de la cantera madridista. ¡°Van a por m¨ª¡±, suele decir este ¨²ltimo. Y Mascherano le come otra y cuenta 20 mientras Messi se parte el pecho. ¡°Es una excelente influencia para Messi¡±, convienen en el club. ¡°Es un referente en el vestuario¡±, dice Xavi. ¡°Un regalo para un entrenador¡±, le defini¨® Pep Guardiola, que recibi¨® a un mediocentro y leg¨® a un central. Hoy por hoy, a las puertas de jugar su partido n¨²mero 100 con la camiseta del Barcelona, Javier Mascherano (Santa Fe, Argentina; 1984), sabe que si juega ser¨¢ de central. ¡°Ya no me veo en otra posici¨®n¡±, reconoce.

Guardiola nunca le pregunt¨® si se ve¨ªa jugando de central. Sencillamente, le se?al¨® durante la charla de la ma?ana del 12 de abril de 2011 en Donetsk (Ucrania). Y ¨¦l, que se lo ve¨ªa venir y siempre al quite, sali¨® al campo del Shakhtar y jug¨® de central. Fichado del Liverpool por su solvencia como mediocentro, ese al que llaman El Jefecito, aunque a ¨¦l no le guste, espera noticias de Puyol, que es duda para el encuentro de hoy porque tiene una fractura en el p¨®mulo. Pero la ausencia de Puyi ha dejado de ser un problema en el Bar?a: est¨¢ Mascherano.

El rosarino corrige, anticipa, dirige desde el oficio de jugador de barrio y la humildad del que se lo ha ganado a pulso. En el Bar?a solo ha claudicado en uno de sus retos: hacer de Busquets. ¡°Imposible. Es el mejor¡±, se defiende ¨¦l. ¡°Hago lo que puedo, pero Busi es muy bueno¡±. No fue el ¨²nico que tuvo que aceptar la jerarqu¨ªa del tipo de las piernas largas: Tour¨¦ hizo las maletas para jugar m¨¢s en el Manchester City que en el Bar?a.

Lleva el Bar?a el ejercicio defensivo con enorme solvencia y el cuerpo t¨¦cnico sabe que, por sus caracter¨ªsticas de atenci¨®n posicional, Mascherano es bueno para jugar contra el Madrid, que descuelga mucho a sus delanteros esperando jugadas de contraataque: ¡°No es muy diferente a Puyol. Le gusta apretar para ayudar a Busquets y va bien por arriba¡±. Es el azulgrana que m¨¢s veces recuper¨® el bal¨®n en la pasada Liga (355). ¡°Anticipa muy bien las jugadas¡±, le reconoce Piqu¨¦.

No es muy diferente a Puyol. Ayuda a Busquets y va bien por arriba

Gerard Piqu¨¦

A los centrales del Bar?a no parece preocuparles si juega Higua¨ªn, Di Mar¨ªa o Benzema. ¡°Son parecidos. Benzema baja a tocar un poco m¨¢s, pero Higua¨ªn puede hacerlo. Da igual. La ¨²nica realidad es que son muy buenos¡±, dice el propio Piqu¨¦. La receta de los t¨¦cnicos habla de m¨¢xima intensidad, en especial cuando el Madrid parta el campo y descuelgue a los puntas y en las jugadas a bal¨®n parado.

Mascherano ha jugado ocho partidos contra los blancos, de los que ha ganado tres, empatado otros tres y perdido dos, incluida la final de la Copa, en las dos temporadas que lleva en Espa?a. Jug¨® su primer partido en el Bernab¨¦u en abril de 2011, un choque de la Champions (0-2), y volvi¨® en agosto para la ida de la Supercopa (2-2). En los dos actu¨® de central. En el ¨²ltimo choque contra el Madrid asisti¨® a Pedro en el gol del empate a uno. Era un 5, el t¨ªpico mediocentro argentino, de poco recorrido y mucha distribuci¨®n, hasta que Guardiola, buscando dar salida al bal¨®n, encontr¨® en ¨¦l un remiendo que se ha convertido en cl¨¢sico. En 59 de los 99 partidos en que ha participado con el Bar?a ha actuado en el eje de la defensa, en 37 de mediocentro, en dos como lateral y en otro de interior. Dif¨ªcil imaginarle a Mascherano un lugar mejor para llegar a los 100 que el Bernab¨¦u.