Espa?a se da un homenaje

En el cat¨¢logo de tr¨¢mites en los que se embarca en los ¨²ltimos tiempos la selecci¨®n para pasear su lustre ante todos los ojos posibles, el de ayer en Pontevedra ocupa lugar preferente. Al menos regal¨® goles y una noche de estrellas en una ciudad que fue grande en el f¨²tbol, que ahora sufre la Tercera Divisi¨®n y que aparc¨® las penas cotidianas que le da la pelota para paladear la cercan¨ªa de los ¨ªdolos con una victoria contundente, pl¨¢cida, inocua y sin r¨¦plica.

Un apunte sirve para entender todo lo que sucedi¨® ayer en el remozado Pasar¨®n: Espa?a comenzar¨¢ a recorrer el pr¨®ximo martes el camino que debe llevarle a defender el t¨ªtulo mundial en Brasil; Arabia ya lo ha finalizado, eliminada por Om¨¢n en uno de los escalones de la clasificaci¨®n asi¨¢tica. No hay rastro, ni siquiera un gen reconocible, que remonte a aquel equipo que sorprendi¨® en 1994 clasific¨¢ndose para octavos de final de la Copa del Mundo, ni siquiera del que luego estuvo en tres Mundiales seguidos. Es la peor Arabia de los veinte ¨²ltimos a?os, un pelele en manos de Espa?a, acostumbrada a manejar como tal a lo m¨¢s granado del planeta balomp¨¦dico.

As¨ª las cosas el partido le sirvi¨® al combo de Vicente Del Bosque para completar alg¨²n objetivo, activarse de cara a la cita ante Georgia, tambi¨¦n para dar carrete a nuevos peones como Be?at o los ya m¨¢s vistos Juanfran y Monreal, para que Villa recobrara sensaciones de rojo u otorgar responsabilidad de inicio a gente como F¨¤bregas o Cazorla, que al menos contribuyeron a aportar un punto de competitividad y codicia en la segunda l¨ªnea.

El barcelonista busca su mejor versi¨®n, pero de lo que no pueden caber dudas es de lo que puede aportar al equipo. Es un futbolista diferente, quiz¨¢s demasiado para el juego del Barcelona y la selecci¨®n. Ayer, m¨¢s retrasado que en la Eurocopa, se mostr¨®, particip¨®, prob¨® y tir¨® varios desmarques en tiempo y forma en los que nadie le encontr¨®. El que puede llegar a ser su sucesor en los corazones gunners simplemente dinamit¨® un partido que languidec¨ªa en su condici¨®n de bolo veraniego ante un p¨²blico silente. Conect¨® con Pedro, otro agitador, y desmont¨® el teatrillo saud¨ª a base de desborde.

Al ralent¨ª como estaba, engran¨® Espa?a tres marchas y Arabia se qued¨® en la parrilla de salida, de una pieza. Se juntaron Cazorla y Pedro en los dos primeros goles, se los repartieron adem¨¢s, el primero tras un mal despeje del meta, el segundo para demostrar que cada vez que Arabia sacaba la l¨ªnea a treinta metros de su porter¨ªa tras de s¨ª quedaba un latifundio apto para cualquier semilla, no para la de Fernando Torres, centenario ayer con la selecci¨®n, tambi¨¦n fall¨®n en el control y el remate, sustituido por Villa, que oper¨® desde su acostumbrado punto de partida acostado a la izquierda y volvi¨® a cantar gol al transformar un penalti cometido a Monreal. Para entonces el partido ya era un festival en el que Del Bosque probaba soluciones que se imaginan en situaciones extremas, con Be?at en el mediocentro por delante de los centrales, Pedro de referencia atacante, otra vez atinado para resolver en el ¨¢rea, y Casillas sumando una nueva internacionalidad.