El Apache domesticado
T¨¦vez pierde siete kilos, abandona su versi¨®n rebelde y se convierte en la mejor arma de un Manchester City, rival ma?ana del Madrid en la ¡®Champions¡¯, saturado en el ataque
Antes de la entrevista, el reportero de Sky rompe el hielo con gestos y comentarios sobre su estado de forma. ?l, al principio, no entiende nada, pero despu¨¦s sonr¨ªe, se levanta la camisa, ense?a el est¨®mago, liso, y admite en su ingl¨¦s macarr¨®nico: ¡°No pasta, all chicken¡, salad [nada de pasta, todo pollo¡, ensalada]¡±. Carlos T¨¦vez (Ciudadela, Argentina; 1984) ha perdido siete kilos siguiendo la dieta del nutricionista estadounidense Barry Sears, ha marcado en los tres primeros partidos de la Liga inglesa y, sobre todo, se siente un hombre nuevo. Alejado de ese lado salvaje que le dio el apodo de El Apache y le llev¨® a enfrentarse a Roberto Mancini, su entrenador en el Manchester City, cuando se neg¨® a entrar en el campo en el minuto 67 frente al Bayern en un partido de la Champions?del pasado 27 de diciembre: ¡°No volver¨¢ a jugar m¨¢s en el City¡±, le amenaz¨® el italiano. El delantero se pas¨® seis meses desterrado, dedic¨¢ndose a otras actividades como cantar con el cantante argentino Mona Jim¨¦nez o jugar al golf en Tucum¨¢n y, tras diversos intentos frustrados por fichar por otro club, regres¨® al redil para disputar y ganar la pasada Liga inglesa. Era alguien nuevo.?
¡°Carlos ha mejorado su comportamiento¡±, dice ahora Mancini; ¡°trabaj¨® seriamente en la pretemporada y es otro jugador¡±. ¡°Mi pelea con Mancini fue una bendici¨®n¡±, confirma el delantero, que lleva ya seis a?os en Inglaterra, desde que lleg¨® al West Ham en 2006; ¡°ese desacuerdo me devolvi¨® el hambre. Volv¨ª a disfrutar del f¨²tbol, a sentir ese hambre de gloria. En el campo me siento bien, liviano, fuerte, con velocidad. Es comparable a cuando debut¨¦ en Primera¡±.
Mancini dijo que no volver¨ªa a jugar tras negarse a hacerlo contra el Bayern
El jugador del pueblo, como le defini¨® Marcelo Bielsa por su conexi¨®n con la hinchada argentina, ya no se queja. Ni siquiera tras haberse quedado fuera de las ¨²ltimas convocatorias de la selecci¨®n albiceleste (ha sido ya 62 veces internacional). ¡°Es dif¨ªcil para un seleccionador [Alejandro Sabella] manejar tantos jugadores. Tiene pesos pesados y hay que dejarlo trabajar tranquilo¡±, declar¨® en el diario Ol¨¦. Su ¨²ltima participaci¨®n con Argentina, en la Copa Am¨¦rica de 2011, fue gris. Sus mejores prestaciones las logr¨® con Bielsa en la de 2004, en Per¨², y en los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas, donde conquist¨® el oro.
¡°Mi pelea con el t¨¦cnico
All¨ª, en Argentina, su puesto lo ocupa, entre otros, uno de sus compa?eros en el City, Ag¨¹ero, lesionado en una rodilla ante el Southampton en el estreno liguero, pero ya a punto de reaparecer a pesar de marcharse cinco d¨ªas la semana pasada a Argentina para pasar revista ante los m¨¦dicos de la albiceleste. Una norma ¡°est¨²pida¡±, seg¨²n Mancini, que evit¨® su reaparici¨®n el s¨¢bado ante el Stoke en el estadio Britannia (1-1). Pero el Kun, autor de 30 tantos en su primera campa?a en el City, estar¨¢ ma?ana frente al Madrid en el Bernab¨¦u.
¡°Nunca pude ganar al Madrid con el Atl¨¦tico. Espero que eso cambie con el City¡±, ha proclamado Ag¨¹ero, inmerso en una delantera saturada de primeros espadas: junto a T¨¦vez, Balotelli (¡°Mario lo ve todo ahora¡±, dijo Mancini despu¨¦s de que operaran al italiano de la vista), Dzeko y las incorporaciones desde la segunda l¨ªnea de Silva, Nasri y Yaya Tour¨¦. Por los siete ha desembolsado el jeque catar¨ª Mansour ben Zayed, el due?o del City, unos 187 millones de euros. En caso de necesidad, el City puede llegar a ser un bisonte desbocado al ataque. El gol se paga y el deseo de gloria, como en T¨¦vez, se recupera.
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